La 24 elige: lo mejor del 2020

Bueno, acá estamos. 24 de diciembre. Comienza ese raid de vitel toné, asado, ensalada rusa, pionono y matambres varios.
El 2020 es, fue y será recordado como uno de los años más difíciles de la historia contemporánea. Para quienes hacemos esta página y revista, contar con La 24 fue un oasis entre tantos malestares y problemas personales, laborales y familiares. Afortunadamente, ustedes acompañaron. La página superará las 115 mil visitas y estará cerca de las 120 mil cuando el año termine. Eso quiere decir tuvimos un crecimiento de visitas de más del 20%, más de lo que esperábamos.
Logramos en el segundo semestre varios de los objetivos que teníamos para este año: tres secciones fijas (La rueda de Ginebra, Los invisibles y Los ilusos), con cierto nivel de periodicidad; logramos establecer un promedio de publicación muy cercano a 6 por semana; sacamos más podcasts y estrenamos uno nuevo, El cuarto cerrado; y volvieron a salir los especiales en PDF, no uno sino dos, y en las próximas semanas comenzaremos a planificar el Nro. 36.
Esta revista comenzó como una idea trasnochada de Mariano y llegó demasiado lejos. Esperemos que nadie se avive.
El año que viene quién sabe, quizá haya más cosas.
No nos tomamos vacaciones, no se preocupen. Nos escuchamos y leemos en los próximos días.
Ahora sí: disfruten con sus familiares, cuídense mucho, mucho que esto no terminó y si no saben usar un tapabocas miren un tutorial.
Aquí está, llegó: lo mejor del año para el equipo de La 24.
Gabriela Gioia (@femmeframe)
- Película: Disclosure
Si algo bueno tenía que pasar en este año era el inicio, por lo menos por una de las más grandes plataformas de stream como lo es Netflix, del cuestionamiento de las representaciones erróneas de las personas trans en pantalla.
Este documental dirigido Sam Feder y producido por Laverne Cox, refleja como desde los inicios de la industria se ha estigmatizo y esteriotipado a les trans, y a su vez reflexiona por medio de entrevistas a artistas y activistas trans, desde sus experiencias personales, qué tipo de contenidos se deberían realizar, tomando como ejemplo del último tiempo las series Transparent y Pose, para no excluir minorías creando un nuevo lenguaje cinematografico en que no se siga perpetuando la discriminación y el adoctrinamiento de una industria heteronormativa, blanca y cis.
- Serie: Veneno
No es fácil contar una historia donde la protagonista es alguien con un carácter tan fuerte y, a su vez, ícono de la comunidad LGBTIQ en España, pero los “Los Javis”, como le dicen a Javier Calvo y Javier Ambrossi, directores de la serie, no solo logran que empaticemos con Cristina Ortiz “ La Veneno”, con Valeria y la amada “Paca” que, encima fue amiga de La Veneno en la vida real, sino que también nos llevan por risas, llanto, rincones oscuros y mensajes esperanzadores, pero sobre todo nos enseñan a ser une misme sin que importe lo que digan les demás. Basada en las memorias de Cristina Ortiz “La veneno”, titulada ¡Digo! Ni puta, ni santa. Las memorias de La Veneno, esta serie se divide en dos líneas narrativas, contándonos una biopic de este personaje, y a su vez la historia de la escritora durante su transición y sus momentos con la protagonista. Pero más allá de la trama, nos invita a reflexionar sobre el trato de los medios a las personas trans envolviéndoles en sensacionalismo mediático, la relación de las familias durante una transición y la necesidad de referentes para les juventudes trans.
Lucía Vazquez (@Luciavdevendetta)
- Películas: Palm Springs
En la misma línea, el 2020 ya nos trajo demasiada complejidad a nivel real, más que nunca valoro las ficciones con premisas simples que no escatiman emocionalidad sin golpes bajos o terapia de shock. Si encima hay humor y algún elemento fantástico, todavía mejor. El film estadounidense dirigido por Max Barbakow y escrito por Andy Siara nos trae un genial Andy Samberg y una Cristin Milioti que no se queda para nada atrás. La peli explora los vínculos sexoafectivos y la rutina de una manera fresquísima, y tiene momentos hilarantes. Imperdible.
- Series: The Mandalorian II
Lo dije el año pasado y lo reitero con énfasis este: this is the way. La historia que no sabíamos que necesitábamos, lejos de la parafernalia y las pretensiones de las Star Wars troncales pero con lo mejor de su universo. Una historia pequeña y muy poderosa (como Grogu) que parece decir una y otra vez que lo simple, bien trabajado, gana. Aventuras, peleas, ternura y personajes que ya son icónicos, potentes. Favreau lo hizo otra vez. Un final a pura emoción.
Benjamín Minevitz
El 9 de marzo de este año fue lunes. Ese día volví rápido de las vacaciones porque a la tarde había función de Cine Club Núcleo. Después de bastante tiempo sin actividad por cierre temporario del Gaumont, Núcleo había logrado un lugar en la sala del Cine Gral. Paz, en Belgrano. Se proyectó Retrato de una mujer en llamas (Portrait de la jeune fille en feu), un film de Céline Sciamma. Llovía a cántaros, pero no importaba, la película prometía. Fue la última vez que fui al cine, pocos días después comenzó la cuarentena. Pensé que no volvería a ver un estreno en mucho tiempo, pero no fue así. Al poco tiempo comenzaron los estrenos por streaming, con notoria presencia del cine argentino, en especial de los documentales.
En tren de elegir las mejores producciones que vimos este año, y excluyendo lo visto en el 35° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que tuvo mucho y muy bueno de cine nacional, me inclino por el documental La conquista de las ruinas, de Eduardo Gómez y por la coproducción argentino-brasileña Miragem, de Eryk Rocha. No fue fácil decidirme porque hubo varias películas muy buenas.
La conquista de las ruinas está filmada en blanco y negro y pone en el centro de la escena los paisajes en los que transcurren las distintas historias que lo integran. La película se estructura en torno a cuatro situaciones que se arman en forma de mosaico. El guion va y viene por todas ellas, en forma alterna. Los personajes son seres de existencia real y las historias también, sin embargo, el documental no parece tener como principal objetivo fotografiar la realidad, dar un testimonio de tal o cual fenómeno social, sino que más que ello pretende presentar algunos conceptos. La construcción y la destrucción en un mismo tiempo histórico. La película tiene una excelente fotografía, que de por sí, amerita acercarse a verla, con deslumbrantes planos panorámicos de montaña y de los edificios urbanos y planos de detalle muy sutiles.
Miragem es la historia de Paulo, un hombre que ha perdido su trabajo y a su familia porque su mujer lo dejó y se llevó a vivir con ella al hijo de ambos. Su afán es conseguir dinero para pagar la pensión alimentaria y poder ver al hijo. El relato se arma con los sucesos, sonidos e imágenes que desfilan por los derroteros del taxi en las noches de Río de Janeiro, porque los protagonistas son Paulo, la noche, Río y la gente, la que viaja en el taxi y la que se ve al pasar. Excelente trabajo de fotografía y de sonido. Medido y sutil es el trabajo de Fabricio Boliveira, que le valió el premio al mejor actor del Festival de Río de Janeiro.
Ambas películas se proyectaron por la plataforma CINE.AR TV.
Adriano Duarte (@verdugodesimismo)
- Mejor película: Historia de lo Oculto (2020)
En este año de terror me dediqué a ver más películas de terror que cualquier otro género. No sé si haya alguna paradoja en esto, pero sí estoy seguro de que esta preferencia me ayudó a sobrellevar estos meses terribles. Y entre las numerosas películas que vi, me topé con la que me parece la mejor hacia el final del año. Así como, hacia el final de la historia, la heroína o el héroe se planta cara a cara frente al monstruo. Historia de lo Oculto, largometraje escrito y dirigido por el cineasta argentino Cristian Ponce, es un brillante ejercicio de cine hauntológico que resucita los años oscuros de nuestra historia reciente como un mito plagado de brujos y de criaturas lovecraftianas. Digo hauntológico porque apela a los recursos de la imagen y el sonido para revivir una época de baja definición, de televisor en blanco y negro, distorsionada por una señal de antena teledirigida desde un solo punto, imposible de viralizarse. Digo años oscuros porque, aun cuando el relato se posiciona en los 80, se prolonga sin embargo en esa atmósfera catódica la sombra de la persecución política y las desapariciones. De este modo, Ponce compone el terror menos con efectos especiales que con sólidos recursos narrativos y cinematográficos. La paranoia se sostiene con una estructura de thriller periodístico. El terror, con la sospecha de que en las esferas de poder operan potencias de otras dimensiones. Lo sobrenatural, con el blanco y negro que por momentos se disuelve en los tonos irreales de los enormes Grundig Super Color. Con maestría, Historia de lo Oculto cruza All the President’s Men (Alan J. Pakula, 1976) con In the Mouth of Madness (John Carpenter, 1995). El resultado es New Weird argentino de pura cepa. Como El exorcista protagonizado por Andrea del Boca.
Menciones especiales: Inmortal (Fernando Spiner, 2020), Possessor (Brandon Cronenberg, 2020), The Lighthouse (Robert Eggers, 2019) The Beach House (Jeffrey A. Brown, 2019), Bliss (Joe Begos, 2019), Sputnik (Egor Abramenko, 2020), His House (Remi Weekes, 2020), The Vast of Night (Andrew Patterson, 2019), The Dark and the Wicked (Bryan Bertino, 2020).
- Mejor serie: Too Old to Die Young (2019)
La serie creada por Ed Brubaker y Nicolas Winding Refn, producida por Amazon Studios, y que consta de diez episodios dirigidos por el cineasta danés sigue con fervor la tradición iniciada por Twin Peaks de narrar un relato policial en clave de soap-opera surrealista. En efecto, Too Old to Die Young es un carnaval neo-noir donde desfilan policías bufonescos, narcos mexicanos con delirios místicos, asesinos que se ajustan a un código de hierro, mafiosos jamaiquinos y la yakuza. Allí lo refinado hibrida con lo gore, lo clásico hibrida con lo pop, lo WASP (White Anglo-Saxon Protestant) hibrida con lo latino. El resultado es una profusión de destreza técnica y de narrativa experimental. Cada escena, cada encuadre, cada movimiento de cámara, cada color, cada luz, cada sombra, cada sonido, cada palabra y cada silencio están minuciosamente planificados. La temeridad de Too Old to Die Young se halla a la altura de la de un doble de acción: pisa el acelerador y se lanza a hacer piruetas mortales como las que hacía el personaje sin nombre interpretado por Ryan Gosling en Drive (2011).
Menciones especiales: Devs (Alex Garland, 2020), The Queen’s Gambit (Scott Frank y Allan Scott, 2020).
Sebastián Elesgaray (@Sflaggelo)
- Película: Richard Jewell
Una nueva película de Clint Eastwood siempre es un hecho destacable por sobre otros productos audiovisuales. En este caso, Richard Jewell plantea la hipocresía de las agencias de seguridad estadounidenses y de los medios, con un guion que logra un balance perfecto entre la intimidad del protagonista y los hechos que toman estado público, mientras la parte técnica se destaca por su sencillez y uso apropiado, sin ostentación de recursos. En esta película, Eastwood usa un hecho del pasado para hablar del presente, maneja sin tropiezos una narración clásica y el interés nunca decae.
- Serie: High Score
Como fan de los videojuegos viejos o “retro”, disfruté mucho esta docuserie de seis capítulos que narra el origen y desarrollo de una industria que hoy es multimillonaria. Si bien quedan partes de la historia sin contar, en general es un producto de fácil digestión y muy entretenido, con un desarrollo ameno e información interesante en cada capítulo.
Ana Moggia (@MoggiaAnna)
- Película: The Assistant
The Assistant nos relata la jornada laboral de la asistente de un gran productor de Hollywood. La ópera prima de Kitty Green habla de Harvey Weinstein, sin la necesidad de nombrarlo. Su figura se construye como la de los monstruos más aterradores: alguien que nunca vemos, pero sabemos que está allí. Es un film que narra con sutileza y que dice todo lo que necesita decir sin recurrir a la obviedad y a los hechos, que ya son más que conocidos; en cambio, se centra en reflejar un ambiente laboral sumamente machista y violento, a través de encuadres precisos, sonido fuera de campo y el lenguaje corporal de una magnífica Julia Garner. En sumatoria, todos los elementos develan cómo el encubrimiento es facilitado por la cultura de la complicidad y reflejado en la cruda verdad que viven muchas mujeres dentro de ámbitos laborales.
- Serie: I May Destroy You
Michaela Coen protagoniza, escribe y codirige esta serie a partir de una experiencia autobiográfica. I May Destroy You narra la historia de Arabella, una escritora en ascenso que, luego de una noche que no recuerda con claridad, despierta con golpes, con el celular roto y abrumada por confusas imágenes. A lo largo de los 12 capítulos –de tan solo media hora– vamos descubriendo a través de flashbacks y junto a ella lo que pasó aquella noche en la que fue drogada y abusada sexualmente. A través de una amplia gama de personajes secundarios, se desarrolla una serie de distintos tópicos como la vida después del abuso, el área gris del consentimiento, los distintos tipos de abusos de los que no se hablan, mientras también se visualiza la problemática de los escraches y el rol de las redes sociales en la vida de los millennials. Nos muestra una mujer compleja que trata de entender y sobrellevar lo que le sucedió a ella y a tantas otras personas con las que se va cruzando. Es una serie cruda, transgresora, muchas veces provocadora y, sobre todo, sumamente necesaria.
Mariano Castaño (@castanoconenie)
- Serie: The Outsider
La serie está basada en la novela homónima de Stephen King. Ralph Anderson (interpretado por Ben Mendelsohn), detective de la pequeña Cherokee City, en Oklahoma, investiga el caso de violación y brutal asesinato de Frankie Peterson, un niño de 11 años. Muy pronto, todos los indicios apuntan a Terry Maitland (Jason Bateman), profesor del secundario local y entrenador de beisbol (y otros deportes), muy querido por la comunidad. Testigos oculares, huellas dactilares, y hasta registro en video, lo incriminan de manera inapelable. Anderson decide detenerlo frente a todo el pueblo, en el partido del fin de semana.
Pero algo va mal, ya que Maitland puede probar, también de manera inapelable, mediante testigos, registro en video y huellas dactilares, que se encontraba a 100 km de la ciudad en el día de los hechos.
Terry Maitland tiene todo, incluso un abogado defensor interesado y millonario, para ayudarlo a salir indemne. Entonces la trama pasa por otro lado. La vieja y querida pesquisa: si no fue Maitland, ¿quién asesinó a Frankie Peterson?
La irrupción del mundo fantástico en el mundo real es el factor decisivo, aunque no el tema principal. Aquí tenemos un estudio de cómo reaccionan los investigadores ante lo imposible. El ensayo que hace King es el proceso que hace cada uno de los personajes para aceptar la irrupción sobrenatural en nuestro mundo. Es en este juego, que no es de opuestos sino de matices, que a veces es hasta socarrón, en que se descubre algo muy raro de encontrar en estas ficciones: un atisbo de verdad. Esta gente puede existir. Estos diálogos, ante lo que está ocurriendo, pueden darse.
- Películas:
1982
Tal vez la película más terrorífica del año nos muestra exactamente la medida de la estupidez nacional. Sin mostrar nada que no se hubiera visto, abruma al presentarse todo junto.
1982, dirigida por Lucas Gallo, hace un repaso de la cobertura mediática de ATC (Argentina Televisora Color) de la Guerra de Malvinas. Desde la noticia del desembarco hasta la rendición. Sin voz en off, sin entrevistas, con la presencia ominosa del canalla de José Gómez Fuentes, el colaboracionismo de Pinky y Cacho Fontana y muchos, muchos más (manto de silencio para las estrellas de rock nacional).
A la medida de la gran otra película de este año (Historia de lo Oculto, de Cristian Ponce) en 1982 se reiteran los informes del programa 60 Minutos, arma mediática del Proceso de Reorganización Nacional, mechados por móviles de exteriores de la época en que los Botas Locas se vanagloriaban de las barritas de chocolate que les iban a dar de comer a los colimbas correntinos en las Islas, todo eso, claro, al calor del clamor popular, en este país que jamás se ha cansado de presumir de su boludez in extremis. Nos falta un Ayatola y estamos todos.
Un pueblo pequeño, una radio trasnochada, una imagen toda granosa, simulando un glorioso 16mm. Nuevamente tenemos un callback a un producto de Tangram Cine (productora de Historia de lo Oculto), ya que todo esto parece un capítulo con actores de su serie animada La frecuencia Kirlian.
Estamos a finales de los años cincuenta, en Nuevo México, EE. UU. Es noche de partido de básquet del secundario, y mientras todo el pueblo de congrega en el microestadio, Fay Crocker y Everett Sloan cubren el turno noche de la radio, a sabiendas de que no estará escuchando nadie. Pero empiezan a recibir llamados telefónicos que reportan extraños sucesos en la zona. Algo, alguien, alguienes, rondan al pueblo.
The Vast of Night fue dirigida por el debutante Andrew Patterson, se estrenó directamente en Amazon y es una pequeña maravilla.
Fabio Vallarelli (@favallarelli)
Este año horrible pude reconciliarme bastante con mi cinefilia gracias al encierro y al estudio. Vi muchas películas y no tantas series, y además escribí bastante en la web sobre las cosas que me gustaron. Se me hace difícil elegir, lo haré para no incumplir con la consigna. Pero les adelanto que una selección un poco más extensa que la hago aquí saldrá en la próxima edición de Los ilusos la semana que viene. Stay tuned.
- Serie: The Last Dance
Quizá ya se olvidaron, pero allá lejos, hace un tiempo, en abril, fue furor la serie sobre la Michael Jordan y su última temporada en los Chicago Bulls. Un material de archivo inédito, filmado con un acceso envidiable a los Bulls y múltiples testimonios de los compañeros y protagonistas de la carrera de uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Las entrevistas con Jordan son una delicia que nos han dejado frases, anécdotas y memes maravillosos. Como nos tiene acostumbrados la saga ESPN 30X30, The Last Dance es uno de los mejores documentales deportivos que pueden encontrarse por ahí.
Quiero mencionar a Nisman: el Fiscal, la Presidenta y el Espía, la serie documental de Justin Webster sobre la muerte del Fiscal Natalio Alberto Nisman, que nos sorprendió en Netflix en enero de este año y que es excelente, por su estructura, la organización del relato y los testimonios frescos que aporta al caso.
- Película: El año del descubrimiento
No elegí La virgen de agosto por el solo hecho que técnicamente es del 2019, pero no quería dejar de decirlo, ni de mencionar a Jonás Trueba.
La película que más me gustó de este 2020 también es española y es un gran documental ganador de la Competencia Internacional del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Debe haber sido también la única película de más de tres horas que vi en el año. Una verdadera proeza.
No quiero decir más sobre el film de lo que escribí en su momento, solo que lo busquen ni bien esté disponible por ahí. Es una clase de historia y política española, y un gran registro para entender mejor España y su historia del siglo XX y XXI. Una verdadera maravilla de Luis López Carrasco.
Willy Real (@Willyreal4)
- Series:
La mejor temporada de la serie que me deja más manija para la sexta y última. Fotografía, banda sonora, montaje, composición, todo es bueno en esta serie, y ni hablar de los diálogos, los puntos de giro y el guión en general, que puede variar entre los ritmos, pero mantiene siempre la misma sensación atrapante. El bueno de Jimmy, ahora Saul Goodman, cada vez se acerca más al abismo, y el crecimiento constante y sólido de Kim en estas temporadas nos empuja a la pregunta que nos hacemos todxs: ¿Qué va a pasar con Kim Wexler?
2º The Mandalorian- T2
A la espera del capítulo final, las dos primeras temporadas las devoré en una semana por mis prejuicios a Jon Favreau. El loco Jon no sólo no desbarrancó con el camión con acoplado que es la franquicia de Star Wars (palo a J.J.), sino que lo conduce por el camino seguro. Pedro Pascal como el mandaloriano y la creación del Baby Yoda, más unos cuantos personajes secundarios, nos dan una historia redonda, entretenida y visualmente atractiva. Sin dudas, el efecto nostalgia juega un papel predominante, más con Grogu (acierto narrativo y obviamente comercial) y la inclusión de ciertos personajes (Ahsoka Tano, Boba Fett, Bo-Katan) y razas y culturas como lxs mandalorianxs en especial, de las cuales no vimos mucho en las películas, pero sí en comics, libros y en especial, la serie animada de Clone Wars.
3º The Last Dance
Uno de los mejores equipos de básquet de la historia, un club que pasó de ser uno más a uno de los más famosos del mundo, todo gracias a la figura de Michael Jordan. Idas y vueltas, caídas duras, pérdidas en la vida, egos, superación, el lado oscuro del 23, y mucho más. Atrapante desde el capítulo 1. Aguante Scottie Pippen.
- Películas:
1° Mank
Me da miedo decir la mejor película de Fincher, pero sin dudas, en el TOP 3. La calidad técnica y por sobre todas las cosas la narrativa me hacen elegirla como la mejor del año. Contar algo alrededor de El ciudadano Kane, sobre su autoría, la época dorada de Hollywood y la concepción de poder de ese mundo, con un héroe roto y con un Welles, que con pocas apariciones, posa su sombra cargada de ego sobre su protegido Mankiewicz y es a la vez devorado por ese mismo ego. La esencia de los personajes es muy disfrutable, y por sobre todas las cosas, el gran Gary Oldman que nunca falla.
La originalidad del relato, con idas y vueltas en el tiempo, más la utilización de los mismos ancianos para ir 40 años atrás me dejaron una película que supe apreciar y que me entretuvo por unas horas. Spike Lee está de racha y viene metiendo un par de películas seguidas muy buenas.
3° Borat
En un año atípico y gris para muchxs, reír parece la mejor idea. Sacha Baron Cohen nos trae la segunda parte de su periodista kazajo, preso a trabajos forzados por la deshonra que llevó a su país. Sin embargo, en una nueva oportunidad, Borat llega a Estados Unidos para ridiculizar los racistas y “supremacistas” yankees en plena pandemia mundial y con las elecciones a la vuelta de la esquina, con una escena tremenda evidenciando que tanto Trump como Giuliani y sus seguidores son unos degenerados. No pierde ocasión para marcar la visión retrograda sobre la mujer de algunas culturas y con un final redondo con respecto a nuestra coyuntura actual.
Agustin Osorio (@elcinesegunsanchez)
Esta es la película que me robó el corazón en 2020. Es una carta de amor de una hija hacia su padre, una oda al final de la década de los 90s, a su crisis económica, a la supervivencia de las familias de clase media y a su música pirateada.
La hija mayor de una pareja separada es quien ofrece sus ojos para contar esta historia, desde un lugar sincero y sin golpes bajos. Amanda quiere cuidar a sus hermanitxs y a su papá sin lastimar demasiado a su mamá. La pasa bien en ese caos que parece ser la vida alrededor de su padre, no sin algo de culpa o sentido de responsabilidad. El cariño y la ternura rodea a cada personaje y al relato completo, sin necesidad de empalagar.
La incorrección política de Phoebe Waller-Bridge y su cinismo a la hora de mirar el lado oscuro de la vida, es todo lo que necesité en los momentos de cuarentena más estricta e incertidumbre en contexto de pandemia.
Las palabras ácidas que salen sin medir ubicación, emociones ajenas o corrección de ningún tipo ayuda como descarga ajena en los momentos en los que sentimos que no podemos quejarnos a mansalva, sin quedar en un lugar de autocompasión. Fleabag es pura liberación, con sus consecuencias, claro. Porque detrás del humor negro, PWB se encarga de mostrar el sufrimiento; sin embargo, lo hace con una maestría tal que permite mantener la gracia y las risas.
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