Nocturne: la maldición de ser la mejor

La serie Welcome to the Blumhouse fue un programa del Halloween 2020 presentado por la productora de Jason Blum en la que se estrenaron películas de terror y suspenso en la plataforma Amazon Prime Video. En lo personal, me pareció un proyecto de calidad cuestionable y con poco para destacar,[1] pero en un arrebato de sopor decidí darle una nueva oportunidad con Nocturne, de la directora debutante Zu Quirke.

Juliet (Sydney Sweeney) es una talentosa estudiante de piano eclipsada por su hermana Vivian (Madison Iseman), quien siempre ha destacado más y que incluso tiene la oportunidad de formarse en uno de los conservatorios más prestigiosos del país. A raíz del suicidio de una afamada violinista, se abre una plaza para participar en un concierto que podría darles impulso a sus carreras. Al mismo tiempo, Juliet encuentra un misterioso cuaderno que hará más intensa y extraña la competencia con su hermana.

A primera vista la sinopsis nos remite a películas en las cuales el talento artístico o musical se convierte tanto en una fortuna como en una maldición. Tal vez las más conocidas de la última década sean Black Swan (2010) o Whiplash (2014), siendo Nocturne más cercana a la primera en cuanto a tono y estética que a la segunda.

El sacrificio oscurecido por envidia, celos y artimañas será el tema para tratar en este film que cumple sin que le sobre nada, pero que destaca en comparación a otras producciones de la serie Welcome to the Blumhouse. La contrariedad sigue siendo el vendernos como terror historias que tienen elementos más cercanos al thriller o incluso al drama, lo que nos deja con una sensación de apuro, de películas que se hacen en una cadena de montaje o con el justificativo de estrenar por estrenar. Los elementos fantásticos no tienen una injerencia directa sobre la trama, pasan a ser anecdóticos y tranquilamente la actitud de la protagonista podría ser un simple estallido de rivalidad enfermiza.

Sin embargo, hay dos puntos para destacar que diferencian a Nocturne: por un lado, el protagónico de Sydney Sweeney, quien ha trabajado en películas como Once Upon a Time… in Hollywood (2019) y en series como The Handmaid’s Tale (2017), Sharp Objects (2018) y Euphoria (2019). Su interpretación tiene un tono reservado que le da el misterio y lo lúgubre que el relato no siempre alcanza por sí mismo; sin explosiones ostentosas logra que muchas veces el pulso dramático pase únicamente por su rostro o sus diálogos. El resto del elenco acompaña con humildad y no representa un impedimento para que Sweeney se destaque.

Por otra parte, la propuesta estética general es correcta. Hay un buen trabajo sonoro teniendo en cuenta el papel que juega la música en la historia, y la puesta de cámara, junto a una iluminación con colores que unifican sensaciones, mantienen el clima con mucha dignidad. Particularmente, creo que el camino elegido es el adecuado, aunque no siempre tenga un resultado cien por ciento efectivo.

Así, a modo de cierre, huelga decir que Nocturne pasa a ser de lo mejor en la aventura “halloweenense” del 2020 para Blumhouse y Amazon. Tampoco hacía falta mucho para destacarse por sobre las demás, pero vaya un buen augurio para la directora debutante de esta película.


[1] Reseñé Black Box, The Lie y Evil Eye para La 24.