D’A 2018: Festival Internacional de Cine de Autor de Barcelona (Semana 1)
La octava edición del Festival Internacional de Cinema d’Autor de Barcelona (D’A Film Festival) empezó el pasado jueves 26 de abril. En esta edición se incrementaron el número de películas a 100 pero sobre todo ha seguido trayendo títulos independientes de lo más interesantes. Estos primeros días he podido disfrutar de lo último de Paul Schrader, Philippe Garrel, Hong Sang-soo o incluso del argentino Pablo Giorgelli. Pero sobre todo he quedado fascinada por los dos trabajos más arriesgados: Dhogs de Andrés Goteira y The Green Fog de Guy Maddin.
First Reformed (Paul Schrader – Estados Unidos)
Por norma general intento no documentarme mucho antes de ir a ver una película ya que me gusta que me sorprenda y no haber visto toda la trama en los 10 trailers, teasers y escenas que sacan antes de un estreno. Ese es el caso de First Reformed, la cual vi esperando un drama clásico con la religión como protagonista pero me encontré con algo mucho más sorprendente. La verdad es que no caí en que difícilmente Paul Schrader nos podría traer un drama convencional.
El guionista de Taxi Driver se atreve con la historia de un hombre (Ethan Hawke) que devastado tras la muerte de su hijo decide hacerse capellán de la iglesia First Reformed. Un buen día una de las asiduas a la iglesia (Amanda Seyfried) le pide que hable con su marido, que sufre depresión. Y es aquí cuando entra en juego la parte medioambientalista de la película y que plantea la pregunta de qué estamos haciendo con el paraíso que Dios construyó. Qué es más importante, ¿la religión, el futuro de nuestro planeta o el dinero?
Pero sobre todo lo que nos encontramos es con una reflexión sobre el luto, como cada persona afronta de forma diferente la pena. La verdad es que tenemos un guion muy bueno y unas interpretaciones fantásticas, especialmente de Ethan Hawke. El problema es que en ocasiones se me ha hecho un poco pesada.
Destacar también que está rodada en un encuadre cuadrado de 1.37, contiene varias escenas de humor inesperado que ayudan a sobrellevar la temática tan seria y además cuenta con una escena de lo más bizarra que puede que no guste a todos.
Amante por un día (Philippe Garrel – Francia)
Philippe Garrel es, junto a Hong Sang-soo o Guy Maddin, un habitual del festival. En esta ocasión el director francés nos trae el cierre de la trilogía que completan La jalouise y L’ombre des femmes y que tratan el tema de la fidelidad y los celos. El argumento gira en torno a una joven (Esther Garrel) que rompe con su novio decide ir a vivirse con su padre (Éric Caravaca) pero lo que no sabe es que él tiene una relación con una de sus alumnas (Louise Chevillotte), una chica de su misma edad.
Amante por un día (L’amant d’un jour) tiene todos los elementos típicos del director: blanco y negro que da un aire atemporal a la cinta, la voz en off que nos cuenta lo que piensan y sienten los protagonistas e incluso la participación de sus hijos. En esta ocasión no vemos a Louis sino a su hermana Esther.
La película está escrita a cuatro manos por Garrel, Caroline Deruas, Arlette Langman y Jean-Claude Carrière (quién colaboró en varias cintas de Luis Buñuel). Y a pesar de ser premiada con el SACD de la Quincena de Realizadores de Cannes, me parece la menor de la trilogía pero aun así imprescindible para fans de Garrel.
La relación que se desarrolla entre las dos chicas sin duda hace que valga la pena invertir 76 minutos de tu tiempo. Pero por desgracia las escenas entre el protagonista y la joven novia me han parecido un tanto irregulares.
The day after (Hong Sang-soo – Corea del Sur)
Si a algunos ya les parece mucho que Woody Allen haga una película por año, el director coreano rodó el año pasado hasta 3 películas. Dos de las cuales se proyectan en el festival: la que nos atañe y La cámara de Claire.
En cuanto a The day after, nos habla de un hombre que dirige una editorial y su mujer, que se piensa que le está poniendo los cuernos con la secretaria. Poco más necesita Hong Sang-soo para desarrollar sus historias, solo sus elementos marca de la casa: largos diálogos que recuerdan el cine de Richard Linklater, una cámara que hace zoom in y alcohol, mucho alcohol.
Una de las cosas que más me fascina de la película es la honestidad con la que hablan mucho de los personajes. Básicamente las mujeres. Pues aquí vemos al protagonista, que esconde muchas cosas, ser metafóricamente abofeteado por las verdades que sueltan las mujeres a su alrededor. Este tipo de escenas son las que más han sabido desarrollar la parte humorística del guion. Pero es que además de gritos y relaciones prohibidas nos encontramos con conversaciones de lo más interesantes que tratan temas trascendentes como la Realidad o Dios.
En general es una buena película pero lo último que vi del director – Ahora sí, antes no – me pareció tan innovadora que ésta me ha decepcionado un poco. Vale sí, tenemos un par de flashbacks al principio, una elipsis al final, pero me gustaría ver a Hong Sang-soo experimentar más.
Invisible (Pablo Giorgelli – Argentina) – Con la presencia del director
El argentino Pablo Giorgelli se hizo un nombre en 2011 con Las Acacias que ganó la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en Cannes. Ha tardado, pero 6 años después vuelve con su segunda película, Invisible. Según las propias palabras del director – que realizó un pequeño coloquio al finalizar la proyección – esta vez nos ha querido hablar de una adolescente desamparada en una Buenos Aires en un contexto político, social y económico concreto.
Ely es una joven que debe compaginar sus estudios con el trabajo para poder mantener a su madre, que sufre una depresión. Por si esto fuera poco, un día descubre que está embarazada y que en su país no puede abortar legalmente. Vemos a lo largo del film la lucha interna de la protagonista, que apenas habla durante la película.
Además ella es invisible. No cuenta con el apoyo de nadie a su alrededor: ni su familia, ni su amante, ni el colegio ni los hospitales. Por eso como espectador no vemos muchas de las caras de los otros personajes, no vemos a los profesores, doctores o incluso algunas veces ni su propia madre. Todas las escenas son de su día a día, en un tiempo continuo casi sin cortes, viendo cómo debe hacer frente a la vida sin ayuda de casi nadie. Incluso el sonido (escuchamos el ruido de la calle en casi todo momento) hace que el espectador sienta ese agobio.
En cuanto al aborto, Giorgelli comentó a modo de curiosidad que justamente por las fechas en la que se estrenó la película empezó el debate en el Parlamento para abrir la posibilidad de legalizar el aborto en Argentina. Aunque según el director él no se quiso mostrar su posición sobre el tema, la situación es tan claramente horrible que sentí que podía ver qué es lo que opinaba él. O a lo mejor es que tengo una posición tan firme al respecto, que he querido ver algo que no hay.
Dhogs (Andrés Goteira – España) – Con la presencia del director
Inspirado en Tarantino, David Lynch o los heramanos Coen, Goteira nos trajo una película de lo más extraña pero a la vez hipnótica. De esas que al salir de la sala, o incluso días más tarde, sigues pensando en ella. Y como bien apuntaba el realizador español antes de empezar la proyección, es una de esas cintas que amas u odias.
Dhogs es el juego de palabras entre dogs (perros, sumisos) y hogs (cerdos, perversos) una combinación que los humanos poseemos. Dirigida en gallego (lengua que se habla en la comunidad autónoma de Galicia y que mezcla el español con el portugués), tuvo bastante éxito en el Festival de Sitges e incluso pasó por el BAFICI.
Sin contarles mucho, pues es mejor verla sin saber prácticamente nada, la trama nos habla de un taxista que lleva a un hombre de negocios a su hotel. En el bar del hotel en el que se aloja conocerá a una chica. Tienen sexo en la habitación de él, ella se va y a partir de ahí empieza una espiral de violencia y perversión. Una historia sobre personajes cruzados para nada habitual. Tiene una estructura narrativa que hace que solo a medida que vaya avanzando la trama podamos ir entendiendo lo que hemos ido viendo en pantalla.
La parte más interesante de la cinta es la reflexión que se hace sobre el espectador. Mientras ves la película te das cuenta de cómo el director nos habla de las reacciones que tenemos ante el humor, el sexo y sobre todo, la violencia. O incluso cómo nos dejamos influenciar por los demás cuando estamos en una sala de cine (se ríen, me río. Aplauden, aplaudo).
Destacable a nivel visual, sonoro e incluso con varios diálogos brillantes. Estoy deseando ver con qué nos sorprenderá Goteira en su próxima película. De momento me conformaré con volver a ver Dhogs.
The Green Fog + Accidence (Guy Maddin, Evan Johnson y Galen Johnson – Estados Unidos)
Descubrí a Guy Maddin en el D’A 2016 con Bring me the head of Tim Horton y me di cuenta de que se trataba de uno de los autores más originales que tenemos en el panorama actual. Este año no quería perderme sus últimos trabajos y no era la única pues la sala se llenó y muchos disfrutamos con la película que más carcajadas ha despertado en lo que va de festival.
En esta ocasión hemos tenido una sesión doble. Primeramente pudimos disfrutar de Accidence, un cortometraje que tiene como punto de partida el voyerismo de La ventana indiscreta. Durante 10 minutos vemos la vida de todos y cada uno de los vecinos de un edificio: fiestas, cenas, mudanzas, policías… Decenas de historias pasan al mismo tiempo y hace que tengas que elegir en qué quieres focalizar la atención, haciendo que cada espectador vea algo diferente.
Y la otra proyección ha sido The Green Fog, una película-encargo del Festival de Cine de San Francisco en la que se reinterpreta Vértigo de Hitchcock a través de fragmentos de películas o series antiguas que fueron rodadas en esa ciudad. El resultado es un conjunto de escenas relativamente inconexas montadas de una forma tan brillante que es imposible que no te rías. Además juega con las imágenes dentro de otras imágenes y personajes escuchando a otros personajes. Para que se hagan una idea: en una escena un grupo de policías de los años 70 se pone a ver un videoclip de Nsync como si fuera una escena vital para el caso.
Estos dos trabajos son algo más “convencionales” (si es que podemos llamar al cine de Maddin convencional) que lo que suele rodar, lo que los hace ideales para aquellos que no conozcan el cine del canadiense. Realmente les recomiendo que vean estas dos películas, son toda una experiencia cinematográfica.
3/4 (Ilian Metev – Bulgaria)
La película gira en torno a un padre profesor de universidad y a sus dos hijos, uno de ellos es un niño con un alma inquieta y la otra es una joven con aspiraciones de estudiar piano en Alemania. Ellos forman las 3/4 partes de una familia, la madre está fuera de la ecuación. Además el 3/4 nos habla del ritmo pues la música de piano juega un papel muy importante en la película. Y como bien apunta la protagonista en una de las escenas “tenemos que ir al mismo ritmo” pues cada miembro de la familia va por un lado diferente.
La película es tan realista, muestra la vida de estos tres personajes de una forma tan sencilla y transparente, que sientes como si estuvieras viendo sus vidas a través de un pequeño agujero. Es casi como ver un documental. Las relaciones están muy bien desarrolladas. Especialmente me ha parecido muy logrado como Ilian Metev ha sabido transmitir cómo son las relaciones entre hermanos: en un momento están peleando, al siguiente momento se están riendo para al cabo de un segundo volver a enfadarse.
El único problema es que el personaje del padre no me ha terminado de convencer del todo, no tanto la actuación sino el guion. Y sobre todo hay una escena hacia el final que me ha parecido un poco fuera de tono con lo que veníamos viendo y que ha acabado haciendo que mi valoración final no sea tan buena. Sin ser perfecta, recomiendo 3/4 a aquellos que les guste el tipo de cine sencillo y realista.
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