El desorden que dejas: lo que queda cuando te vas

El desorden que dejas, de Carlos Montero, es una serie de ocho capítulos, basada en una novela del mismo nombre y autoría del susodicho, que sigue la peripecia de una profesora de Literatura, afectada por la muerte de su madre, que se muda al pueblo de Galicia de donde es oriundo su marido para hacer una suplencia en el colegio del lugar y de cómo se obsesiona con el caso de su desaparecida predecesora.
La protagonista de este intenso thriller psicológico es Raquel, y su predecesora, otra joven profesora de Literatura, es la enigmática Viruca, dos personalidades bien distintas cuyos destinos parecen solaparse.
El desorden que dejas nos brinda un relato de absorbente suspenso y presenta una trama en la que no faltan: un misterio por resolver, multiplicidad de sospechosos y un contexto de pueblo chico impregnado de muertes, hipocresías y corruptela. Imaginemos la eficacia de esta base argumental tantas veces probada y agreguemos dosis adecuadas de conflictos adolescentes, de sexo y de drogas.
Un universo diegético principal, consistente en un pueblo de ficción (Novariz) enclavado en un territorio real (Galicia), lleno de hermosos parajes y con una naturaleza de estética pictórica-cinematográfica, muy bien aprovechados, pero con una infraestructura módica para la producción, alcanza y sobra para contar esta historia intrincada de secretos y mentiras.

En ese contexto, un instituto de enseñanza media de envergadura, cuatro casas de familia, un restaurante, un bar, un hospital, la comisaría y alguna que otra callecita resultan las locaciones primordiales que, junto a esos maravillosos paisajes antes mencionados, completan la oferta.
Y sobre esa base escénica se desarrolla la historia de Raquel. Vulnerada por la pérdida de su madre y con un matrimonio endeble, acepta mudarse de la ciudad donde vive al pueblo de su pareja. Lo hace para empezar a trabajar como lo que es: una profesora de Literatura. Lo que Raquel no sabe de entrada es que va a reemplazar a una suicida.
No tardará demasiado en enterarse y esta noticia comenzará a perturbarla. Para colmo de males, las circunstancias se agravan cuando, a la finalización de una de las clases, encuentra, en su bolso, una nota que dice: “¿Y tú cuánto vas a tardar en matarte?”.
Ante tan severa conmoción, Raquel intenta averiguar quién está detrás del acoso, al mismo tiempo que se va obsesionando por conocer los pormenores de la trágica historia de su predecesora, desaparecida en forma extraña, y, para peor, utilizada sistemáticamente por los alumnos para chicanearla y boicotear su desempeño como profesora.

En el marco de esta obsesión, Raquel no puede dejar que preguntarse: ¿qué es lo que llevó a Viruca a la depresión?, ¿si sus estudiantes la amaban? ¿Se habría suicidado realmente? ¿Será posible que lo que le pasó a la otra pueda ocurrirle también a ella?
Cómo saber quién es el culpable, cualquiera puede serlo, incluso Germán, su marido, que de alguna forma también entra en el cono de sospechas.
A partir de esta diversidad de potenciales responsables de tanta vida desgraciada, antes con Viruca, ahora con Raquel, se genera el efectivo planteo narrativo que me recuerda a los buenos libros de Agatha Christie y a su estrategia de ir dejando, a lo largo de los capítulos, pistas suficientes para que el espectador pueda hacer su propia deducción, incluso llegar a un descubrimiento prematuro del culpable, haciendo de esta manera un buen uso narrativo de lo que en literatura se conoce como whodunit (de “Who’s done it?”).
Como en toda adaptación de una obra literaria al lenguaje audiovisual, Montero, en esta ocasión autor de la novela y realizador de la serie, ha efectuado un conjunto de cambios que favorecieron el relato. En especial, son de destacar:
*Un cambio de estructura, utilizando dos líneas temporales (correspondientes a cada una de las protagonistas) que van alternado de manera constante, entrecruzan conceptualmente las vidas y suertes de las profesoras de Literatura, que le ha permitido desarrollar más y mejor tanto el personaje de Viruca como su contexto. En la novela solo hay una línea narrativa que es la de Raquel, y nos enteramos de lo que pasó con Viruca solo en la medida y oportunidad en que ella misma va tomando conocimiento de los hechos. Además de beneficiar dramática y narrativamente el relato, en esta versión audiovisual, el cambio de estructura también nos lleva a tener que considerar la existencia de dos protagonistas con peso relativo equivalente, cuando en la novela la única protagonista es Raquel.
*La conexión entre Raquel y Viruca es mucho más potente en la serie que en la novela, ya que Montero hace que se crucen físicamente en una escena en la que ambas están en la sala de espera de un hospital, circunstancia que no se da en la versión literaria, pero que potencia la historia y permite un margen de información para el espectador que las protagonistas no manejan en ese momento, nosotros sabemos de ellas cosas que ellas ignoran.
*El involucramiento de uno de los chicos más apegados a Viruca, el sensible Roi, en el descubrimiento de su cadáver hace que este personaje tenga mayor protagonismo en la serie, haciendo su aporte para el mayor conocimiento de la malograda profesora de Literatura y tratando de impulsar la investigación del suceso a través de Raquel. En la novela el cuerpo de Viruca es encontrado por un fotógrafo ignoto, durante una sesión de fotos de una boda.

Como se ha mencionado, el aprovechamiento de bellas locaciones al aire libre y el cambio de estructura, con la alternancia de dos líneas temporales que ponderan por igual a los personajes de las profesoras y sus historias, son los puntos sobresalientes que potencian la versión audiovisual. A estos atributos, tenemos que sumar sin lugar a dudas, tanto el lote de personajes principales como los actores y actrices que los protagonizan.
Raquel Valero (Inma Cuesta) es la protagonista. Se trata de la maestra vulnerable que llega a un pueblo rural de Galicia para suplantar a otra profesora con un final bastante misterioso. Raquel se obsesiona con su predecesora y, repentinamente, se ve envuelta en una red de amenazas, mentiras y misterios que cambian su vida.
Viruca o Elvira Ferreiro Martínez (Bárbara Lennie) es el otro personaje principal. Se trata de la maestra de Literatura anterior del colegio Novariz. Todos en el pueblo cuentan que se ha suicidado, pero no todos lo creen. Si bien Viruca es el sujeto de deseo de Iago, uno de sus alumnos, su verdadero embrollo pueblerino es que está envuelta en una situación compleja y peligrosa, por una maniobra que ha ejecutado para salvar financieramente a sus padres.
Germán (Tamar Novas) es un escritor frustrado y esposo de Raquel Valero. La convence de irse a vivir a su pueblo natal en Galicia, donde ella consigue trabajo en el colegio local, suplantando a Viruca. Germán conoce el caso, pero no lo advierte a Raquel, por miedo a que rechace su propuesta. ¿O será por otra cosa?
Iago (Arón Piper) es el alumno enamorado de Viruca. Un ser dual, atrevido y cobarde, recio pero débil, arrojado, aunque inseguro, victimario y víctima. Es uno de los principales sospechosos en buena parte de la trama, tanto del trágico destino de Viruca, como del acoso y maltrato hacia Raquel. Es hijo de Tomas Nogueira (Alfonso Agra), un empresario constructor, influyente en el pueblo y sus instituciones.

Mauro Muñiz (Roberto Enríquez) es el marido de Viruca, y también, es otro maestro en Novariz, el colegio donde ella daba clases. Después de la muerte de su esposa ¿o su exesposa?, es uno de los que pone en dudas el suicidio, y aunque al principio maltrata a Raquel, la termina alentando para que lleve a cabo su personal investigación.
Roi (Roque Ruíz) es otro de los alumnos destacados. Es el que logra mantener un diálogo sincero con Viruca. A través de trabajos de expresión escrita, le confiesa varios de sus secretos. Es también quien descubre su cuerpo flotando en el agua y otro de los que intentan ayudar a Raquel en su investigación sobre lo que le pasó a Viruca.
Por último, tenemos a Nerea (Isabel Garrido), la alumna del colegio Novariz, que siendo feminista y amigovia de Iago, admira a Viruca y termina respetando a Raquel, porque ambas la han ayudado a descubrir las bondades de la lectura. Es una de las estudiantes destacadas, aunque participa lateralmente en el entramado que investiga Raquel y de sus consecuencias directas o derivadas.
Dicen de El desorden que dejas que es un thriller perverso y apasionante, que disecciona la debilidad humana, examinando sus vitales componentes como la culpa, la fragilidad de las relaciones, las mentiras, los secretos y todos esos dispositivos sobre los que solemos montar nuestras vidas, sin medir sus eventuales consecuencias. Dicen que es una serie totalmente disfrutable. Dicen que ya se ha convertido en el nuevo fenómeno español de Netflix. Dicen que la formula “pueblo chico, infierno grande”, no falla jamás. Yo que la vi de un tirón, la disfruté y la recomiendo, destacando en especial la performance de la enigmática Bárbara Lennie y la buena noticia de que, por ahora, no habrá segunda temporada.
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