Los ilusos #18: tú no has ganado nada

Hola, ¿cómo están? Espero que esta semana mucho mejor. En CABA no existe más la pandemia. Lo confirma un estudio de la Universidad de Tres de Febrero y toda la gente amuchada en los bares y los bosques de Palermo. Por suerte, todos los días sale un nuevo estudio sobre la eficacia de las vacunas y los laboratorios se pelean por el mejor promedio cual estudiante en colegio secundario para ver quién va a la bandera.

Debo decirles que la ilusión de que esto comience a estabilizarse antes de tener una segunda ola es lo único que me mantiene en pie. Eso y estar a punto de terminar de cursar y dar clases. Porque ya saben, yo fracasé en todo y por eso decidí ser docente, como dijo la ministra Acuña.

La semana que viene y la próxima no habrá columna. El motivo es simple, el Festival de Cine de Mar del Plata. Intentaremos escribir sobre la mayor cantidad de películas posible y un poco todo girará sobre eso.

La semana pasada les dije que hoy íbamos a charlar un poco sobre ciertas consideraciones o comentarios que tengo sobre el festival y un análisis más coyuntural del contexto en el que se está realizando. Al final eso salió publicado en la nota con las recomendaciones y toda la información que necesitan para disfrutar del evento. Pueden leerla aquí.

Esta semana, estoy un tanto ausente de novedades. Vi películas muy malas, de las que en verdad no esperaba nada y nada me dieron. No creo que tenga mucho sentido hablar de eso. Buscando sobre qué escribir, y en función de una de estas películas que había visto y no me había gustado nada, se me ocurrió la idea de hacer una pequeña recomendación de documentales deportivos. Qué sé yo, a mí me gustan mucho y creo que es una buena opción para alivianar estos tiempos.

Les propongo entonces una edición más compacta de la columna, pero con muchas cosas para ver.

Antes de arrancar, nobleza obliga. Fernando Martín Peña está organizando una nueva edición de su mítico BAZOFI. Inicia mañana y habrá una retrospectiva del cine de César González, películas de Fregonese, un foco dedicado a Sean Connery y muchas cosas más. Todo será transmitido por el canal de Youtube del evento y en su fanpage de Facebook pueden bucear entre la programación. Alegría sin fin.

Misceláneas atemporales: documentales deportivos

El documental sobre acontecimientos o figuras deportivas es uno de mis favoritos como espectador. Tiene siempre algo de épica en su estructura o en su manera de narrar. Hay una manipulación en la construcción de los personajes que permite recrear una suerte de camino del héroe que siempre es interesante y estimulante, porque además está mezclada con la caracterización de alguien que existe realmente. Por otro lado, está la competencia, que es un hecho dramático en sí mismo. Alguien va a ganar, alguien va a perder, el choque de fuerzas es inevitable.

Como en todo género o subgénero cinematográfico hay mejores y peores. Depende de los personajes y de la capacidad de los realizadores de captar lo mejor posible a ese sujeto documental y buscar los puntos más destacables de su personalidad, que puedan ser universalizados y reconocibles en el espectador. También depende de la competencia y cómo se la retrate. En mi opinión los mejores documentales son los que permiten trazar una suerte de metáfora entre un hecho deportivo y la vida cotidiana, donde la competencia y los deportistas son una alegoría de la sociedad y un conflicto o problemática determinada.

Es imposible abordar el género sin pensar en los ESPN 30×30, una serie de documentales que comenzó a producir la cadena deportiva para celebrar sus 30 años y que luego fueron mutando de formato, hasta convertirse en documentales con grandes niveles de producción e impacto. Dos de los más destacados del último tiempo son la serie de Michael Jordan, The Last Dance, y el documental de O.J. Simpson, O.J.: Made in America, que ganó el Óscar en 2017.

Olympia de Leni Riefenstahl es un documental nazi centrado en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936…. ¿Qué? ¿Dije nazi? Sí, bueno, antes que me cancelen les cuento: Leni Riefenstahl es una de las cineastas pioneras y más talentosas de la historia del cine, que tiene además la peculiaridad, por llamarlo de algún modo, de haber estado alineada con el Tercer Reich y todas sus atrocidades. Olympia, al igual que El nacimiento de una nación, tiene la particularidad de ser una película impresionante desde el uso de la técnica cinematográfica, pero al servicio de la peor ideología que pueda existir.

Al día de hoy el uso de los diferentes encuadres, la fotografía, el montaje y la puesta en escena que tiene la película son impactantes.

Cuando éramos reyes es un documental de Leon Gast que narra la pelea entre George Foreman y Muhammad Ali en Zaire, en 1974. El combate, uno de los más recordados de la historia del boxeo, se apodó en su momento Rumble in the Jungle y estuvo atravesado por toda la controversia que arrastraba para Estados Unidos la militancia de Clay en los 60, luego de su conversión al islam y el rechazo a enlistarse en el Ejército en 1966. La cantidad y calidad del material es impresionante, uno de los mejores documentales de boxeo que existen.

Once Brothers es otro de los grandes documentales de ESPN 30×30 y uno de los mejores sobre el básquet. Narra la relación de amistad y distanciamiento entre Vlade Divac y Drazen Petrovic, dos estrellas de la selección de Yugoslavia que llegaron a la NBA y que tuvieron diferentes devenires. Petrovic es recordado como uno de los mejores jugadores europeos de la historia del básquet, pero no logró hacer mella en Estados Unidos, mientras que Divac fue una de las figuras de la liga estadounidense durante su paso por Los Angeles Lakers y los Sacramento Kings.

El conflicto entre ambos amigos estalló en 1991 con la Guerra de los Balcanes y el desmembramiento de Yugoslavia. Petrovic era croata y Divac serbio, con las diferencias que eso conllevaba en el conflicto. El modo en el que está retratada la cuestión en el documental es magnífico y la forma de abordarla también. Una verdadera joya.

The King of Kong: A Fistful of Quarters es un documental de videojuegos, sí; pero también es sobre deporte, porque está centrado justamente en las competencias de arcades y en el mundo de los récords en los fichines. Narra la cruzada de Stevie Wiebe por superar el puntaje de Billy Mitchell, “el jugador de videojuegos del siglo” en el Donkey Kong. No quiero decir mucho más, si no lo vieron es uno de los mejores documentales que haya visto y de mis favoritos. Un mundo hermoso, lleno de gente increíble, retratada de un modo magnífico. Bueno, mejor me dejo de adjetivar. Véanlo.

Por último, Los pibes es un documental observacional que narra el trabajo del equipo de cazadores de talentos de Boca Juniors y el proceso de selección de los futuros cracks xeneizes. El documental, como buen registro de observación, tiene situaciones increíbles, en el buen y no tan buen sentido. Otra verdadera joya perdida en el catálogo de CineAr.

¿Qué estoy leyendo? Las principales teorías cinematográficas, de Dudley Andrew

Otra vez se da la curiosa situación de que les recomiende un libro que efectivamente estoy leyendo mientras escribo estas modestas líneas. El texto de Dudley Andrew repasa las principales teorías sobre el cine hasta mediados de los 70, con el abordaje de Christian Metz.

Es interesante para quienes quieran entrar en otro vínculo con la historia del cine y el pensamiento audiovisual y complementar el entendimiento de algunos postulados de la bibliografía de Bazin o Kracauer. En el caso de Metz, que no es el teórico más fácil para entrarle, también.

Como cualquier libro que resume teorías e ideas de otro pensador tiene el problema de la interpretación y el análisis del texto ajeno, pero, con esa salvedad, me viene resultando bastante amigable. Además se consigue en PDF con mucha facilidad.

Bueno, eso fue todo.

Nos vemos cuando pase el Festival de Mar del Plata.