Ip Man, el final
Los chinitos pelean mejor
Hablar de cine de artes marciales me retrotrae a mi infancia y a mi adolescencia, como a muchxs seguramente. Cuando somxs chicxs lo primero que nos atrae del cine son los efectos especiales, las animaciones y la acción. ¿Quién no se enganchaba con las pelis de Van Damme, Stallone, Arnold o Chuck Norris? Entretenimiento puro, en aquel entonces unx no discutía si el argumento tenía verosimilitud, si caía en estereotipos, ni nada. Para mí todo cambió cuando vi La cámara 36 de Shaolin (1978), protagonizada por Gordon Liu. En esas coreografías de peleas, por más que volaban exageradamente y que había actuaciones ridículas, veía los goles y los movimientos como más reales. Después de eso, al ver una de acción hollywoodense las peleas allí me parecían lentas y falsas (a excepción de Steven Seagal). Así que sólo transité el camino de ver películas chinas y aparecieron en mi vida cinéfila los Bruce Lee, Jackie Chan, Jet Li, Donnie Yen, Sammo Hung, Lieh Lo, Lung Ti, entre otros, o el cine de los Shaw Brothers y la Golden Harvest.
Noto que también Hollywood pasó por esta transición, porque a mediados de los 90, Jackie Chan ya producía sus películas para la gran industria, y puntualmente, con la aparición de Jet Li en Arma mortal 4 (1998) es cuando veo (una apreciación propia, ojo) que el cine de acción yanqui cambia. Posteriormente a esa película, las escenas de lucha de todo Hollywood ya tendían a la velocidad y verosimilitud, al igual que el cine de los chinos. El coreógrafo marcial tomaba un rol importante: los chinos llegaron para quedarse.
Introducción a la saga Ip Man
Pero, en fin, me estoy yendo por las ramas. Acá vamos a hablar de la saga de Ip Man. Primero debemos contar que Yip Man fue un maestro de artes marciales, más precisamente de wing chun, al que popularizó y con el que se convirtió en una leyenda. Tuvo como alumno, entre otrxs, al famosísimo Bruce Lee. Antes de hablar de la cuarta película, y última, haré un breve repaso de las anteriores.
En Ip Man (2008), en Foshan, de familia acomodada y en la constante negación de tomar alumnos, el Maestro Ip (Donnie Yen) vive en tranquilidad con su mujer e hijo pequeño, aceptando desafíos de otros maestros, hasta que, en 1937, China sufre la ocupación de Japón antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Con un nuevo orden en la ciudad, el Maestro luchará por la dignidad de sus compatriotas y del arte marcial chino, para demostrar que no es inferior al japonés.
Ip Man 2 (2010), con una China devastada, pobre y hambrienta en la posguerra, el Maestro Ip se muda con su familia a Hong Kong bajo el dominio colonial británico con la esperanza de tener un mejor pasar. Perdida la posición acomodada anterior a la guerra, al Maestro no le queda otra que instaurar una escuela de kung fu, de su wing chun para mantener a su familia. Sin embargo, el Maestro Hung Chun-Nam (Sammo Hung) será un obstáculo al exigirle una cuota que Ip Man se niega. Salvado este escollo, nuevamente el Maestro luchará por la dignidad de las artes marciales al enfrentar a un terrible boxeador y asesino inglés.
Manteniendo un bajo perfil, en Ip Man 3 (2015) el Maestro es nuevamente absorbido por los problemas. Los yanquis son quienes tienen el control financiero de Hong Kong en 1959, y quienes tienen el poder del sistema por encima de la policía, cuando Frank (Mike Tyson) da la orden de cerrar la escuela a la que casualmente acude el hijo de Ip. El Maestro deberá enfrentarlo para salvar el día. En la escuela conoce al padre de un amigo de su hijo, Cheung Tin-chi (Jin Zhang), también maestro de wing chun, pero de un estilo más ofensivo, contrario del estilo defensivo de Ip. Compañeros en la lucha por salvar la escuela, luego sus caminos de separan y vuelven a encontrarse en un desafío final.
Las 4 películas de la saga contaron con la dirección de Wilson Yip, guiones de Edmond Wong, producción de Raymond Wong y Donnie Yen y coreografías artísticas de Sammo Hung y Donnie Yen. Remarco esto porque en el medio hubo películas que tendieron a la confusión y muchos las consideraron canon: Ip Man The Final Fight (2013), olvidable totalmente, y The Legend is Born: Ip Man (2010), que cuenta los inicios del Maestro como alumno y tiene la particularidad de contar con las actuaciones de Sammo Hung y de Ip Chun, el hijo del verdadero Ip Man.
La única que puede considerarse un spin off y canon es Master Z: Ip Man Legacy (2018) con el foco puesto en Cheung Tin-chi posterior a la derrota con Ip Man, y su búsqueda de redención tras lo visto en Ip Man 3. Producida por Donnie Yen y Raymond Wong, se rumorea de una segunda parte en los próximos años.
Sólo por nombrar, The Grandmaster (2015), dirigida por Kar Wai Wong, también se centra en Ip Man, totalmente independiente a todas estas películas. Pero recomendable, el nombre del director solo ya invita a verla.
Por fin: Ip Man 4
Ya en los 60, viudo y con la noticia de un cáncer intratable, el Gran Maestro Ip viaja a San Francisco, Estados Unidos, gracias a la invitación de su famoso alumno Bruce Lee (Danny Chan) para conseguir un colegio que asegure el futuro de su hijo, con quien no mantiene una buena relación.
Como se planteó en las otras películas, hay un conflicto con los suyos y con los no chinos. En un colegio de San Francisco para anotar a su hijo le piden 10 mil dólares, suma que no tiene, o si no, una recomendación del CBA (Asociación China de Beneficencia). Esta le pide al Maestro que persuada a su pupilo Bruce de seguir impartiendo conocimientos de kung fu a los occidentales. Pedido al que se niega y por ende entabla una rivalidad con el presidente del CBA, Wan Zong-hua (Yue Wu), Maestro de tai chi.
En esta parte final, Wilson Yip y Edmond Wong exploran el racismo como obstáculo para cumplir sus metas. Racismo de los blancos conservadores americanos hacia los chinos, y de los chinos hacia los mismos chinos, ya que, al cerrarse con el arte del kung fu impiden un mayor conocimiento de la cultura milenaria oriental. Volviendo al racismo de los blancos, es que nos introduce en el eje del segundo conflicto de la película. Los chinos que prestan servicios en el Ejército son obligados a practicar karate japonés por considerar el kung fu débil, y por ende, a los chinos inferiores. A pesar de la intención de un joven recluta chino, alumno de Bruce Lee, de demostrar vía filmaciones el potencial del kung fu para el Ejército, el sargento de Artillería Barton Geddes (Scott “Yuri Boyka” Adkins) hará lo imposible y vencerá a quien sea para confirmar la superioridad del karate… hasta encontrar la pelea final con Ip Man.
Entre peleas geniales, clasismos de castas, racismo e introspección de un Ip Man en sus últimos años, la saga encuentra un cierre a la altura. Si bien la primera puede considerarse la mejor, la más profunda por el contexto, cada una tiene lo suyo y no defraudan.
Cabe destacar la banda sonora compuesta por Kenji Kawai a lo largo de las cuatro películas. Moviéndose entre lo épico, con instrumentales característicos chinos, logra resaltar tanto lo sentimental, como lo emotivo y lo adrenalínico, para no decir violento.
También la fotografía de Cheng Siu-Keung con los colores resaltantes y vivos, mucha iluminación, denota un cambio tanto de ambiente como de país con respecto a las anteriores. Los DF anteriores Sing-Pui O, Hang-Sang Poon y Kenny Tse (Ip Man 1, 2 y 3 respectivamente) manejaron colores más fríos y pasteles, a tono con la situación china de la posguerra.
Lo qutanto e prometió La Salada (con spoiler)
Traigo esto más que nada como anécdota personal. En mis tiempos de vendedor de VCD y DVD en puestos callejeros (en la 24 decimos no a la piratería) he caído atrapado en La Salada con el atrayente título de El Maestro de Bruce Lee. Claro, uno ve la película esperando ver a Bruce, y se come la hora y media sin noticias del creador del Jeet Kune Do. Lo bueno es que uno descubre Ip Man. ¿Bruce Lee? Al terminar el film, una foto y un intertítulo dirán que Ip Man fue maestro de Bruce.
En El Maestro de Bruce Lee 2, volvemos a caer en la trampa sólo para encontrarnos en un easter egg con un niño Bruce Lee queriendo aprender a pelear para “pegar a la gente que no me gusta”.
Listo, en El Maestro de Bruce Lee 3 va a tener un protagónico. No, otro pequeño cameo en el final. Para sincerarme, ya en esta época no iba a La Salada, pero supongo que seguirá siendo así.
Por fin, lo que tanto prometió la gran feria del Conurbano se da en El Maestro de Bruce Lee 4, donde el gran Bruce tiene un rol más allá de un cameo, siendo un personaje secundario preponderante, viéndolo pelear y viendo su famoso golpe de una pulgada.
Conclusión
Para épocas de cuarentenas, para un fin de semana largo, en algún momento hay que encontrar un tiempo para ver esta saga. Entretenimiento garantizado, y también un buen motivo para iniciarse en el cine de artes marciales.