33° FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA: RESEÑAS DÍAS III & IV
Segunda tanda de reseñas desde el mar, en esta oportunidad películas de las diferentes competencias y secciones paralelas del festival. Para todos los gustos.
PANORAMA ARGENTINO
Tampoco tan grandes (Dir. Federico Sosa), por Fabio Vallarelli
Luego de haber presentado hace algunos años en la Competencia Argentina su ópera prima Yo sé lo que envenena, Federico Sosa vuelve al festival de Mar del Plata con su nuevo largometraje de ficción, Tampoco tan grandes, una comedia romántica en clave de road movie muy sólida en todos los sentidos. Bien escrita y mejor actuada, con una puesta en escena precisa y por momentos escueta, la película cuenta la historia de Lola (Paula Reca, adorable) quien luego de la muerte de su papá deberá emprender un extraño viaje para resolver cuestiones de la herencia junto a su ex novio Teo (Andrés Ciavaglia, amigo de la casa), la hermana de este (María Canale) y la pareja de su padre (Miguel Ángel Solá, en un registro atípico para él pero muy logrado).
Con una duración muy ajustada, apenas 80 minutos, el filme es fresco, divertido y sumerge al espectador en una historia muy tierna y divertida. Todos los diálogos están en tono, no le sobra ni le falta nada y el trabajo de los interpretes es notable, especialmente el dúo protagónico que se luce en todas las escenas
Tampoco tan grandes es, en definitiva, un ejemplo de un estilo de cine comercial, clásico y abierto a un amplio espectro de público que raramente se puede encontrar en el cine nacional.
PANORAMA “NUEVOS AUTORES”
Flesh Memory (Dir. Jacky Goldberg), por Fabio Vallarelli
En un entrecruzamiento entre la ficción y el documental obeservacional, el francés Jacky Goldberg cuenta la historia de Finley, una joven de 33 años que trabaja como camgirl en Austin, Texas. A lo largo de los 60 minutos de duración del filme, Goldberg registra con escasa fragmentación secuencias muy marcadas de la vida de su protagonista. La observamos trabajar y pasar sus días mientras lucha por recuperar la custodia de su pequeño hijo.
Intimista, precisa y con mucha sensibilidad, Flesh Memory ofrece un retrato de un personaje pintoresco con mucha honestidad y sin juzgar a su protagonista. Quizá el único punto flojo del filme sea la elección de una música que ocasiones va en contra de lo que la imagen expresa; sin embargo, esto no es molesto en demasía y la película cumple todos sus cometidos. De los mejores filmes que pueden encontrarse en las secciones paralelas del festival.
Wildlife (Dir. Paul Dano), por Fabio Vallarelli
Paul Dano hace su debut como director a los 34 años con un sólido y crítico retrato sobre la construcción de la familia típica norteamericana en plena crisis del american way of life durante los 60’.
Jerry (Jake Gyllehaal) y Jeanette (Carey Mulligan) son los padres del pequeño Joe (Ed Oxenbould, que con apenas 17 años se roba la película). El matrimonio entra en crisis por la inestabilidad y las múltiples mudanzas que le genera la situación del país y eso hace que Joe deba presenciar cómo su familia se desmorona cuando un modo de vida y ciertas tradiciones entran contradicción.
Si bien por momentos la película puede resultar un poco tediosa, la mirada que tiene Dano sobre la familia y la construcción de los vínculos aparece retratada con mucha crudeza y actualidad, muy en línea a lo narraba en su momento Blue Valentine.
El silencio de otros (Almueda Carracedo & Robert Bahar), por Fabio Vallarelli
Este documental español producido por la factoría de los hermanos Almodovar narra las desventuras que sufren las víctimas del franquismo en su búsqueda de justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el régimen del dictador español.
De manera muy didáctica, pero sin dejar de lado una búsqueda cinematográfica, los directores van alternando testimonios con material de archivo y una voz en off para explicar cómo luego de muerto Franco y recuperada la democracia en España se selló un pacto de impunidad, mediante una ley de amnistía que hasta hoy se encuentra vigente.
De este modo, el documental comienza a seguir a un grupo de víctimas que con la ayuda de abogados de Derechos Humanos buscarán obtener mediante la aplicación de la jurisdicción universal un castigo internacional para los principales criminales, que al día de hoy se encuentran en libertad viviendo como ciudadanos comunes y corrientes a pesar de haber matado y torturado a miles de personas.
La película retrata con mucha solidez y sin golpes bajos todo este recorrido, al tiempo que tiene una mirada optimista respecto a cómo esta puja ha ido creciendo paso a paso con el correr de los años obteniendo, de a poco, pequeños resultados que permiten soñar con que algún día se hará justicia.
Lo más importante del documental está en la claridad con la que aborda el tema y la solidez de un registro impecable desde lo técnico, siendo este último un elemento central que generalmente los documentales testimoniales suelen obviar, especialmente en nuestro país.
HORA CERO
Inuyashiki (Dir. Shinsuke Sato), por Luca Maldini.
El responsable de los live action de Death Note, Bleach y Gantz, todos reconocidos mangas y posteriores animes, nos trae la adaptación de Inuyashiki, bastante menos conocido en occidente que los antes mencionados.
La historia gira en torno al padre de la familia Inuyashiki, un viejo más bueno que el pan que es constantemente maltratado por su familia porque sí. Un día, luego de ser diagnosticado con una enfermedad terminal, una entidad desconocida le concede poderes a él y a un estudiante perturbado lo que comenzará un enfrentamiento clásico entre el bien y el mal.
Teniendo en cuenta mi total desconocimiento del material original me animo a decir que esta es una película divertida, que le presta atención a sus personajes bastante más de lo esperado, sobre todo al antagonista a quien llegamos a entender bastante. Unos sorprendentes buenos efectos especiales cierran el paquete para una adaptación de manga que, con todos los pro y contras que eso conlleva, nunca deja de ser puramente entretenida.
COMPETENCIA ARGENTINA
La Huella de Tara (Dir. Georgina Barreiro), por Luca Maldini.
Georgina Barreiro nos sumerge momentáneamente en la vida de los habitantes de un pequeño pueblo budista -país independiente recientemente anexado- de la India mientras lidian con sus tradicionales rituales y las intervenciones más modernas de la globalización, como un concurso a lo got’s talent organizado en el mismo pueblo o los celulares y los programas de televisión indios, por ejemplo.
Puro documental observacional, la rigurosidad estética que maneja el equipo de La Huella de Tara con impecables encuadres y fotografía no le impide a la realizadora capturar esos pequeños momentos íntimos que resultan más reveladores que cualquier entrevista. No solo eso, sino que al estar enfocado en la perspectiva de los más jóvenes, esta nueva generación que siente el choque de lo tradicional con lo nuevo, también hay muchos momentos con los más chicos que son sumamente enternecedores.
La Boya (Dir. Fernando Spiner) (SOFC), por Fabio Vallarelli
Con casi 60 años Fernando Spiner (La Sonámbula, Adios Luna Querida, Aballay) ofrece con La Boya su película más pequeña pero la mejor y más emotiva de toda su filmografía.
Parte ensayo documental parte documental interactivo, La Boya indaga en el pasado del realizador, sus padres, sus abuelos, sus orígenes y cómo fue la vida de su mejor amigo, el poéta Anibal Saldivar, luego de que él se fuera a estudiar cine a Roma y este último se quedara en su Villa Gesell natal.
Con la excusa de un ritual de ambos amigos de nadar hasta la primera boya, Spiner realiza una búsqueda al interior de su familia y sus sentimientos, propios de un hombre de 60 años que ya tiene la edad de sus padres cuando él era un joven estudiante de cine en el extranjero.
El filme reflexiona sobre los vínculos, el paso del tiempo, los mandatos familiares y la idea de crecer. Todo con mucha honestidad y una belleza que más de una vez hará lagrimear al espectador sensible. No miento ni exagero, es la mejor película de un gran cineasta nacional.
COMPETENCIA LATINOAMERICANA
La Migración (Dir. Ezequiel Acuña), por Fabio Vallarelli
Radicado en Perú desde hace algunos años, Ezequiel Acuña (Nadar solo, Como un avión estrellado, Excursiones) vuelve a la Argentina a presentar su más reciente película, La migración, una suerte de continuación de su anterior filme, esa gran joya que es La vida de alguien.
En esta oportunidad Guille (Santiago Pedrero) sigue buscando a su perdido y querido amigo Nico (Ignacio Rogers). La acción se traslada a las playas limeñas, hacia donde el músico parte luego de recibir una extraña postal que le daría indicios de dónde ubicar a su extraviado compañero.
Ya instalado en Perú y en su primer filme rodado en digital, Acuña se las ingenia para mantener la frescura, ternura y nostalgia de sus jóvenes personajes, al tiempo que sigue trabajando sobre las pérdidas y los miedos del hacerse grande.
Como siempre, Acuña filma tan lindo y tan poco que siempre se lo está extrañando.
Fausto (Dir. Andrea Bussmann), por Luca Maldini.
En una extrañísima mezcla de documental y ficción, Fausto habla de un pueblo costero de México y su historia de fantasmas, animales telepáticos y sombras misteriosas. Con lo que parece ser un registro documental del pueblo y las anécdotas de sus residentes, pero con una voz en off que parece estar más cerca del ámbito de la ficción, Fausto es una película difícil de descifrar.
El filme es pura atmósfera, valiéndose más del misticismo con el que se pueda retratar el lugar que de formas narrativas tradicionales. Que la propuesta mezcle documental y ficción de una manera tan poco convencional hace que por momentos sea difícil distinguir lo real de lo ficcionado. Por ejemplo, durante todo el filme escuchamos y vemos a personas contar historias con elementos sobrenaturales pero ¿son realmente personas con anécdotas extrañas o actores inventando un relato? La ausencia de la realizadora en la proyección a la que asistí me dejó con incógnitas de este tipo pero al mismo tiempo bañó de interesante incertidumbre a un relato que bordea lo experimental.
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