Reseña: Bienvenidos a Wrexham

Los actores Rob McElhenney (It’s Allways Sunny in Philadelphia) y Ryan Reynolds (Deadpool) fueron tendencia a fines de 2020. No por una serie de televisión o una nueva película, sino por la compra del Wrexham AFC, club galés de fútbol que participa en la quinta división del fútbol inglés.
Y como parte de la movida, los mismos actores documentaron sus movimientos antes y después de la adquisición en una serie que ahora ve la luz: Bienvenidos a Wrexham.
Claro que la noticia trascendió fronteras por ser dos personas ajenas al fútbol y, además, de Estados Unidos, un país de poca o casi nula tradición futbolística. Una especie de Ted Lasso, pero en reality, con los ojos puestos en los extranjeros locos, y las suspicacias de tener una aventura con la pasión por los colores de una comunidad.

Wrexham es un club de galés que supo tener su época de gloria entre las décadas de los 70 y 80, jugando en la segunda categoría del fútbol inglés. Sin embargo, las malas gestiones lo fueron relegando a participar entre la tercera y cuarta división, hasta el punto de caer en lo más profundo de las ligas de ascenso. Van 14 años sin que el club pueda salir del pozo de la Vanarama National League, quinta división del fútbol inglés. Esto significa, 14 años de estar en una liga semiprofesional, donde todo es cuesta arriba.
La serie abarca el final de la temporada 2020/2021, cuando los nuevos propietarios bancaron al plantel heredado y la temporada completa 2021/2022, donde Reynolds y McElhenney inyectaron mucho dinero para conformar un equipo competitivo que lograra el tan ansiado ascenso.
Claro que, no serán solo estos dos actores quienes se suban a la aventura. Además de ellos hay otros personajes, que son quienes deben rodearlos para la gestión del club. Porque, al fin de cuentas, ellos dos son solo empresarios y su intención es no perder dinero. Y bueno, seguir en la Vanarama National League supone perder mucha plata.

La serie no trata solo del andar de un equipo a lo largo de un campeonato, lo esencial está en la relación que traban los dueños, quienes vuelven a darle renombre a este humilde club. A su vez, ambos propietarios tampoco son amigos de toda la vida, su relación nace como una inversión financiera. En tercer lugar, está la relación de estos dos excéntricos con un deporte totalmente ajeno a su idiosincrasia, del que no comprenden del todo las reglas de un partido. Por último, y lo más importante, la serie aborda la relación del club con sus hinchas y fanáticos, lo que añade los elementos necesarios de sentimentalismo al producto.
Series documentales de clubes de fútbol hay muchas, las tienen Barcelona, Juventus, Manchester City, Tottenham Hotspur, etc. Sin embargo, la mayoría no logra generar ninguna conexión con el público más allá de ser productos publicitarios. Podrán mostrar sus instalaciones lujosas, sus futbolistas de élite, entrenadores con grandes galardones, el exitismo y materialismo en su máxima expresión, pero son vacías. Lo que tienen series como Del Sunderland hasta la muerte y Bienvenidos a Wrexham es la conexión que hacen de los clubes con los hinchas de a pie y su vínculo con su ciudad. No es coincidencia que tanto Sunderland como Wrexham sean pueblos que, al igual que sus equipos, supieron tener su época dorada y ahora están más relegados. La suerte del club y de su ciudad parecen estar atadas.