The Fabelmans: una obra maestra semiautobiográfica de uno de los mejores directores cinematográficos

¿Quién no tuvo alguna vez la difícil tarea de elegir entre el deseo y el deber?, ¿quién no tuvo que soportar en algún momento que minimizaran su pasión con comentarios malintencionados? Estoy segura de que nos ha pasado a muchos de nosotros, en especial, los que somos fanáticos del cine.
Esto es solo una parte de lo que nos muestra Steven Spielberg en su último largometraje, The Fabelmans, que se estrenó en Argentina el 26 de enero de 2023.
Se trata de un drama semiautobiográfico, guionado por Spielberg junto con Tony Kushner. Está protagonizado por Michelle Williams, Paul Dano y Gabriel LaBelle, con la participación de Seth Rogen, Judd Hirsch, Julia Butters, Jeannie Berlin, Mateo Zoryan Francis-DeFord, Oakes Fegley y David Lynch. Además, hace algunos días, el film fue nominado a 7 premios Oscar, entre ellos, a mejor película, y ya ganó los Globos de Oro a mejor película dramática y mejor dirección.

Ambientada hacia fines de los años 50 y principios de los 60, la película nos cuenta algunas cuestiones de la infancia y adolescencia de Spielberg, tales como el descubrimiento de su pasión por hacer cine, la profunda relación con su madre, el divorcio de sus padres y cómo esto le afectó en el último tramo de su adolescencia. Sammy (Gabriel LaBelle) –Steven Spielberg– se aboca a producir sus propias películas para evadir la dura realidad que enfrenta su familia, más allá de su gran amor por el cine.
Por otra parte, la historia tiene como eje principal el amor. No solo el maternal y romántico, sino también el que posee el propio director por un cine que ya no existe. Gabriel LaBelle, mediante una brillante y compleja interpretación, nos transmite la pasión del protagonista, emocionando hasta las lágrimas. Y es que muchos de nosotros, quienes amamos el cine, nos vemos reflejados en aquel Sammy fascinado por haber visto su primera película o ilusionado por perseguir el sueño de dedicarse a hacer cine.
Otro de los aspectos para destacar es la mención que se hace sobre el acoso escolar y antisemitismo que sufren los Fabelman al mudarse a California por el trabajo del padre de Sammy (Paul Dano), discriminaciones y maltratos que continúan vigentes hasta nuestros días y que se deberían erradicar. De todas formas, más que una denuncia, esto aparece en la película para reforzar el sufrimiento de Spielberg durante su adolescencia y cómo se aferró a producir sus películas para sobrellevarlo.

Michelle Williams se luce en su papel como la madre de Sammy, aportándole el dramatismo y la dulzura necesaria para distender un relato que por momentos es muy crudo. Por un lado, para mostrarnos lo cercana que era su relación con Sammy, cómo lo apoyaba y alentaba a seguir su pasión por el cine. Por el otro, para que el público entendiera lo difícil que le resultaba haber tenido que abandonar su sueño de ser pianista, como así también el hecho de ocultar algunos de sus sentimientos y deseos y lidiar con algunas cuestiones vinculadas a su salud mental.
Mención aparte merece Paul Dano en el rol de padre de familia. Un esposo amable y condescendiente. Como padre, tuvo un peso importante en las decisiones de Sammy/Steven, ya que subestimaba su pasión por el cine, al considerarla un “pasatiempo”, obligándolo a que estudiara una carrera que le “sirviera para el futuro”, pero, al mismo tiempo, también le proveyó todo lo necesario para que pudiera continuar con su carrera.

Hacia el final, la película recrea una de las anécdotas más conocida de los inicios de la vida profesional de Spielberg: su encuentro con John Ford, interpretado por el cineasta David Lynch, que le dio la lección de cine más importante de su carrera.
En definitiva, The Fabelmans es una película que, si bien es extensa y un poco lenta por momentos, se disfruta con una sonrisa de oreja a oreja de principio a fin. Un autohomenaje, pero que a la vez es una gran carta de amor al cine, por parte de uno de los mejores directores que haya dado Hollywood.