THOR LOVE AND THUNDER: MARVEL Y LA MAQUINA DE HACER CHORIZOS

BREVE RESUMEN SIN SPOILERS
Thor: Love and Tunder es la cuarta entrega del dios del trueno interpretado por Chris Hemsworth, dirigida por Taika Waititi. La cinta número 29, y por el momento la “última” del estudio Marvel. Comienza presentándonos el origen de Gorr “El carnicero de dioses”, villano principal de la película; que, como podrán imaginarse, busca hacerle honor a su apodo. Por su lado, Thor, que después de Endgame le cedió el trono de Asgard a Valkiria y se unió a Los guardianes de la galaxia, está en busca de un propósito, mientras sigue combatiendo con ellos peligros galácticos. Así está la cosa, hasta que se les llena la casilla del mail a nuestros héroes por el accionar de Gorr y deben enfrentarlo. Thor junto a Valkiria, Korg y el regreso de Jane Foster ahora personificada como The Mighty Thor buscarán entonces derrotar al villano.
Más o menos de eso va la película, todo lo que menciono fue mostrado con anterioridad en los tráilers.
THOR: UNA MIRADA AL PASADO SU METAMORFOSIS
Para hablar de Thor: Love and Thunder primero hay que mirar para atrás. Dentro de Marvel, bajo el plan de Kevin Feige, se plantearon trilogías para ciertos personajes en los que se podía sostener una saga y por donde se podía también atravesar arcos narrativos importantes. Obviamente, el alcohólico millonario y el militar descongelado recibieron su parte, pero también el nórdico electrificado. Otros personajes tienen sus películas, pero no les da para saga, son complementos y, por lo general, más disfrutables en grupo.
Las trilogías de Iron Man y Capitán América, a pesar de sus dificultades, salen adelante, pero Thor tiene pasaje más turbulento. Atravesando tres directores diferentes, dos estéticas muy disímiles e improvisando una tetralogía. Arrancamos con Thor (2013), de Kenneth Branagh, con una estética solemne y nórdica. Seguimos con Thor: The Dark World (2013), de Alan Taylor, continuamos la estética, profundizando la de Thor, pero para mal (un film más que olvidable, tuve que volver a verlo varias veces para confirmar algunos datos). Las dos nos dieron el universo más cercano a los comics. Con una primera entrega fructífera y bastante bien dentro de lo que es el MCU y una secuela para nada memorable. Luego de esto, Thor queda abandonado un par de años.

La llegada de James Gunn con Guardianes de la galaxia (2014) y de Peyton Reed con Antman (2015) trajo una profundización de la comedia al MCU, que hizo de Marvel el acólito destructor de la solemnidad que es hoy en día. Desde este punto la comedia se volvió mucho más participativa en casi todas las ramas del árbol, sin ningún tipo de balance. Thor no podía desaparecer y necesitaba un lavaje de cara, lo que le dio pie a Taika Waititi, el neozelandés de origen maorí-judío, que había alcanzado una visibilidad importante con What We do in the Shadows (2014).
Con Waititi y el grupo de guionistas de turno, se le dio un giro total al personaje y a su mundo. Se baja tres cambios a la solemnidad asgardiana, Thor hace un curso de stand up y sé retrofuturiza el universo, se hace más kirbiano (hasta el mismo Asgard se vuelve más colorido y vivo). Algo que para mí fue positivo, ya que ahora podías explotar la gracia de Chris Hemsworth. Esta metamorfosis estética y narrativa se plantea en Thor: Ragnarok (2017). Primero con la muerte de Odín, matar a lo viejo para dar paso a lo nuevo y luego con la destrucción de la mismísima Asgard, dejar atrás lo hermético de los nueve reinos asgardianos para universalizar al personaje. Borrón y cuenta nueva.
Con esto planteado pasamos a Thor: Love and Tunder. Analizada con spoilers.
ANALISIS SOBRE LA NARRATIVA
La película está llena de problemas. El más grande es Thor haciendo su transición de deprimido a ese Thor tibetano sentado en la montaña del planeta inicial. El Dios del trueno desde su segunda entrega viene perdiendo como loco. Después de Avengers: Infinity War y Endgame, el personaje cae en depresión y, en vez de mostrarnos una salida de ese estado en esta película (este renacer que planteo en el desarrollo del texto anterior), prefirieron dárnoslo en una píldora de seis minutos relatada por Korg. El único cambio que plantea Thor en lo que queda de película es pasar de la búsqueda de paz por no poder amar y ser amado, a jugar al romance con Jane y después tutelar a la hija del Carnicero. La evolución es mínima, el cambio no existe. Incluso en un momento se hace un chiste donde parece imitar a Jesús o a un santo, con una túnica. Cosa que se podría haber explotado como alegoría. Pero ni eso.

A todo esto, se nos plantean dos subtramas. La primera es la vuelta de Natalie Portman como la doctora Jane Foster, padeciendo un cáncer terminal. Por medio de otro relato de Korg, nos plantean como es que el Mjölnir, destruido y expuesto en Nueva Asgard, la llama y se vuelve digna transformándose en The Mighty Thor. Esta subtrama me parece mejor que la trama principal. Sí, ella termina muerta, pero en el Valhalla, esta aventura de Jane le concede la vida eterna. Al menos la única que parece existir en el MCU.
En la segunda. Vemos a Valkiria ejerciendo como reina de Nueva Asgard, se la muestra aburrida de esa vida y desea conflicto, esto es lo que primero la moviliza. El tema con la subtrama es que queda abandonada, sin cambio. Arranca gobernando aburrida y termina en lo mismo, pero entrenando nenes (se mató Taika escribiendo el guion). Era la situación perfecta para plantear un swap con Thor. Thor busca propósito, Valkiria quiere pelear y ponerse en pedo. Con esto ya tenías para robar con el arco de King Thor un rato. Pero no.
Pasando a los conflictos en la tierra de los dioses, Ciudad Omnipotencia, quisiera sumar al análisis el paso de los Guardianes de la galaxia. Las resoluciones de este conflicto y las búsquedas de ayuda parecen totalmente sacadas de la galera, podrías haber usado a los guardianes o a algún dios rebelde a Zeus para hacer avanzar de una forma más orgánica en la trama. El amor y la suerte terminan siendo pilares de todo.

Finalmente, llegamos Gorr, interpretado por Christian Bale. Se roba la película, y eso es un desastre porque ni siquiera es un personaje desarrollado. Todos los villanos de Thor sea Malekith, Loki o Hela tiene al menos un desarrollo de personaje más interactivo con el entorno. De Gorr se nos plantean sus motivaciones y listo, el cambio que ejerce el personaje al final es muy abrupto.
¿LA MOTIVACIÓN DE TODA SU VIDA, CAE POR EL AMOR QUE SE TENÍAN JANE Y THOR? Decepcionante, porque todo pasa en un “zip, zap”, ni siquiera perder la Necroespada y la maldición afectan a su decisión. No hay desarrollo, Porque Gorr no tiene desarrollo. Solo una espada bonita y una túnica fachera.
Lo único que rescato es el recurso del amigo Korg el Kroniano, a quien le da voz el mismo Waititi, relatando, como el mago de Conan: el barbaro (1982), la vida de Thor y otros sucesos que nos evitan diálogos explicativos berretas y además nos permite evadir al leviatán del MCU.
PROBLEMAS DE DIRECCIÓN Y EL VISADO DE MARVEL
¿La película falla en el guion? Sí (interesante ver como después de Ragnarok se le cedió el poder total del guion a Waititi). La película dura dos horas y aun así Waititi se empeña en ahorrar transiciones, planteos de espacios y viajes de personajes de una forma que incomoda. Pero nada te saca tanto como la cabeza flotante del pichón de Heimdall, por dios. Se me ocurren mil maneras de abarcar la falta de experiencia de Axl con los poderes del padre. Dicho esto, o Waititi es un director muy malo que sobresale por saber manejar la comedia, o Marvel se nos ríe en la cara. La producción masiva que nació luego del planteo del multiverso trajo una baja en la calidad en todo sentido y como saben que vamos a comer cualquier porquería que nos den es un win-win para la empresa. Esta baja de calidad viene porque los trabajadores del departamento de efectos especiales están siendo más explotados que un congoleño en las minas de Elon Musk. Sin tiempo para desarrollar, ni horarios de trabajo fijos y malos salarios. Básicamente están viviendo la experiencia del monotributista argentino. Lo único que rescato de los efectos, y me parece “innovador” dentro de la factoría, es el reino de las sombras y los monstruos que lo habitan, parecen como títeres, por su textura y movimientos, las peleas con ellos se sienten como salidas de comic. Eso es algo que me gustó mucho, lamentablemente en el primer conflicto se decidió que fueran el clásico y aburrido CGI.

Volviendo a Waititi, es la mascota preferida de Marvel. Parece qué él hace y acata, habiendo grabado cuatro horas de metraje, casi toda la decisión termina cayendo en manos de Kevin Feige y su tribunal viviente. En palabras de Waititi “Los cortes del director no son buenos. A veces los directores necesitan ser controlados”. No está equivocado del todo, necesitás como director que, si algo está demás sea dicho y cercenado. Pero Feige no es el productor de Blade Runner salvando las papas, Marvel recorta en pos del consumo, la opinión de los espectadores de prueba y la velocidad del mercado (que es regulada por Disney mismo).
SOBRE LA COMEDIA
Lo que no se profundiza -y en el caso estético decae- en términos épicos/estéticos, con respecto a Ragnarok, sí lo hace en el “campo de la risa”. Yo disfruto mucho la comedia y me reí bastante en la película. Las cabras, por la repetición, me parecen graciosas; las situaciones en la Ciudad Omnipotencia también lo son. La trama de celos con los martillos me parece lo más divertido del film (aunque sin un chiste final de cierre, raro en el MCU). El problema de la comedia en este film es que todos los personajes, menos Gorr, son atravesados de manera homogénea por la gracia. Si todo el mundo es gracioso, nadie es gracioso.
Lo que funciona en Guardianes de la Galaxia es que todos los miembros del grupo, menos Gamora, son graciosos. Pero cada uno transita un tipo diferente de comedia. Por ejemplo Drax es gracioso por ser tan literal; Rocket, por su lado, es gracioso por sarcástico; etc. Acá solo dos personajes presentan diferencia y son Thor y Korg; y se podría rescatar a Zeus interpretado por Russell Crowe, que está muy gracioso y carismático. Todos los demás son una masa de comedia, la bola de plastilina del nene que pensó que si mezclaba todos los colores iba a formar el arcoíris, pero no. La falta del componente solemne, perfecto para Valkiria, aprovechando su rudeza es desperdiciada, problema que se arrastra desde su primera aparición en la saga.
LOS DIOSES, LOS COMICS Y LOS CROSSOVERS
En Thor, Thor nos da a entender que no son dioses, sino aliens muy avanzados y que viven más tiempo. Pero con la llegada de Black Phanter (2018) y Moonknight (2022) se nos plantean entidades que están en el mismo nivel que Thor, pero que son, ahora sí, dioses. En los comics (salvo excepciones) también son deidades, teniendo hasta jerarquía con entidades superiores a ellos, como Eternidad o los Dioses primigenios. Entonces, si ellos son extraterrestres, ¿los dioses de Ciudad Omnipotencia que son?, ¿por qué Zeus quiere recuperar la veneración humana?, ¿además del multiverso hay múltiples dimensiones en cada universo?, ¿los dioses terrestres contemporáneos son canon en el MCU?
Por fuera de esto, hay un tema que es lo que me genera más bronca. Todo el show que armaron con la recuperación de personajes y que la casa estaba en orden por primera vez desde 1990, fue la vendida de humo más grande de la historia. No solo porque no se los usa a todos, sino porque se empeñan a destruir arcos narrativos. Me parece perfecto amalgamar tramas, pero si usas al comic como piedra basal, el camino es más sencillo.

En esta película se podrían haber desencadenado arcos nuevos como el de King Thor cuando Thor toma por fin el trono de Asgard. Y se podría haber profundizado mucho más otras narrativas como las de The Original Sin y The Mighty Thor, donde Thor se vuelve indigno de agarrar el Mjölnir, dándole pie a jane, y profundizando la conexión entre personajes.
Es interesante que muchos problemas de adaptación sigan siendo económicos, en un principio el creador de la “necroespada” fue Knull, dios de los simbiontes. La espada es la primera, en teoría, simbionte. Knull es, por llamarlo de alguna manera, el papá de Venom, pero Sony no quiere aflojar la soga. Obvio que estoy totalmente a favor de las adaptaciones, si querés lo original andá a leer el comic, pero tampoco es que Marvel con sus adaptaciones genere algo interesante.
Me pregunto entonces, ¿dónde estará esa espectacularidad “multiversal” que prometían en cada presentación de fases?
CONCLUSIÓN
Thor: Love and Tunder, como casi todo lo producido después de Avengers: Endgame,se cae a pedazos. Otra película más para desconectar de la realidad y ver piñas por un rato. ¿Quién va a ver Marvel esperando a Lucrecia Martel? Nadie. Se las ve por las piñas, los rayos, el humor y cuerpos que nunca vamos a tener. La fantasía de ser por dos horas lo que no se puede ser (fantasía del nerdismo, ahora generalizada con mayor amplitud). Hoy por hoy, es lo único que nos puede otorgar la máquina de hacer chorizos de Marvel. El paso del tiempo y la superproducción en cadena, hace que de a poco el andamiaje de la maquinaria funcione cada día ande, pero que no por eso reciba menos ganancias. En todo caso, la culpa es en gran parte nuestra, del espectador. Es el momento para reagrupar y planificar. Disney todavía no gobierna el mundo, al menos no de forma directa.
Scorsese was right.