2×1 en Superhéroes: El legado de Júpiter e Invencible

Hace algún tiempo que el cine de superhéroes se estableció en el mundo cinéfilo luego de los éxitos de los X-Men de Brian Singer y el Spider Man de Sam Raimi. Marvel sembró la semilla con Iron Man para dar forma al universo cinemático que hoy conocemos casi 20 años después. Esto dio pie para que las dos casas mayores (DC y Marvel) se abran paso en la pantalla chica (hoy vale llamarla streaming o plataformas) con infinidad de series, lo que lleva al augurio que dicho subgénero va camino al desgaste.
Sin embargo, encuentra un poco de aliento en reinventarse e ir por el lado de los antihéroes, por el lado de humanizar y oscurecer un poco a sus personajes y sus mundos heroicos. Como pudimos ver en el Batman de Nolan, y en especial, en la serie The Boys, marcan el nuevo camino para mantener este género de superhéroes. Quizás el nuevo camino queda marcado por las líneas editoriales ajenas a DC y Marvel (aunque algunas son subsidiarias, vivimos en capitalismo).
El legado de Júpiter
De entrada, hay que decir que la serie de 8 capítulos de Steven DeKnight es interesante. Sheldon Sampson/Utopian (Josh Duhamel) es una especie de Superman todopoderoso, encabeza una banda de superhéroes que a partir de la década del 30 (cuando adquieren sus poderes) cumplen con su cometido de intervenir en conflictos, proteger y servir. Como diría Stan Lee, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y por eso mismo, Utopian implementa para él y sus colegas un estricto código moral. En 2020, tras dedicar casi un siglo a proteger a la humanidad, deben pasar la posta a las nuevas generaciones (entre ellxs, sus hijxs) pero en una sociedad distinta y un mundo totalmente cambiado donde las viejas reglas y lineamientos ya no cuadran. Brandon Sampson/Paragon (Andrew Horton) lucha por estar a la altura de lo que su padre espera de él y Chloe Sampson (Elena Kampouris), de gran personalidad y algo conflictiva, no quiere saber nada con ser una superheroína.

SPOILER ALERT en el siguiente párrafo. Revelo el final del primer episodio.
El primer capítulo marca el conflicto principal que es el choque de las generaciones, cuando Paragon mata a un villano para salvar a su padre Utopian. El estricto código de no matar, no interferir en cuestiones políticas, no buscar venganza, etc., enfrenta al patriarca familiar (y de los superhéroes) al mismo tiempo que se aleja por la inflexibilidad de cambiar. Tengamos en cuenta que es un tipo de más de 100 años (aunque parezca de 50, lo bueno de tener superpoderes) y que viene de una época más reaccionaria y conservadora. Se niega al cambio.
La historia está narrada en dos tiempos. El principal es el contado arriba, y la otra línea argumental está en 1930 cuando en la Gran Depresión estas personas reciben las señales para aventurarse en un viaje en el cual obtendrán sus superpoderes. Es un recurso que vemos mucho hoy en día, pero, sin embargo, en esta serie me pareció contraproducente. Por lo menos a mí, no me sumó mucho o quizás me perdí cosas que mentes más ágiles casaron al vuelo. En definitiva, me quedaron más preguntas que respuestas.

Las interpretaciones son sobrias, y no encontré empatizar con ninguno, como que se toman demasiado en serio todo y no hay lugar para los grises, como vemos en The Boys, Preacher, Doom Patrol y otros productos de superhéroes. No noté una gran profundización en lxs personajes, salvo Utopian y sus dos hijxs. Por momentos, hasta parece lenta la historia.
En conclusión, El legado de Júpiter tiene interesante la premisa de dos generaciones que discuten, del nacimiento del héroe y su ideal, como así su derrota en manos de una sociedad y un mundo más volátil y complejo, el fin del sueño americano, pero que en definitiva se vuelve una historia lenta, demasiado seria y que refleja el cansancio que empieza a sufrir este subgénero. No me sorprendió leer que fuera cancelada la segunda temporada.
Invencible
Mark Grayson (Steven Yeun) a sus 17 años siente decepcionar a su padre, el súper poderoso Omni Man (J.K. Simmons), hasta que de manera tardía sus poderes se manifiestan. En plena adolescencia, debe lidiar con la secundaria, la elección de una universidad, su primer amor, salvar a lxs inocentes y al planeta (bah, Estados Unidos, como siempre), y con la súper carga del legado de su padre, legado que puede no ser tan heroico. Suspense.
Hace unos meses cuando en la Revista 24 Cuadros nos preguntaron: “¿Qué vieron? ¿Lo mejor del año?”, sin dudarlo pensé en Invencible y lo ratifico.
Invincible es la adaptación del cómic creado por Robert Kirkman (creador de The Walking Dead) y el dibujante Cory Walker. Un cómic que debate directamente sobre la estructuración a la que se sometieron Marvel y DC. Es por eso, que, como en The Boys y tantas otras, hay superhéroes y heroínas que nos remiten y tienen un análogo en las dos editoriales por excelencia.

Ver el primer capítulo es una declaración de intensiones tan intensa y bien planteada que nos invita a devorar la serie de un bocado. Como nos presentan a lxs personajes principales, y cómo estalla el conflicto principal al final del episodio, desde mi punto de vista queda redondo. Porque a diferencia de otras series de este género, donde hay baches, rellenos, remarcaciones de lo políticamente correcto, en Invencible todo fluye en torno a enriquecer la trama y el desarrollo del protagonista y algunos personajes. Porque a partir de acá y a lo largo de la temporada (8 capítulos animados de 50 minutos cada uno, también sorprende el formato), las subtramas que se van armando, y los plantados de nuevos personajes para temporadas futuras, dilatan el conflicto principal, creando más suspense y guardando todo para un capítulo final que explota con todo. De los mejores season finales.
Por otro lado, las escenas de acción son explicitas, verán litros y litros (mejor dicho, tintas y tintas) de sangre. Si en El legado de Júpiter dije que se lo tomaban demasiado en serio, lo que les deja un guion muy estructurado y estirado, en Invencible nos encontramos con diálogos acertados que distienden y se permiten reír del género, una sátira con mucha inteligencia. El comic relief que tan bien le funciona en el cine a Marvel.

Otro apartado es las interpretaciones de lxs personajes, poniendo el hombro y las voces tipxs como Steven Yeun, J.K. Simmons, Sandra Oh, Walton Goggins, Seth Rogen, Zazie Beetz, Mark Hamill, Mahershala Ali, Michael Dorn, Ezra Miller, Zachary Quinto, entre otrxs.
Después del éxito de The Boys, Netflix lo intentó con El legado de Júpiter y falló, mientras que Amazon redobla la apuesta con Invencible y le funciona porque ya confirmaron una segunda y tercera temporada. Mi único miedo es que el bueno de Kirkman cometa el mismo error que en The Walking Dead y que la historia se convierta en un espiral. Pero teniendo a Seth Rogen en la producción, podemos respirar tranquilos. En especial, si vieron Future Man.
Dos series que tocan lo mismo, el legado heroico y cómo repercute en la familia, siguen dos caminos distintos, uno se pierde por ahí y termina dando vueltas, mientras que el otro llega a destino y sigue.