The Sparks Brothers: talento y tenacidad

50 años, 25 álbumes, 345 canciones. La banda favorita de tus bandas favoritas, de la cual probablemente hayas escuchado alguna canción, pero no sepas la historia. De esto se encarga Edgar Wright en su primer documental: narrar la historia de la banda Sparks. El dúo musical en el que se centra la película está compuesto por los hermanos Ron y Russell Mael. La banda tuvo su comienzo por 1970 y, a diferencia de otros dúos fraternos en la industria musical, jamás se separó. The Sparks Brothers se estrenó en el festival de Sundance 2021 y está disponible para ver en su Torrent amigo.

Sparks se destaca por sus letras inteligentes, sofisticadas y divertidas, por el falsete de Russell, el bigote de Ron, sus canciones melódicas y por sus experimentaciones con diversos géneros. Siempre fueron considerados extraños y enigmáticos. Las canciones a menudo presentaban tramas y escenarios extravagantes, su arte de portada en los álbumes sugería una rica narrativa dramática. Y sus videos a menudo emulan películas o algún estilo cinematográfico. Como en el video de «When Do I Get to Sing ‘My Way'», donde emulan el cine negro de la década de 1940. Piensan sus canciones de una manera abarcativa, no solo desde la música, sino también desde la estética y lo visual. Esto se debe a que ambos coquetearon con el séptimo arte. Russell estudió cine en la UCLA y llegó a hacer un pequeño film en la universidad. Ambos son admiradores del cine francés y siempre quisieron hacer una película. Esos intentos se frustraron en varias ocasiones. Durante su racha inicial de éxito en los 70, tuvieron un proyecto con el director francés Jacques Tati, con quien compartían cierta sensibilidad por lo absurdo. Pero el director no estaba bien de salud y la película nunca logró concretarse.

Luego, la banda suspendió su carrera musical durante seis años a principios de los 90 para concentrarse en una adaptación musical del cómic manga Mai, The Psychic Girl, con Tim Burton a la cabeza. Pero nuevamente el plan de hacer un film se vio truncado. Por fin, el desenlace resolutivo sucedió este año. La tan esperada colaboración de Sparks con el director experimental francés Leos Carax. En una película musical llamada Annette, en la que Adam Driver y Marion Cotillard interpretan a los padres de un bebé destinado a ser perseguido con una voz de canto operístico, recibió una ovación de pie de 5 minutos en su estreno en Cannes.

The Sparks Brothers es inusualmente largo para un documental musical, pero su tiempo de ejecución de 140 minutos pasa muy rápido. Edgar va contando desde la creación de la banda hasta la gira del 2020. Evita uno de los defectos comunes de los documentalistas de rock, que a menudo alcanzan su punto máximo con los mayores éxitos de sus artistas y luego comprimen las décadas restantes de sus carreras en los últimos 15 minutos. Esta película pasa casi el mismo tiempo contando los tiempos oscuros como los momentos de bestsellers. Como resultado, la película tiene buenas curvas dramáticas producto de la propia historia de la banda. La línea del documental es la de ilustrar la lucha de los Sparks por mantenerse vigentes.

Un flujo narrativo sutil se desarrolla a lo largo del curso de The Sparks Brothers, gracias a la admirable tenacidad de los Mael. Año tras año, los hermanos siguieron persiguiendo sus objetivos y refinando su sonido, ya sea cuando estaban respaldados por un sello importante o cuando no podían convencer a nadie para que publicara sus discos. La segunda mitad del documental trae una serie de mini recompensas, ya que Sparks sigue surgiendo en el centro de atención: logra un éxito sorpresa en Europa, presenta una serie de programas aclamados por la crítica en Londres, trabaja en un proyecto cinematográfico de alto perfil. Y gracias a la gran habilidad de Edgar para contar esta historia, a estas alturas del documental ya somos fans de los Sparks y queremos que les vaya bien.

Edgar utiliza una amplia gama de herramientas narrativas, empezando por contar con grandes sujetos de entrevista. Desde los mismos protagonistas, productores, colaboradores, músicos que pasaron por la banda, artistas, fans (tanto famosos como desconocidos). Todos dan testimonio del impacto artístico y personal que Sparks tuvo en sus vidas. Por otro lado, Wright tuvo acceso a material de archivo, a esto le suma escenas de animación, FX y gags visuales. El sello creativo del director se logra mantener intacto, incluso dentro del terreno documental. Wright y Sparks son el dúo indicado. Si conocen la filmografía del director, conocen la preponderancia que tiene la música en sus films. Los Mael contaron que varios directores se les acercaron para hacer una película sobre sus vidas. Pero nunca les pareció la persona indicada. Edgar era un fanático entusiasta de la banda y había pasado años quejándose con sus colegas directores de que nadie había hecho un documento de Sparks, antes de darse cuenta de que tendría que hacerlo él mismo.

El resultado es un trabajo de amor de tres años del director de la trilogía Cornetto y Baby Driver. Siendo una película de Wright, es un film lleno de ingenio, agudamente editado y con momentos muy divertidos, muchos, cortesía de los siempre excéntricos Mael. Si no conocías a la banda, ahora lo vas a hacer y los vas a amar. Quizás termines agregando alguna de sus canciones a tu lista de Spotify.