MANUSCRITOS DE TYTHON, REFLEXIONES SOBRE STAR WARS III: REY Y LA RUPTURA DE PARADIGMAS (2DA. PARTE)

En la nota anterior dejamos al personaje de Rey ante la promesa de encontrar al mentor sabio. Pero, de la misma manera que en The Force Awakens (2015, J.J. Abrams), la maestría de Lawrence Kasdan rompe con el estereotipo femenino dentro del género y con el paradigma del viaje iniciático del héroe, heroína en este caso. Su continuación, The Last Jedi (2017, Rian Johnson), no sale bien parada ante tamaña misión. El mayor inconveniente que presenta esta película es que Johnson, que es un gran director y guionista de policiales con un gran conocimiento en este tipo de narrativa, yerra al querer reformular las premisas de un género que, evidentemente, no es su fuerte.

Desde el comienzo del film Rey no puede concretar su misión, ya que Luke Skywalker, el tan ansiado maestro, le niega la posibilidad de instruirse en los caminos de la Fuerza. Con una actitud totalmente abatida y nihilista, el que fuera el mejor Jedi de la Galaxia, tira hacia atrás el sable que hubiera sido de su padre y que lo acompañase durante los primeros momentos de su propio camino iniciático. Desde este preciso instante la figura masculina cobra mayor importancia por sobre el personaje femenino. Rey pasa a ser una molestia, alguien que ha venido a desestructurar la vida ermitaña de Luke, que, para sacársela de encima, le promete tres lecciones con la esperanza de que luego se vaya y lo deje en paz. De manera automática no hay ningún espectador que no quiera saber qué fue de la vida del Jedi hasta ese momento, por qué se recluyó en el último rincón del Universo y qué piensa hacer a partir de ahora. Para la trama, el personaje femenino ha dejado de lado su protagonismo para convertirse en un elemento revelador de la historia que el espectador desea conocer: Luke ha fracasado en su intento por restablecer la Academia Jedi y nada menos que gracias a su sobrino Ben Solo, hijo de Leia y Han, quien ha adoptado la identidad de Kylo Ren, el nuevo villano.

Mientras la joven intenta infructuosamente convencer al viejo Jedi de que debe unirse a la Resistencia, comienza el estadio llamado la unión mística, aunque con un sentido inverso a como se ha desarrollado en la mitología clásica, ya que por lo general es el protagonista masculino el que debe ganarse a la dama, quien, lejos de ser un mero premio, lo completa y le da fuerzas y motivos para seguir adelante. Tal es el caso de Eneas y Lavinia, hija del rey Latino, con quien luego de su boda fundará una ciudad que creará el linaje que dará origen a toda la sociedad romana. En The Last Jedi ocurre lo contrario. Rey se ve unida, por medio de los caminos de la Fuerza, precisamente con Kylo Ren; ambos jóvenes son presentados como las dos caras de una misma moneda, una díada en la Fuerza; pero en lugar de ser el varón el que cae rendido ante los encantos de la doncella, es ella la que lo hace. Una vez más la mujer queda subyugada a la figura masculina; primero ante un maestro, representante de la figura paterna faltante, que no quiere enseñarle el camino, y más tarde ante un interés romántico que la quiere a su lado de manera egoísta, como un premio, sin todo el crecimiento que implica la entrega amorosa. Es así como Rey fracasa estrepitosamente en atraer a Ben Solo al lado Luminoso de la Fuerza.

El tercer fracaso ocurre en la etapa conocida como el descenso al infierno. El personaje heroico ingresa al inframundo, un lugar oscuro y sobrenatural, donde tendrá algún encuentro de tipo místico que le proporcionará una revelación que servirá para encausar su misión y, de esta forma, beneficiar a la sociedad restableciendo el orden perdido. Cuando en The Empire Strikes Back(1980, Irvin Kershner) Luke se enfrenta a la misma prueba, su aparente fracaso encierra un descubrimiento que será resignificado más adelante durante la película, Darth Vader también es un Skywalker, su padre, y si el joven no se prepara de forma correcta puede correr el mismo destino. En cambio, la revelación que tiene Rey, lejos de orientarla en el camino por seguir, hace que salga más extraviada que antes; su imagen se multiplica hasta el infinito, indicando que está sola, no obtiene la respuesta a su pregunta, no puede saber quiénes son sus padres, carece de origen, por lo tanto, carece de identidad ancestral, Rey es Rey.

Si bien es cierto que The Last Jedi es el film del medio de una trilogía y su función principal es la de dejar a los protagonistas en una situación aparentemente insalvable que encontrará la solución definitiva en la última película, el personaje de Rey queda relegado a un segundo plano, por debajo de dos personajes masculinos fuertes y por una trama que otorga mayor importancia a dos peripecias, cuyo objetivo es el de alargar la narración para crear una tensión que resulta muy difícil de conseguir. En estas dos subtramas hacen su aparición dos personajes femeninos que adquieren mucha más fuerza que la de la protagonista, debido a que son mujeres que accionan, que tienen un objetivo bastante específico y que lo logran, me refiero a la Vicealmirante Holdo, interpretada por Laura Dern, y a Rose Tico, por Kelly Marie Tran. Si bien estos personajes han tenido muchos detractores entre los seguidores de la saga, sobre todo el de Rose Tico, no se puede negar que ambas mujeres llevan las líneas secundarias hacia delante. La primera toma el mando de la Resistencia cuando Leia Organa, la inconfundible Carrie Fisher, queda en un estado comatoso luego de un ataque de la Primera Orden y al final no duda en entregar su vida para conseguir la supervivencia de la mayoría; y la segunda adopta como compañero de aventuras a Finn, funcionando como guía activa a lo largo de toda la línea narrativa que les ha tocado en suerte, y no duda en arriesgar su propia vida para salvar la del muchacho. Ambos personajes femeninos, a pesar de ocupar cada uno una trama secundaria, presentan mucha más fuerza y determinación que la protagonista.

Solo al final de la película Rey consigue ayudar a los sobrevivientes de la Resistencia y logra que todos escapen con vida; pero no es sino gracias a la proyección astral de Luke Skywalker que desvía la atención de Kylo Ren hacia su persona, que la muchacha puede realizar su primera acción exitosa dentro de la trama principal. Una vez más la protagonista femenina queda relegada ante la grandilocuencia de las acciones masculinas, Luke ha sacrificado su vida, completa su propio camino del héroe y se hace uno con la Fuerza para que la joven pueda salvar a quienes deberán enfrentar a la Primera Orden en el último film de la nueva trilogía.

La tercera secuela, The Rise of Skywalker (2019, J.J. Abrams), intenta encauzar el camino heroico y el rol femenino principal que se habían dejado de lado en la película anterior tomando el existencialismo –corriente filosófica que se centra en el análisis de la existencia humana, la libertad, la responsabilidad individual y el sentido de la vida– como eje narrativo principal para terminar de relatar la historia.

Rey hace su aparición meditando con la Fuerza, mientras repite en una especie de mantra: “Estén conmigo”, signo inequívoco de intentar conectarse con los espíritus de los antiguos Jedi, pero se frustra al no poder conseguirlo. (Tener en cuenta que en inglés el verbo to be significa tanto estar como ser, volveremos sobre este tema más adelante.) Entonces entra en escena Leia Organa, que ha sido entrenada en los caminos de la Fuerza por su hermano, tomando para sí el papel de maestra sabia ycubriendo el lugar vacío que había dejado Luke. La joven decide abandonar la meditación y comenzar un recorrido de entrenamiento físico. Mientras se encuentra realizando esta actividad, Kylo Ren inicia una vez más la unión mística, esta vez es el varón el que busca a la dama, pero en lugar de establecer una conexión profunda solo le muestra imágenes de su pasado y del posible futuro juntos. A Rey se le presentan imágenes que le dan pistas sobre su identidad, ha empezado el camino de la revelación y el autoconocimiento que le fueran negados con anterioridad. Esta unión se recuperará y resignificará a lo largo de toda la película.

Momentos más tarde llegan Poe, Finn y Chewbacca al campamento donde se encuentra la Resistencia, traen un mensaje que pondrá en marcha los eventos venideros. Palpatine, el antiguo Emperador Sith, ha regresado; lo que parecía imposible se ha materializado gracias a la clonación y la magia del Lado Oscuro. Se encuentra oculto en el sistema Exegol, un lugar que no figura en las cartas de navegación estelares. Esto da pie para la recomposición del personaje colectivo, la única forma de vencer a la Primera Orden y a Palpatine es manteniéndose unidos. El grupo se pondrá en movimiento hacia el planeta Pasaana, último lugar donde se perdió la pista de la ubicación de Palpatine. Antes de despedirse de Leia, Rey recibe un último consejo de su maestra, nunca debe tener miedo de ser quién es, la única forma de ser una Jedi comienza con la aceptación personal. A través del lazo místico que los une, Kylo Ren descubre dónde han ido Rey y sus compañeros y también se dirige a Pasaana.

En este planeta el héroe colectivo atraviesa el estadio conocido como el vientre de la bestia, todo el grupo entra en un circuito de cavernas oculto bajo las arenas del desierto. Según la mitología clásica, para que los héroes se fortalezcan y se encuentren consigo mismos, deben ser aislados del mundo; esto les permite conseguir una transformación espiritual y emocional. En medio de esta cueva vive una serpiente gigante, la Vexis, que es terriblemente voraz y se encuentra herida. Rey la cura utilizando su comunión con la Fuerza, la Vexis se retira sin hacerles daño permitiéndoles hacerse con una pista hacia Exegol, una daga Sith de la que Chewbacca queda como custodio, y franqueándoles el paso al exterior. Una vez fuera de la cueva Rey se enfrenta por primera vez a Kylo Ren. Recordemos que durante el film anterior ambos fueron presentados como caras complementarias dentro de una díada. Entonces la muchacha, que ha salido más poderosa de la experiencia reciente y aún no puede controlar del todo sus poderes, lanza rayos de Fuerza con sus manos provocando la aparente muerte de Chewbacca, pierde la daga Sith y demuestra ser mucho más poderosa que su contrapartida masculina. Una vez más se presenta un nuevo indicio de la identidad femenina.

Pero Chewbacca no ha muerto, en un brillante engaño narrativo a los espectadores, el wookie es apresado y conducido a la nave que comanda Kylo Ren, donde también se guarda la daga Sith. Un nuevo poder de la Fuerza se manifiesta en Rey, cada vez más poderosa, puede sentir la vida de su amigo extraterrestre dentro del destructor estelar enemigo. El personaje colectivo encara una nueva prueba, se interna dentro del laberinto para encontrar a su compañero y recuperar el artefacto que los conducirá hasta el Emperador. En esta instancia Rey tiene la máxima revelación de todas, debe enfrentarse a su pasado y descubrir su verdadera identidad, es la nieta de Palpatine. Este terrible descubrimiento implica que el Lado Oscuro de la Fuerza se encuentra dentro de ella y deberá utilizar todo su poder para no caer en la Oscuridad.

El grupo logra escapar, completo nuevamente, y se dirige a la luna de Endor, a los restos de la segunda Estrella de la Muerte, destruida durante los eventos ocurridos durante Return of the Jedi (1983, Richard Marquand). Los acontecimientos que se desencadenan en este lugar separarán al grupo, pero en este caso la ruptura estará justificada. Rey debe comenzar un camino que la llevará a tomar una difícil decisión, solo atribuible a ella. Deberá ejercer toda su responsabilidad individual para el bien de todas las razas del Universo, mientras sus amigos deberán hacer frente al poderío tecnológico creado por el antiguo Emperador. Entrar a los restos de la Estrella de la Muerte simboliza un nuevo descenso al inframundo, una vez más se encuentra consigo misma, ahora que sabe que es una Palpatine se enfrenta a su versión oscura y maligna que le da la misma máxima que su maestra, “nunca tengas miedo de ser quién eres”, esta vez con un sentido totalmente opuesto al anterior. Rey debe aceptar su oscuridad y gobernar la Galaxia como lo haría su abuelo. Decidida a abandonarlo todo tiene el último enfrentamiento con su contrapartida masculina, Kylo Ren se presenta para atraerla por fin al Lado Oscuro. Tras una dura batalla, ocurre una escena donde hay un doble sacrificio; el primero, cuando Leia Organa, madre del caído Ben Solo, se hace una con la Fuerza en un intento de ayudar a su hijo, en el mismo instante en que Rey da una estocada gravísima a su oscuro contrincante; el segundo, cuando ambos luchadores sienten la partida de la Jedi y la joven cura la herida de Kylo Ren, atrayéndolo definitivamente hacia la luz, extirpando la oscuridad dentro del muchacho, quien recupera la identidad de Ben Solo.

Rey escapa hacia el planeta Ahch-To, donde se refugiase Luke Skywalker durante los sucesos de las dos primeras películas. Su intención es la de alejarse y aislarse del Universo para no tener la posibilidad de perjudicarlo. En ese momento aparece Luke Skywalker, que ha completado su propio camino heroico convirtiéndose en fantasma de la Fuerza, o lo que en la mitología clásica se conoce como daimon. Luke le revela que ya conocían su verdadera identidad y que su última prueba para convertirse en Jedi es precisamente enfrentarse a su miedo y vencer a Palpatine. Rey recibe además un regalo, el sable de luz de Leia Organa. A partir de ese momento decide aceptar su destino y parte rumbo a Exegol.

Al igual que en Return of the Jedi, durante el último acto de The Rise of Skywalker ocurren dos enfrentamientos paralelos, por un lado, las naves de la Resistencia, lideradas por Poe y Finn, enfrentan al poderío de los destructores estelares Sith, por el otro, Rey y Ben Solo se enfrentan como díada cara a cara con Palpatine. Al igual que en Return of the Jedi, cuando todo parece perdido bajo el poder casi infinito del Emperador Sith, ocurre la última revelación. Mientras que en el film de 1983 Luke está sucumbiendo ante los rayos mortales de Palpatine, Darth Vader se redime del Lado Oscuro y arroja el cuerpo del villano por el túnel del reactor de la Estrella de la Muerte. En The Rise of Skywalker, Ben Solo ha sido arrojado por Palpatine hacia las profundidades de un acantilado, Rey queda entonces sola y herida viendo cómo cada nave integrante de la flota de sus amigos está siendo destruida una por una, entonces enfrenta su propio miedo, ya no teme ser quién es y comienza a recitar el mantra del principio del film, pero esta vez el verbo to be no significa estar, sino ser, la frase “estén conmigo” se convierte en “sean conmigo”, Rey ha superado la última prueba, ya es una Jedi. Ayudada por la presencia de todos los Jedi que existieron antes que ella logra vencer a Palpatine a costa de su vida. Ben Solo regresa de las profundidades del abismo y realiza entonces el mayor sacrificio que puede hacerse por un ser amado, libre del egoísmo que lo acompañó durante las tres películas, le transfiere toda su esencia, le devuelve la vida y se hace uno con la Fuerza. Una parte de Ben Solo ahora está con Rey, la unión mística se ha consumado.

Pasados los festejos de la victoria, Rey se dirige a Tatooine, el planeta donde comenzó todo durante los eventos registrados por la trilogía original. Mientras entierra los sables de luz de Luke y Leia, una habitante del desierto se le acerca y le pregunta quién es. La joven responde Rey Skywalker, ha adoptado la identidad de quienes la amaron, la educaron y la guiaron a lo largo de su camino heroico.

La corriente filosófica existencialista abordada en esta película puede resumirse en la frase expresada por Jean Paul Sartre, uno de sus máximos pensadores: “Un ser humano es lo que hace con lo que hicieron de él”.

Conclusión

The Force Awakens marca un muy buen comienzo de una nueva trilogía. El personaje femenino lidera la trama de forma natural sin subestimar las acciones de sus contrapartes masculinas, y el camino heroico es narrado de forma precisa por un guionista que sabe hacer su trabajo.

The Last Jedi no logra dar en la tecla, ya que construye sus cimientos en la historia de Luke Skywalker, el héroe más importante de la saga, lo que resiente y relega a un papel secundario la importancia del personaje de Rey. Este relegamiento se acentúa con subtramas que detienen y alargan la trama principal y que presentan personajes femeninos muy fuertes que eclipsan a la protagonista.

The Rise of Skywalker, si bien tiene una trama mucho mejor estructurada, no puede desprenderse de la maldición de su antecesora inmediata. Aunque el arquetipo del héroe está bien adecuado al personaje femenino y el liderazgo del héroe colectivo recae de manera natural en Rey, condensa en muy poco tiempo muchos estadios del camino heroico que necesitan forzosamente más desarrollo para una mejor comprensión.