Reseña: J´accuse

Roman Polanski declaró que cuando era muy joven vio la película norteamericana La vida de Émile Zola, interpretada por Paul Muni y dirigida por William Dieterle. Le había impactado mucho la escena en la que degradan al capitán Dreyfus y pensó que algún día él haría una película sobre esa triste historia. Si el recuerdo de Polanski es verdadero o producto de una ensoñación, lo cierto es que se ha hecho realidad: se estrena en Buenos Aires su última película, J´acusse (El affaire Dreyfus), producción de 2019 que narra las circunstancias que rodearon la condena impuesta al capitán del Ejército francés, Alfred Dreyfus, en 1895, por actividades de espionaje en favor de Alemania.

El siglo XIX ha sido el período histórico de consolidación de los estados nacionales europeos en el marco de la concentración de la economía capitalista y la puja por los territorios coloniales. Francia, Prusia y los distintos reinos germánicos, Rusia, Inglaterra y el Imperio austríaco vivieron permanentemente en disputa por la conquista de esa hegemonía, disputa que se inició con la expansión del imperio de Napoleón I y que continuó con distintos matices en las dos Grandes Guerras del siglo XX.

En 1870 Francia fue a la guerra contra Prusia, y como consecuencia cayó el Imperio de Napoleón III, nació defectuosa la Tercera República, perdió los territorios de Alsacia y Lorena, y se unificó Alemania como un poderoso Estado nacional bajo el mando de Bismarck, el “Canciller de hierro”. Además “la France” debió sufrir la humillación de la coronación del emperador alemán, el Kaiser Guillermo, en el propio palacio de Versalles.

Apenas 20 años después, para la época del caso Dreyfus, Francia acababa de afrontar el escándalo de la estafa con los títulos de deuda del Canal de Panamá y también la amenaza anarquista, que alcanzó en 1894 su punto más alto con el asesinato del presidente Marie François Sadi Carnot.

Es en este contexto social y político que aparece el “caso Dreyfus”, el descubrimiento de las operaciones de espionaje en favor del odiado vecino alemán, supuestamente por parte de un oficial del Ejército francés, judío. Sin pruebas contundentes, Dreyfus es condenado a la degradación y al confinamiento en una isla en el medio de la nada.

J´acusse comienza precisamente con aquella visión que habría impactado en el ánimo del joven Polanski: con la degradación pública del capitán Dreyfus, con un impresionante plano panorámico de la plaza de armas, con los edificios que la circundan y la Torre Eiffel al fondo, con los militares formados y el humillante acto simbólico de la destitución. Además, en la apertura se informa que los hechos y los personajes son reales.

Si bien el antisemitismo y el sentimiento nacionalista, casi patriotero, se encuentran en el trasfondo de la historia, ambos elementos se asumen como un componente natural de la sociedad de la época. El tema central se enfoca en las maniobras conspirativas de una casta militar y burocrática que necesita protegerse a sí misma, sin importar nada más. El proceso a Dreyfus no debía ser revisado porque ello importaría la pérdida de posiciones de privilegio de un grupo, que aun sabiendo que el reo era inocente y habiendo conocido la identidad del verdadero traidor, ordena ocultar la verdad.

“J´acusse” fue el título con Émile Zola encabezó su legendario artículo periodístico en defensa de Dreyfus. Pese a que así tituló Roman Polanski su película, la figura de Zola aparece en un rol secundario. Tampoco Dreyfus (Louis Garrel) es el protagonista, sino que el film avanza con el relato del jefe de la Inteligencia, comandante Picquart, sobriamente interpretado por Jean Dujardin.

La fotografía, a cargo de Pawel Edelman, es quizás el gran acierto de la película. Mayormente filmada en interiores, con gran predominio de la paleta de los grises y de los tonos apagados, que habla de la situación encierro y asfixia. Se destaca también la recreación del ambiente de época a través del diseño de vestuario de Pascaline Chavanne.

J´acusse es una película de género histórico que, si bien no aporta novedades desde el punto de vista de lo histórico ni del lenguaje cinematográfico, se deja ver bien, de una trama un poco densa, porque densa fue la conspiración llevada a cabo, con excelente arte y fotografía, con buenas interpretaciones y con el sello de un gran director.