Time: no nos sobra mucho

Nominado a mejor documental en los Premios Óscar 2021, Time es el primer largometraje de este tipo de Garrett Bradley, directora que ha hecho su camino en este género entre episodios para series y cortometrajes documentales.
Disponible en Amazon Prime Video, Time nos habla de Sibil Fox Richardson, mejor conocida como Fox Rich, una emprendedora, escritora y madre de seis hijos que lucha porque su marido Rob salga en libertad, luego de ser condenado a 60 años de cárcel por un crimen que ambos cometieron: el intento de robo a un banco. Ha dedicado los últimos 20 años de su vida para que esto sea posible, tratando de que su historia sea conocida por los medios y la mayor cantidad de gente posible. Toda su lucha será atravesada por el crecimiento de sus hijos y el dolor de no tener a su padre presente en el hogar.
Si tenemos en cuenta que en algunos estados de Estados Unidos la pena promedio para violadores es de 13 años y de 25 años por asesinato en primer grado, cabría esperar que el film se apoyara en las deficiencias de un sistema judicial que maneja una obvia discrecionalidad con las minorías

Pero Time no es sobre la cárcel, sino sobre los que se quedaron afuera. Utilizando registros personales de Fox Rich grabados con una cámara doméstica, Bradley alterna de esa manera entre pasado y presente. El contrapunto entre lo filmado por la directora y los registros caseros de la familia es evidente, pero por momentos no se unifican unos con otros. De tan cuidada, la planificación de la actualidad pasa a ser demasiado estructurada y metódica, y da como resultado algunas declamaciones de la protagonista que se acercan a la evangelización, casi como charla de coaching.
Pero, casualmente, hay escenas en las que el tiempo está tan presente que sujeta nuestra atención con sencillez. Cuando Fox Rich llama al juez de la causa para conocer novedades del caso y enterarse de algún avance que pueda reducir la pena o liberar a su marido, se genera una espera en la que pasa de todo y no pasa nada. Algo tan sencillo como una mujer mirando un teléfono en silencio tiene más fuerza que muchas de sus palabras.
Time no nos lleva por el planteo moral sobre lo que está bien o está mal; de hecho, en ningún momento se duda de la culpabilidad de Rob Richardson. Lo interesante del documental es, como bien se encarga de destacar su título, poner a consideración el dolor del paso del tiempo en un contexto adverso, el cual no da posibilidades y se manifiesta a través de un sistema que muchas veces no diferencia justicia de castigo.