Run Hide Fight: Elephant conoce a Die Hard

Con una premier poco agraciada en Venecia el año pasado, en la que se criticó la flexibilidad y la falta de tacto para tratar un tema tan controvertido como la violencia en las escuelas, este año tenemos la oportunidad de ver por internet la película escrita y dirigida por Kyle Rankin, que tiene entre sus productores ejecutivos al abogado y escritor conservador Ben Shapiro (!).
Run Hide Fight nos presenta a Zoe Hull (Isabel May), una chica de 17 años a la que le cuesta superar la pérdida de su madre recientemente fallecida. Su padre (Thomas Jane) es un exmarine que no sabe cómo comunicarse con ella, y Zoe solo piensa en terminar el instituto para dejar todo atrás. Entonces las cosas se pondrán verdaderamente complicadas cuando un grupo de estudiantes armados ingresen al colegio.
¿Por qué decimos que Elephant conoce a Die Hard? Para los desmemoriados, Elephant es una película de Gus Van Sant del año 2003, basada en el tiroteo perpetrado por dos estudiantes en el Instituto de Columbine de Estados Unidos. Y Die Hard (1988) es el film que catapultó a Bruce Willis como héroe de acción, en el cual interpreta a un policía fuera de servicio que debe enfrentarse a un grupo de criminales en un rascacielos de Los Ángeles. Entonces tenemos las dos premisas combinadas: hay un ataque por parte de estudiantes de secundaria al colegio al cual asisten, pero alejado del tono dramático y lúgubre de Van Sant y apuntado a la acción, en donde Zoe tendrá que buscar la mejor manera de salvar a sus compañeros.

Como el título indica, “correr, esconderse, pelear” tranquilamente representa la división clásica de los tres actos que componen el guion de una película. Serán las fases que la protagonista deberá atravesar para salvar su vida y, más importante aún, superar la muerte de su madre para realizarse como personaje.
Con villanos unidimensionales cuyo único objetivo es sembrar caos y destrucción sin motivaciones palpables, en ningún momento debemos esperar una preocupación sobre el porqué de un tipo de violencia bastante reiterada en Estados Unidos. Sea o no interés de la película, implica someterse a un grupo de módicos adolescentes bastante chirriantes en sus formas, jugando a ser matones con una grandilocuencia vencida.
Por supuesto que hay que cuestionar el inconmensurable acto de arrojo y valentía de la protagonista para salvar a toda la escuela, tan solo teniendo en su currículum unas salidas a cazar con su padre y un remate en la cabeza a un ciervo herido. Distinto era el amigo John McClane, un imbécil parte policía, parte cowboy, parte sociópata.

A estas alturas no nos vamos a mentir: Run Hide Fight tiene buen ritmo. Maneja la acción con aciertos y su hora cincuenta de duración no aburre. Pero, a su vez, hay que destacar la intención de tratar la violencia como simple violencia, en dejar de lado la trama social que desemboca en tiroteos en escuelas; un tema que de seguro desvela a más de una madre y un padre. Tal vez la elección del argumento y el contexto requiera otro tipo de compromiso, de ahí el repudio y el tildarla de fascistoide. Charlton Heston ya no está con nosotros pero, pintoresco con su escopeta y su proclama ante la Asociación Nacional del Rifle, habría gustado de este film.