Una tumba para tres: un aquelarre para tres que parecen chiflados

Cuesta definir de qué va Una tumba para tres. Sin dudas que es una película que trae consigo muchas escenas de violencia. Es violencia que está al servicio del delito. Es violencia que está asociada a la droga. Es violencia de ladrones y de policías corruptos. Es violencia de armas de fuego a granel. Pero Una tumba para tres no pretende hacer un análisis de la violencia, ni mostrar un mapa del delito. Tampoco hace un alto para hablar de las consecuencias farmacológicas de la cocaína ni las anfetas y menos aún, para entrar con la moral del consumo. Entre tantas notas negativas, tampoco declama acerca de la corrupción policial. Nada de todo esto. La película solo pretende presentar un relato entretenido con mucha acción, y por momentos lo logra. Claro que, tal vez sin proponérselo, abra la puerta para pensar en algunas de esas cuestiones.

Planteado el encuadre temático, se presenta la cuestión del género, que toma elementos del thriller, del policial, del humor y hasta del fantástico, pero que no pertenece a ninguna de estas categorías en especial. Quizás se pueda encuadrar Una tumba para tres como un ejemplo de grotesco de la violencia del delito y de la droga, donde todo parece real, pero solo “al borde”, en los que las situaciones parecen verosímiles, hasta un punto determinado en los que lo increíble se impone.

Tres ladrones, gente “de caño”, tienen que encargarse de un tipo que se escapó con la “guita” del jefe, traicionando a sus cómplices y entregándolos. Algún mal entendido con las órdenes del capo, o quizás una contraorden, bastan para desatar el conflicto. Una casa en medio del campo, un policía mafioso, una vieja rencorosa y un par de putas, integran el elenco de personajes. La locura y la torpeza ante lo imprevisto sobrevuelan la trama.

Buenas actuaciones, acordes al desmadre de la situación. Por momentos cuesta entender con claridad algún parlamento del actor colombiano Daniel Pacheco, aunque es posible que se exagere el acento caribeño adrede. La acción mantiene interesado al espectador, el suspenso y la pregunta por el devenir del relato se impone a lo largo del film.

Una buena fotografía y la música original de Pablo Sala dan un buen marco a la producción.

Mariano Cattaneo es director de cortometrajes, video clips y películas, enfocado principalmente en terror, fantasía y acción.

Una tumba para tres se estrena por Cine.Ar TV y se podrá ver por Cine.Ar Play

Una buena opción para quienes gusten de la violencia en tono de grotesco.