Promising Young Woman: para todos los chicos buenos

Promising Young Woman es una película de 2020 que se estrenó en el festival de Sundance. Por obvias razones, todavía no tiene fecha de estreno en Argentina, pero la pueden encontrar por allí. Este film de Emerald Fennell, quien fue la showrunner de la segunda temporada de Killing Eve e interpretó a Camilla Parker-Bowles en la serie The Crown, es el primero en su carrera como guionista y directora.

El largometraje tiene como protagonista a Cassie (Carey Mulligan), quien de día trabaja como barista en un café y en las noches acostumbra a ir a clubes nocturnos a desenmascarar hombres que quieren/intentan aprovecharse de mujeres que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Es de esta manera que se nos presenta al personaje: completamente intoxicada en un bar, con tres hombres observándola y haciendo lascivos comentarios. Pero uno de ellos, un “nice guy” (un tipo bueno) se le acerca para comprobar si se encuentra bien y ofrecerle ayuda. Finalmente, el chico bueno, pasa de acordar acompañarla a su hogar a llevarla a su propia casa y ofrecerle más alcohol. A pesar de que ella está semiconsciente, o eso cree él, comienza a besarla y a intentar tener relaciones sexuales. Pero ella inesperadamente deja de pretender estar borracha. Y él se da cuenta que tan buen tipo no era.

Esta peculiar obsesión del personaje de Mulligan tiene un claro disparador que se va a ir desarrollando a lo largo del film. Su amiga de toda la vida, Nina, fue violada en la universidad. Nadie le creyó y producto de ese traumático episodio termina quitándose la vida. Marcada por este hecho, Cassie tiene como casi único objetivo revelar potenciales abusadores. La película tiene un tono de comedia negra y de thriller de venganza que por momentos se puede llegar a asociar, aunque no tenga todos los elementos del género, con un deconstruido rape and revenge (violación y venganza); un subgénero de terror que tuvo su auge en los 70 con una estructura que consta de tres actos: en el primero se presenta a la protagonista que es brutalmente violada, en el segundo la dan por muerta, pero se recupera milagrosamente y, finalmente en el tercero, comienza la venganza contra los agresores. Pero en esta ocasión, Cassie no quiere asesinar brutalmente a los responsables, sino que busca que admitan lo que hicieron y que se hagan cargo.

El casting de la película rebosa de caras conocidas. El uso que la directora le da a los actores es interesante. El primer hombre que vemos en la película es Adam Brody, el galán de la serie The O.C. El resto de los personajes “víctimas” de Casssie son, en su mayoría, actores de comedia: Christopher Mintz-Plasse (Superbad), Max Greenfield (New Girl), Sam Richardson (Veep), Chris Lowell (Glow); cerrando con el director y comediante Bo Burnham como el interés romántico de Cassie. El espectador tiene una identificación de estos actores por esta particularidad de asociarlos a personajes de “chicos buenos”, y eso se va rompiendo con cada uno de ellos.

Luego del movimiento #Metoo, Hollywood no para de producir películas y series que son o pretenden ser feministas. Muchos de los productos audiovisuales contemporáneos presentan a una mujer empoderada, exponen abusos, cuentan en su casting alguna minoría. Pero no siempre tienen la profundidad que el tema merece. En algunas de estas obras, se pueden observar discursos bastante acartonados y forzados. Pero ese no es el caso de Promising Young Woman; la película no teme tocar un tema serio con toques de comedia negra. Porque no todo tiene que ser un gran drama. Los personajes son complejos y están muy bien desarrollados y, aunque algunos aparezcan en una sola escena, tienen una curva dramática significante. No plantea el binomio hombres malos-mujeres buenas. Los personajes masculinos no son villanos malévolos, sino que se los construye como “el vecino de al lado” o un amigo, apañados por una cultura que los habilita a tener esos comportamientos. Algunas mujeres de la película, como los personajes de la examiga (Allison Brie) o el de la decana de la universidad (Connie Britton), encubren los abusos o miran para otro lado. Cassie es un personaje que está obsesionado con lo que le pasó a su amiga y, si bien su deseo de justicia es entendible, algunas situaciones en las que se pone o sitúa a otros personajes son moralmente cuestionables.

Emerald Fennell sabe qué quiere contar y no tiene miedo de hacerlo. Puede llegar a faltarle un poco de sutileza en algunos momentos, producto de que esta sea su primera película, y probablemente llegue a dividir al público con el final. Pero es una película que definitivamente hay que ver y debatir.