The Kid Detective: dibuje, Brody, dibuje

Tengo mucha simpatía por Adam Brody. No es que sea un actor multifacético, digamos más bien que es de esos intérpretes que tienen una única expresividad, que se reitera a lo largo de sus diferentes apariciones. Una forma sutil de decir que hace siempre el mismo personaje.
Ese personaje es Seth Cohen de The O.C., la serie de Warner que lo catapultó a la fama allá por inicio de los 2000. Como suele suceder con estos programas, Adam era uno de los protagonistas, pero no el personaje más importante. Los protagonistas indiscutidos de la trama central eran Ben McKenzie (el Gordon de Gotham y Ben Sherman en la maravillosa Southland) y Mischa Barton, cuya carrera nunca terminó de despegar.
Adam Brody y Rachel Bilson (Summer) tenían la trama amorosa secundaria de la serie, que terminó siendo la más popular. Tanto es así que ambos intérpretes terminaron siendo pareja en la vida real durante algunos años.
Luego del final de The O.C., la carrera del bueno de Adam parecía tener mucho futuro. Era joven, fachero, gracioso y una de las caras más populares de los Estados Unidos. Durante aquellos años estuvo muy cerca de ser Wally West, Flash, en la película de la Justice League que casi dirige George Miller y que llegó a una instancia bastante avanzada de desarrollo.

Con el correr de los años su carrera se estancó. Algunos proyectos independientes y comedias románticas que no funcionaron del todo bien (In the Land of Women, The Romantics, Cop Out, Jennifer’s Body) lo devolvieron a las series y a los submundos de la industria. Durante el último tiempo, una leve tendencia parece estar modificando esto y su nombre lentamente está resurgiendo. Fue parte del DCEU con una participación inesperada como el Fred adulto en Shazam!, tuvo un papel secundario muy destacado en esa gran película que es Ready or Not y ahora protagoniza su primer hit indie, The Kid Detective, para mí una de las mejores películas que aparecerán durante este 2021.
La ópera prima de Evan Morgan (coguionista de la maravillosa The Dirties) es un neo-noir con tintes de comedia negra que relata la historia de Abe Applebaum (Adam Brody), un detective privado bastante fracasado, que supo ser la estrella del pueblo de niño, cuando resolvía crímenes y travesuras adolescentes. Como suele suceder con los niños prodigios, los adultos los adoran y los ensalzan. Cuando crecen los desechan.
Abe persiste en su carrera de convertirse en un gran detective y de volver a tener el reconocimiento de sus vecinos, pero no es más que un mal chiste a quien nadie toma demasiado en serio. Todo esto parece cambiar cuando Caroline (Sophie Nélisse) le lleva un caso mucho más complejo de lo esperado, que además parece tener cierto vínculo con un hecho trágico que marcó la infancia y la carrera como investigador privado de nuestro protagonista.

The Kid Detective tiene entonces todos los elementos que una gran película de este género debe tener: protagonistas erráticos y conflictuados; un misterio oculto, enterrado en el pasado del pueblo, que resurge; y muchos personajes secundarios pintorescos. Brody interpreta su papel de siempre, pero esta vez le queda pintado para lo que la película le pide. Es gracioso, irónico, pedante y ridículo, todo lo que lo convirtió en un sujeto entrañable. El trabajo de Morgan como director y guionista también es impecable, el manejo de la información y los reveladores, la forma en la que se relata la historia, la puesta en escena, el tono de las interpretaciones, todo está al servicio del género y funciona de una manera preciosa.
La película es muy buena y recuerda muchísimo a los mejores exponentes de esta vertiente más o menos reciente del policial negro: Brick, The Zero Effect, Under the Silver Lake, Kiss Kiss Bang Bang o Assassination of a High School President, solo por mencionar algunas. Bien por Evan Morgan, bien por Adam Brody, que siga jugando así.