Hermana de los árboles: para salvar niñas, agua y árboles

Hermana de los árboles (cuyo título original es Sisters of the trees, o por lo menos así es en la copia que se puede ver), es un documental argentino en coproducción con India. Los directores y el equipo técnico son argentinos, pero la lengua hablada en el film no es castellano sino mewari, dialecto indo-ario que se habla en la región india de Rajastán, lugar donde ha sido rodada íntegramente la película. Una rareza.
Piplantri es una pequeña aldea rural ubicada en el noroeste de la India. Hace años se instaló allí una explotación de mármol a gran escala. Las canteras fueron haciendo desaparecer la montaña y bajar las napas de agua por el consumo excesivo en la mina. El polvo fue invadiendo las casas y los campos se fueron secando. Poco a poco la región fue convirtiéndose en un páramo.
Allí, como en muchos otros lugares de la India, el nacimiento de una niña era una mala noticia, había que dotarlas para poder casarlas y enviarlas con la familia del marido. Para gentes tan pobres la llegada de una niña podría ser una tragedia de tal magnitud que llevaría incluso al infanticidio femenino.
Hace unos cuantos años, quien era el alcalde del pueblo perdió a su hija adolescente y en honor a ella plantó un árbol. A partir de ese dolor fue naciendo la idea: salvar a las niñas de la región. Se le propone a la familia en la que nace una niña que plante 101 árboles en nombre de la criatura y que formalice un depósito de ahorro en su nombre, la comunidad los acompañará con otra parte. Además del depósito, el compromiso de la familia consiste en no dar a la niña en matrimonio antes de los 18 años y en darle educación escolar. Toda una propuesta contracultural.

Con el correr de los años, los árboles plantados en nombre de las niñas hundieron sus raíces en la tierra y elevaron las napas de agua. La comunidad fue construyendo muchas fuentes de agua y la región fue abandonando su aspecto desértico, volvieron los cultivos.
Hermana de los árboles es una película que habla sobre todo de las mujeres, de las niñas y de sus madres, de la capacidad de un grupo humano de dar vuelta una historia, tanto de las personas como de la naturaleza. Desde la noche de los tiempos, en los que las niñas podían morir en el mismo momento de nacer, por su sola condición de género, en una tierra yerma y sedienta, hasta el presente, en el que las niñas crecen y estudian, en una tierra que recobra su fertilidad, no han pasado tantos años. Actualmente, las mujeres del pueblo han puesto en marcha, en forma asociativa, la producción de cosméticos con la planta de áloe vera. ¿Qué significan unas pocas décadas frente a la costumbre de una cultura ancestral? Muy poco, unos granos de arena en un desierto, y sin embargo, la comunidad va logrando tejer un nuevo relato.
Hermana de los árboles es una película que también intenta plantear un diálogo sobre la naturaleza, sobre el uso de los recursos y sobre las relaciones sociales, de vivir en comunidad.
El proyecto de los 101 árboles por las niñas ha hecho conocer a Piplantri en el mundo y ha sido reproducido en cientos de aldeas de la India. El modelo es salvar niñas, agua y árboles.
Rara iniciativa de la directora y del director del film, Camila Menéndez y Lucas Peñafort, producir un documental, sobre una temática desconocida para el público local, en un lugar exótico, situado en el otro extremo del mundo.
Al respecto los realizadores dicen: “Fuimos a India movidos por el sueño de retratar la vida y la muerte en una cultura que es la madre de las creencias religiosas de la humanidad. Un eterno retorno a lo idéntico. Dimos con la historia de Piplantri siguiendo nuestra intuición, nos pareció fascinante que la respuesta a gran parte de los problemas del mundo esté contenida en el cuidado de las niñas, el agua y los árboles”.
El film tiene una excelente fotografía, que deviene resaltada por los colores propios de las ropas de las mujeres, los rojos, verdes, naranjas y los blancos. La música es la de la gente del pueblo, festiva, alegre. La producción de sonido está muy cuidada, los diálogos fluyen sin llamar la atención, devienen naturales. La cámara circula entre la gente sin invadirla, con reserva, podría decirse con pudor.
La película tuvo su exitoso recorrido por reconocidos festivales internacionales de cine, como el Festival de Málaga –Premio del Público 2020–, y DOCSMX –Premio Especial de la Crítica– de México, entre otros.
Por su temática y por su tratamiento, Hermana de los árboles es un documental muy recomendable.