Enola Holmes: Enola is not alone.

Desde que salió a la luz, Enola ha sido objeto de reconocimiento y controversia.
Quiero empezar por la segunda reacción, la conflictiva. No porque la considere como la cuestión más importante, sino que, como no me parece apropiado dejar de comentarla, quiero mencionarla de entrada para poder concentrarme, a posteriori, en el análisis correspondiente de la película que protagoniza la integrante más pequeña de la familia Holmes, con el objetivo de descubrir sus mejores valores.
En este sentido, cabe considerar que aquellos que se reconocen como seguidores y custodios fanáticos de Holmes, deberían celebrar que el legado sempiterno de su padre literario: Arthur Conan Doyle, esté cautivando a las nuevas generaciones. Sin embargo, la joven Enola, la Holmes protagonista de la película, empezó a ser motivo de una disputa legal impulsada por los herederos de Conan Doyle, con una demanda contra Netflix, la plataforma de su estreno y difusión, así como contra el resto de los productores. Los demandantes, consideran al filme y a los libros sobre los que se basa (la saga creada por Nancy Springer, asentada sobre un universo imaginario libre de derechos, pero emparentado con el famoso Sherlock) como soportes perniciosos que estarían violando los derechos de autor del personaje originario, en especial, con relación a dos aspectos sobresalientes de su personalidad: un exceso de sentimientos y un claro respeto por las mujeres, dos características que, aparentemente, entrarían en contradicción con el prototipo del figura del detective conandoyliano. De cualquier manera, y en tren de especular un poco sobre el asunto, sospechamos que el verdadero problema de fondo, es la propia Enola Holmes. Su existencia.

En el probable caso de que Netflix gane la partida, esta película podría ser el principio de una prometedora franquicia, en consonancia con el éxito de la versión literaria que la precede, y en este caso, los usufructuarios de la obra original sobre Sherlock Holmes, no estarían admitiendo quedar afuera del negocio. No obstante, este arresto litigioso parece infructuoso a futuro, porque si la propuesta de Netflix cala entre el gran público, no es difícil imaginar una segunda parte sin la presencia del ahora enternecido y sensibilizado detective privado interpretado para la ocasión por el británico Henry Cavill, ya que el personaje protagonizado por Millie Bobby Brown (Enola) pasará a ser autosustentable, con propio peso suficiente, incluso, ante a los seguidores de su famoso hermano Sherlock.
Enola is not alone. Enola no está sola, y no lo está gracias a la extraordinaria encarnación que hace de ella la prominente Millie.
¿Quién tenía en carpeta a esta joven actriz?
Yo creo que muchos de nosotros, después de verla interpretando a la enigmática Eleven (Once) Hooper, también conocida como Ce, en la exitosa serie “Stranger Things”.
De todas maneras, después de tan peculiar actuación, podía quedar alguna duda acerca de su capacidad de consolidarse hacia futuro. Sabemos que ha tenido una actuación en “Godzilla: King of the Monsters” (2019) de Madison Rusell, film que no he tenido el gusto de ver, pero que alguna crítica ha identificado como un tropezón en su ascendente carrera. Más allá de los pasos dados después de su lanzamiento a la popularidad, fallidos o no, no hay dudas que como Enola, ha dado un gran salto de calidad, que todos le reconocen y algunos señalan como el gran atractivo de la película dirigida por Harry Bradfeer, que se intenta analizar en esta nota.

Algo que llama la atención es la elección de este director, destacado, entre otras cosas, por haberse ocupado de la puesta en escena de muchos de los episodios de la serie Fleabag, una comedia dramática británica para televisión creada y escrita por Phoebe Waller-Bridge, quien además protagoniza la serie. Dato importante, teniendo en cuenta que una de las particularidades que se juegan en Enola Holmes, como un elemento estilístico distintivo, y que la emparenta con aquella multipremiada joya televisiva, son las constantes rupturas de la cuarta pared para que la protagonista se dirija abiertamente al público, en lugar de hacerlo con los personajes que la rodean. Enola es divertida, ocurrente y carismática, mantiene un tono cómplice con el espectador y sazona su interpretación con unos gramos de picardía y unas gotas de desvergüenza, que no resultan una afrenta para el sentido estético preciosista y muy arreglado de la película, con un cambio frecuente de escenarios y localizaciones.
Una puesta en escena chispeante y lúdica que busca, necesita y logra la complicidad del público, con una exquisita coreografía estilística que combina recursos como la profundidad de campo, los planos medios y el uso de gran angular, e incluso una fotografía y un arte muy bien cuidados, para explotar la capacidad perceptiva del espectador. La buena utilización de la profundidad de campo le permite obtener interesantes efectos estéticos, destacando, a voluntad, determinados objetos y difuminando otros, para conducir la atención del público. Pero este no parece ser el único efecto conseguido, muchas veces logra crear movimientos dentro del encuadre sin necesidad de mover la cámara cuando consigue que la atención del espectador vaya con naturalidad de una parte a otra de la imagen. Se aprecia, además, una voluntad por engalanar cada plano y afinar la narración con un brío que, por contagioso, transforma el relato en un filme de aventuras adictivo, agilizando su ritmo, pero sin renunciar al planteo de temáticas de fondo.
En relación con esto último, Enola Holmes ofrece la manifestación de un tipo de feminismo diferente, basado en la convicción de que los hombres ya han monopolizado suficiente tiempo, los resortes del poder y que va siendo hora de que se abra el juego y que las mujeres puedan ocupar, con mayor naturalidad, espacios y roles que antes le estaban vedados. En este sentido, la película tiene en mente problemas contemporáneos de igualdad de género y una protagonista radical y entrañable, aunque todavía impregnada de cierta candidez. Con sus cualidades, ella se convierte en símbolo de solidaridad para quienes se puedan sentir, de alguna manera, marginados por su inconformidad.

Tanto en la película como en las novelas policíacas, Enola, que es la hermana menor de Mycroft y Sherlock, es tan inteligente como ellos y, como una joven que vive al final de la era victoriana, se ve obligada a transitar por el sexismo y los prejuicios que afectan la situación de la mujer en esa época; contexto que, no solo las restringe, sino que las coarta, confinándolas a un papel vinculado, principalmente, a realizar las labores del hogar y producir hijos dentro del matrimonio, negándoles la opción de tener un trabajo formal y aspirar a una carrera laboral, o estudiar una carrera, o ejercer cargos públicos, o realizar cualquier otra actividad fuera de su hogar e independizada del poder de los hombres .
Las emociones de Enola se telegrafían claramente en expresiones y lenguaje corporal exagerados, lo que hace que la actuación de Brown se sienta más adecuada para el escenario. Bien intencionada, aunque a veces carece de sutileza, Enola Holmes ofrece un recordatorio fino y enérgico de que una historia tradicional siempre se puede volver a contar, aunque podría necesitar enseñanzas más refinadas sobre el feminismo la próxima vez. Ha comentado Ian Sandwell de Digital Spy.
No estoy muy de acuerdo con esto. El registro de Millie Bobby Brown no me parece ni exagerado ni falto de sutileza, en el sentido de torpeza y desatino. En cuanto a su feminismo explícito, como planteo temático/ideológico, la profundidad que alcanza está acorde con la línea principal del filme, que presenta a la hermana menor de Sherlock y Mycroft y explica las circunstancias en las que la niña se reencuentra con ellos, cuando su madre Eudoria desaparece, como escapa luego a su mandato machista, y los hechos y situaciones que la lanzan a la carrera de detective, demostrando que puede estar al nivel de su famoso hermano. Un spin-off feminista, ligero, pero disfrutable…, señala John DeFore en The Hollywood Reporter.
Además de Millie Bobby Brown y Henry Cavill, como Enola y Sherlock Holmes, respectivamente, forman parte de un gran elenco: Sam Claflin (Mycroft Holmes/el otro hermano), Helena Bonham Carter (Mrs. Holmes/la madre), Louis Partridge (el también irreverente Lord Tewkesbury/compañero de aventura), Fiona Shaw (la institutriz Mrs. Harrison/cara femenina de la represión cultural victoriana), Frances de la Tour (The Dowager/la conservadora abuela del joven Lord) y Burn Gorman (como el matón Linthorn/la mano ejecutora del mal en la película), entre otros.
La crítica ha tenido, hasta ahora, buenos comentarios para Enola Holmes. Coinciden en destacar ampliamente la actuación de la joven y agregan que el registro de comedia de Cavill, Clafin y Bonham Carter resulta agradable, y que: a pesar de contar con personajes e historias ya representadas, el giro feminista y una peculiar estructura narrativa, la refresca con muy buenos resultados.

Ian Sandwell, de Digital Spy, se suma a la veneración de la actriz protagonista: Millie Bobby Brown es impresionante como Enola, carismática y adorable en un papel que fácilmente podría haber resultado irritante. Sin embargo, no está del todo satisfecho con el desarrollo: Lo que decepciona es que la historia y el misterio en sí mismos no son tan interesantes.
Kate Erbland, de IndieWire, salva la trama de algunas críticas negativas: No olvida que está inspirada por una serie para jóvenes, pero, a medida que el guion intensifica el drama, se revela como algo genuinamente atractivo para un público más amplio
En lo que todos parecen coincidir, inclusive quien suscribe esta nota, aun con discrepancias sobre un veredicto conclusivo positivo o negativo, es en la crítica que Lewis Knight hace en Mirror: Una fresca aventura familiar que confirma aún más el estrellato de Millie Bobby Brown.
Por si quedara alguna duda, subrayo que mi veredicto personal es positivo y que la recomiendo sin beneficio de inventario.