You Should Have Left: deberías haber bailado

2

Pequeños pero importantes spoilers.

El amigo David Koepp tiene en su currículum los guiones de tanques de Hollywood como Jurassic Park, Carlito’s Way o Mission: Impossible. Pero también sabe ser un buen director, con películas como Stir of Echoes (1999) (conocida por nosotros como Ecos mortales). Este año, por culpa de la pandemia, se perdió de estrenar en salas de cine y directamente pasó al video on demand con You Should Have Left.

Theo Conroy (Kevin Bacon) es un banquero millonario semiretirado. Escucha audios de autoayuda y trata de mantener un perfil bajo, ya que un hecho de su pasado lo hizo tristemente famoso. Susanna (Amanda Seyfried), su esposa, es una actriz varios años más joven que todo el tiempo tiene el celular en la mano. El cuadro familiar lo completa la hija de ambos, la pequeña Ella (Avery Tiiu Essex). La pareja, con ganas de unas vacaciones, alquila una casa en el campo galés y toda la familia se traslada para descansar. Sin embargo, las situaciones extrañas comienzan al poco tiempo.

you-should-have-left-movie-hd-stills-e1591703475732

La evocación “resplandoriana” no se hace esperar, ya que la casa, en el medio de la nada y rodeada de puro pasto y árboles, recuerda a la genial película de Kubrick. Sin embargo, aggiornada a la época, el film presenta una mansión de diseño, moderna, funcional y estilizada. Una suerte de Hotel Overlook versión Marmol Radziner. Y esta decisión tal vez le juega en contra a la hora de generar climas, ya que los espacios son tan limpios y hay tan poca irrupción visual que muchas veces no estamos viendo una película de género. La casa no es aterradora. Tiene sus sustos, sus saltos, pero sus recovecos que distorsionan el tiempo parecen juegos de desorientación en vez de estructuras de miedo.

No obstante, hay un crescendo que funciona en el minuto a minuto. De a poco, la realidad de la casa se entrelaza con los protagonistas y, tal vez una novedad, estos deciden irse antes de que los problemas sean realmente graves. Pero es ahí cuando Theo descubre que su esposa tiene dos teléfonos. Entonces, para hacer efectiva la separación, él y la niña se quedan. Susanna, dama infiel, debe irse.

You-Should-Have-Left

Solos, padre e hija comenzarán a sentir la verdadera naturaleza del lugar. Y es aquí cuando la resolución tropieza consigo misma y nos da una serie de clichés de género construidos a las apuradas. La puesta no incomoda ni impresiona, y Kevin Bacon corre de un lado a otro tratando de sostener decisiones estéticas sin mucho vuelo. La revelación final, tristemente predecible, desemboca en una conclusión interesante: ¿Theo Conroy debe quedarse en el purgatorio a sufrir por sus pecados? ¿Es el castigo por no creer en el cielo? ¿El purgatorio no era la isla de Lost?

Palabras más, palabras menos, You Should Have Left es una película entretenida y, por una suerte que no sabría definir, es corta: dura unos amenos 93 minutos. Kevin Bacon se baña en formol y mantiene un estado físico lejano a sus casi 62 años, y aunque no se tire ningún paso, siempre es bueno volver a verlo.