Extraction: Thor al rescate
Pequeños spoilers insignificantes a continuación
Este fin de semana Netflix estrenó Extraction, con Chris Hemsworth (Thor, para les marvelitas), un film de acción y acción, dirigido por Sam Hargrave, mejor conocido por dedicarse a coordinar las escenas de peleas y dobles en el universo cinematográfico de Marvel. Una película que sabe de qué está hecha y resiste un visionado en pedo.
Escrita por Joe Russo (director de The Winter Soldier, Civil War y las dos últimas de Avengers), la historia ya la conocemos: Tyler Rake (Hemsworth) es un ex militar devenido en mercenario. Su pasado está lleno de dolor por la pérdida de un hijo y no parece tener demasiadas razones para estar en este mundo. Un día se le encarga rescatar al vástago (Rudhraksh Jaiswal) de un narcotraficante, que fue secuestrado por un competidor. Por supuesto, lo que comienza como una misión relativamente sencilla, se complica cuando la ciudad es cercada por fuerzas tanto militares como criminales.
A coup d’oeil, la estética recuerda a Black Hawk Down (2001) y, más acá en el tiempo, a Sicario: Day of the Soldado (2018). Incluso el planteo se emparenta un poco con esta última, ya que en determinado punto de la historia el niño rescatado representará un dilema moral para el protagonista. Las calles laberínticas de Bombay serán el escenario por el cual Rake tendrá que moverse a las corridas entre disparos, cuchillazos y patadas. La acción no da respiro y el director hace gala de una técnica rutilante con un plano secuencia de once minutos en el cual pasa de todo. El denominador común será ese: largas sucesiones de combate (sin los acostumbrados chistes marvelianos) en las que la cámara, frenética, sigue las situaciones como si no le sobrara tiempo.
Es en los descansos donde el guion se queda un poco corto. Cuando los personajes tienen que hablar lo hacen con diálogos entre trillados y forzados. La relación entre Rake y el niño no parece estrecharse lo suficiente, siendo más bien una decisión de guion antes que orgánica. Y casi no hay dilema moral, no se hurga en la naturaleza de la redención del mercenario: se sabe que Rake hará lo correcto de entrada, no hay sorpresas ni cuestionamientos en ese sentido. Incluso el personaje de Randeep Hooda reviste un grado de complejidad un poco más interesante que el de Hemsworth.
Extraction es una película de obvia energía explosiva. No tiene pretensiones impetuosas de emparentarse con el drama como sí puede hacerlo, por ejemplo, The Equalizer (2014); que si bien es una película de acción, hace un largo recorrido por la vida del protagonista y termina dándole una estrecha relación con sus decisiones. El film de Hargrave es acción pura y dura que destaca por un apartado técnico dispuesto a deslumbrar. Para quien guste, bienvenido sea.