La vida moderna de Rocko: cambio de chip, para bien
Rocko’s Modern Life fue una serie animada que se emitió entre 1993 y 1996 por el canal Nickelodeon. Quienes contamos 30 años segurísimo que la vimos en una de las tantas repeticiones de Nicktoons.
La serie contaba las aventuras de Rocko, un wallaby proveniente de Australia que llega a Estados Unidos a vivir el sueño americano. Claro que las cosas son más complejas de lo que él imaginaba y a lo largo de 4 temporadas vemos cómo convive con las vicisitudes de la vida moderna de los 90. Con un humor lleno de sátira, slapstick y comedia adulta, con contenido sexual; claro que unx de chicx no se daba cuenta, pero que, a la larga, se dice, fue lo que llevó a su cancelación.
En Cambio de Chip, hace 23 años que Rocko se encuentra flotando en su casa en el espacio exterior por un cohete que los llevó por error junto a sus amigos Filburt, Heffer y su perro Spunky, por lo cual no pudieron regresar porque el control remoto se hallaba en el trasero de Heffer.
De vuelta en la Tierra, más precisamente en la ciudad O-Town, deben integrarse a una vida aún más moderna donde el consumismo escaló a niveles altísimos, donde hay bebidas radioactivas, cafeterías en cada esquina, celulares O-Phone que se actualizan por minuto, tiendas de comida chatarra, como por ejemplo tacos con varias capas, y la vieja tienda de cómics donde trabajaba Rocko fue reemplazada por una cabina que hace impresiones instantáneas de cómics.
Ante tanta información nueva que digerir, Rocko encuentra el verdadero problema cuando descubre que su serie favorita “Los Cabeza Gorda” no se emite más ni siquiera en repeticiones, ya que el creador Ralf Cabeza Grande se alejó hace años para encontrarse a sí mismo.
Ed Cabeza Grande, vecino de Rocko, durante estos 23 años creció profesionalmente y está feliz, pero con la vuelta de su odiado vecino, pierde su empleo en Conglom-O, mega corporación que maneja toda O-Town. A la vez, es el padre de Ralf, creador de Los Cabeza Gorda, y encontrarlo será la misión para Rocko y sus amigos, con el fin de recuperar su serie favorita, que Ed recupere su trabajo y salvar de la ruina a O-Town.
SPOILER ALERT, cualquier cosa, pasá al siguiente párrafo. Finalmente, Rocko, Filburt y Heffer encuentran a Ralf, quien en su búsqueda personal se autopercibió como mujer, y por primera vez es feliz en su vida. Obvio, que Ed Cabeza Grande no acepta el cambio, representa a una generación reaccionaria que quiere el status quo y las cosas por su nombre. Ralf, ahora llamada Rachel, hace el reboot de Los Cabeza Gorda e introduce un nuevo personaje: el bebé Cabeza Gorda. Ed, al verlo, se enternece y acepta el cambio de su hija. La serie salva a O-Town, todo el mundo ama el re-lanzamiento de los dibujos animados favoritos de todxs… A excepción de Rocko. Aceptó todos los cambios de la vida pos moderna pero no que retocaran su serie favorita (¿te acordás de haberte sentido así con algún cómic, película o serie rebooteada?). Como define Ed hacia el final: “Rocko, no podemos vivir del pasado. Podemos estar agradecidos pero la vida no es permanente, y si no aceptamos el presente, nos perderemos lo que es importante de verdad”, mientras abraza a Rachel.
Una serie que mantiene el humor que la caracterizó, con una crítica sutil y a la vez feroz hacia el capitalismo y el consumismo, la explotación, la digitalización en la industria del entretenimiento, abiertamente LGBTQ+ pero sin ridiculizar, sin caer en chistes bajos. Sin dudas, su creador Joe Murray dio en el clavo con esta película de 40 minutos. Solo espero que esto sea el puntapié para una nueva temporada de Rocko’s Modern Life. Un cambio de chip, para bien.