Terminator: Dark Fate. Volveré y seré Sarah Connor

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CON SPOILERS

Tres años después de eliminar al T-1000 (Robert Patrick) y destruir el futuro apocalíptico regido por las máquinas, Sarah Connor (Linda Hamilton) y su hijo John (Edward Furlong) continúan escapando por el remanente de asesinos que SkyNet envió al pasado antes de dejar de existir. Uno de estos T-800 (Arnold Schwarzenegger) finalmente los encuentra en Guatemala y asesina a John. Veintidós años después, en México, un modelo REV9 (Gabriel Luna) es enviado del futuro para eliminar a una obrera de fábrica llamada Dani Ramos (Natalia Reyes). La joven será protegida por Grace (Mackenzie Davis), humana mejorada con implantes cibernéticos enviada desde el futuro. Pronto se les unirá Sarah Connor en su afán de eliminar máquinas asesinas.

Contado así, parece algo ya contado, que ya vimos. Sí, puede ser. Con James Cameron como productor ejecutivo y Tim Miller (Deadpool; Love, Death &Robots) en la dirección, se apeló a la fórmula que dio su éxito y recuerdo a la saga. Cual T-800, sobre la estructura metálica metieron un cacho de carne acá y allá para dar forma al modelo terminado: y no salió mal. En un constante tándem entre T1 y T2, con matices de ambas, con guiños a ambas.

Lo mejor, y más importante de la película, está en los personajes, desde mi punto de vista. Dani Ramos, el objetivo por matar y proteger en esta entrega, nos retrotrae a la Sarah Connor de The Terminator (1984). Necesita ser protegida, es frágil, está asustada y sólo le sale escapar. ¿Es una nueva Virgen María cuyo fruto bendecido debe ser salvado por el bien de la humanidad? Ella no lo sabe, no lo cree, y es algo que se sabrá a lo largo de la película, pero mientras tanto, su evolución personal la hará crecer como una mujer combativa, más cerca de la Sarah Connor de Terminator 2 (1991).

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Grace, la humana con mejoras que la hacen más veloz, más fuerte y con más percepción que cualquier ser humano. Si bien es en parte máquina, y deslumbra en las escenas de acción, su lado humano es el que brilla con luz propia. Este personaje funciona como un pivote entre el presente y el futuro, a través de sus ojos vemos cómo Legion en tres días hace sucumbir a la civilización y a la humanidad, cómo es que se combaten a los esbirros REV9, cómo es que recibió sus mejoras. Es una mezcla del Kyle Reese de la T1 con el T-800 de Arnold en T2.

El trinomio femenino lo cierra Sarah Connor. Después de veintidós años, tras la muerte de John, su propósito es la venganza y el alcohol. Vive sólo para aniquilar cualquier máquina que venga del futuro, cualquier remanente de SkyNet. Como ya dije más arriba, se ve en Dani, pero también en Grace. Cegada por la venganza y el odio, a simple vista parece un personaje chato, pero tiene su pequeño arco de transformación cuando debe lidiar con su pasado, y especialmente, con su futuro. En el perdón encontrará un nuevo propósito. Más allá de esto, la película confirma que siempre se trató de Sarah, que es el personaje más importante de la saga, es ella quien hace girar la rueda, su historia. Si tenemos que hablar de Terminator, no es el austriaco musculoso que está en todas las portadas. Si hablamos de Terminator, hablamos de Sarah Connor.

Mujer bonita es la que lucha, se dice, y estas tres mujeres luchan sin cesar. Aggiornados a los tiempos que corren, posicionar a estas mujeres como guerreras y no como damas en peligro que necesitan ser rescatadas por el hombre le dan una frescura interesante a la trama. También el hecho de la diversidad racial: la salvación del futuro de la humanidad no hay que ir a buscarlo a Estados Unidos, la salvación ya no está en ellos, sino al sur del paredón, al sur de la frontera, en México. Son dos temas que parecen menores pero que pisan muy fuerte, y bien, en la historia.

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Volviendo con los personajes, el nuevo asesino interpretado por Gabriel Luna es un modelo que lleva como nombre REV9. ¿Qué es? No sabría bien cómo decirlo. Parece como el T-1000 de T2, imita a aquello (objeto o persona) con el que entra en contacto, cuando le disparan se reconstruye, si lo explotan las partes se vuelven liquidas y lo completan. Todo como aquel orejón (sí, yo le decía “El Orejón”, quince años después supe que era un T-1000) que conocimos en los 90. A diferencia de este, puede separarse de su exoesqueleto y atacar como dos personas, y parece estar galvanizado. Un detalle no menor es que ahora a este modelo le implantaron carisma. Le actualizaron una app social.

Finalmente, el personaje que da nombre a la franquicia, el rostro de la marca: el T-800 interpretado por el gran Arnold. No es aquel que conocimos en T2 (se sacrificaba por si no recordaban), sino el T-800 que asesina a John en 1998. Después de cumplir su misión, sin objetivos queda a la deriva y se integra a la humanidad, ganando conciencia y formando una familia. Ya no es el T-800, sino Carl, “diseñador de interiores”. El cómic relief de la película, función que en T2 cumplía Edward Furlong como John Connor, función que Arnold ya cumplió en Terminator Genisys. Al principio su introducción parece forzada, pero al pasar los minutos y más hacia el final se justifica su presencia.

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La pesadilla de ciencia ficción por antonomasia volvió, con sus modelos T-800 clásicos (y modelos renovados e innovadores), con mujeres badass, con paradojas temporales, persecuciones, tiros, explosiones, muchísimo CGI y el capitán que nunca naufraga: James Cameron.

¿Cómo lo hace el bueno de JC? Situando esta sexta entrega como una secuela directa de The Terminator (1984) y Terminator 2: Judgment Day (1991), mientras que Terminator 3: Rise of the Machines (2003), Terminator: Salvation (2009) y Terminator Genisys (2015) quedan como en líneas de tiempos alternativas. En otras palabras, Cameron dice “olvídenlas, no funcionaron porque no estuve”. En la dirección y el guion de las dos primeras y alejado de las que siguieron y fueron tildadas de fracasos, JC encabezó el proyecto como productor ejecutivo y supervisor del guion. Repito que las que siguieron a T2 fueron fracasos porque con cada una se buscó iniciar una trilogía que en ninguno de los casos se dio. Con esta nueva película de Terminator, Cameron ya confirmó que planea una nueva trilogía, espero sea pronto y no tarde doce años como con Avatar. ¿Será con Sarah Connor? ¿Volverá el T-800 de Arnold? *

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SPOILER ALERT

*La última línea de Arnold es “No volveré”.