Archer: “Space Phrasing”
En 2016 Adam Reed (creador de Archer) anunciaba que la décima temporada iba a ser la última, pero contrariamente a esto, en junio de este año anunciaron que se extendería una temporada más, por lo que tendremos once temporadas, y quién nos dice (dedos cruzados) quizá nos regalen una doceava, pero no soñemos con esto debido a que Reed, desde el 2016 desea darle cierre definitivo a esta historia (Goddammit!). Archer es producido por Reed, Matt Thompson y Casey Willis en Floyd County Productions. La serie es producida por FX Productions, y también la pueden encontrar en Netflix.
Esta temporada nos trae algo definitivo y es que va a ser la última (de tres) que transcurre en el inconsciente de Sterling Archer (H. Jon Benjamin); recordemos que las temporadas ocho (“Archer: Dreamland”) y nueve (“Archer: Danger Island”) son producto del subconsciente de Archer luego de que este cayera en un coma en la temporada siete. El programa ha estado explorando nuevos escenarios e historias, esto le aporta frescura a cada entrega, pero a esta altura todos extrañamos al antiguo Archer, agente especial de ISIS, y queremos ver cómo continúa su historia luego del coma.
“Archer: 1999” es el nombre que titula la temporada diez, ambientada en el espacio y en la idea futurista de los años 70. Hay que recordar que en Archer no se hace mención de en qué periodo transcurre la serie, por lo cual podemos decir que es anacrónica o atemporal (mezcla distintos periodos); de hecho el creador la describe en los estilístico como “intencionalmente mal definida”, tomando elementos de múltiples décadas; esto se ve reflejado en la vestimenta de los personajes, mezclando máquinas de escribir con dispositivos futuristas. Es por esto que al momento de situar “Archer: 1999” no vemos una idea post 2000 sino una mirada setentona del espacio.
Seamus es el nombre de la nave en la que viajan nuestros clásicos personajes, y como en cada historia paralela que nos trae el subconsciente de Archer, cada uno de estos personajes se encuentra con alguna modificación pero sin perder la esencia de su personalidad, el caso más evidente es el de Pam (Amber Nash), transformada en un superalien, o el de la mamá de Sterling, Malory (Jessica Walter), ahora vista como una avanzada “IA” (inteligencia artificial), quien puede transformarse a su vez en humana. Siguiendo esta línea encontramos a Ray (Adam Reed), haciendo de cortesano interespacial; Cyril (Chris Parnell), el contador de la nave (como si las naves espaciales necesitasen contadores, crítica recurrente de Archer); Krieger (Lucky Yates), siendo un incomprendido androide, y Cheryl (Judy Greer), personificando a una pilota excepcional pero en sintonía con su personalidad, ella obviamente odia ser tan buena. Esta temporada cuenta con ocho episodios en donde se narran las aventuras de la tripulación, comandadas por Archer como capitán y Lana (Aisha Tyler) como cocapitana, quienes a su vez transitan un desastroso divorcio.
La evolución de los personajes a lo largo de estas diez temporadas junto con la mezcla de divertidas situaciones repletas de sarcasmo logra convertir a Archer en una las mejores series de animación para adultos. Si hablamos de evolución cabe destacar a los personajes que se han vuelto totalmente entrañables, y son Cheryl y Krieger; cada uno se inició siendo un tímido personaje para llegar a ser una sátira de sí mismos, produciendo un caudal cómico cada vez que entran en escena.
Las interminables referencias culturales, tanto entre temporadas como a elementos externos a la serie (como “Space Phrasing” frase particular de Archer que reinventa a modo espacial), dotan a Archer de ese ingenio afilado reflejado en capítulos de esta temporada como «Mr. Deadly Goes to Town”, con la particular voz de Matt Berry (The IT Crowd) como Mr. Deadly, y “The Leftovers”.
El final más que esperado abre la puerta a que en la temporada once descubramos lo sucedido a nuestro protagonista durante estos tres años, ansiosos por encontrarnos una vez más con la agencia y estos recurrentes personajes.