Reseña: Amante Fiel (L’homme fidèle)
El director y actor francés Louis Garrel (Soñadores, Mes copains) estrena su segunda película junto al respetado guionista Jean-Claude Carrière (Los fantasmas de Goya, La insoportable levedad del ser), en la que retrata el amor y el aprendizaje en tiempos modernos.
Esta comedia romántica tiene por protagonista a Abel (Louis Garrel) y Marianne (Laetitia Casta) una pareja que se nos presenta en la primera escena, con una fuerte noticia, la infidelidad con Paul, mejor amigo de Abel, y un embarazo de por medio, que hacen que Abel y Marianne se separen y vuelvan a encontrarse otra vez pero en el funeral de Paul ocho años después.
Abel nunca olvidó a Marianne y ella parece que tampoco, pero en este reencuentro ahora se suman dos personajes más, el hijo de Marianne y Paul, Joseph (Joseph Engel) y por otro lado la hermana menor de Paul, Eve (Lily-Rose Depp).
Las actuaciones de Joseph Engel y Lily-Rose Depp son las que dotan de frescura a la película y nos dejan los momentos más divertidos. Por un lado, Joseph inventa una teoría criminal contra su madre para alejar a Abel, y por otro, Eve narra su obsesión desde pequeña con Abel y su interés romántico hacia este.
La relación entre Abel y Marianne se ve afectada cuando Eve decide que es su momento de tener a Abel, confronta a Marianne y le declara la guerra afirmando que ella es la que realmente lo ama y siempre fue así. Lo que la lógica nos dicta o en general suponemos que sucede en un gran porcentaje de las parejas o personas ante ciertas situaciones que se muestran en la obra no sucede, no hay reproches, no hay daño entre ellos, la pasividad de Abel y el respeto que este tiene hacia Marianne es gratificante. Seguido a esto las reflexiones y decisiones que toma Marianne quizá no nos parezcan acertadas en un principio, pero al observar su desarrollo y conclusión como en este caso el de permitir que Abel esté con Eve, dejarlo todo en mano de la confianza y el amor dotan al personaje de una fuerza que no aparecía en los primeros momentos de la película.
La duración de la película nos hacen preguntarnos si en 75 minutos veremos un obra completa o nos dejarán a mitad de camino, y la conclusión es que si bien El amante fiel no es una película imponente, es una película concisa, con una finalidad, y es la superación, el reencuentro y el respeto.