Shiki Oriori: antología dispareja

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Shiki Oriori es una antología que está compuesta por tres cortos animados, cada uno realizado por un director distinto. Y todos están ambientados en distintas ciudades de la China actual.

Esta película es una coproducción japonesa-china entre los estudios de animación CoMix Wave Films (encargados de animar Your Name y varias obras del director Makoto Shinkai) y Haoliner Animation League.

A continuación voy a hablar más específicamente de cada uno de los cortos de que componen esta antología.

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Fideos de arroz

En esta primera historia seguimos a Xiao Ming. Un hombre joven que al recibir la noticia de que su abuela se encuentra mal de salud decide volver a su pueblo natal a visitarla. En su viaje él irá recordando distintos momentos de su vida, en los cuales los fideos San Xian formaban parte de su vida diaria. Esto se debe a que de pequeño Xiao Ming desayunaba estos fideos con su abuela (aparente es normal desayunar estas comidas).

La premisa es bastante normalita. Suena un poco extraño decir que una persona recuerda su vida a través de un plato de fideos, pero este elemento está bastante bien integrado. Se justifica bien a través de los hechos que suceden en pantalla.

La animación y la banda sonora son bastante buenas. Nada revolucionario, pero está por encima del anime promedio.

Por otro lado, creo que de lo que menos se beneficia esta historia es de su duración, que es de apenas quince minutos. Hay momentos en los que va demasiado rápido como para que nos atraviese realmente lo que está pasando. Y realmente al protagonista le faltan matices como para llegar a ser un personaje, es apenas un arquetipo. Lo cual es entendible con el poco tiempo que tienen para desarrollarlo, pero no deja de jugarle en contra.

No es un gran comienzo para una antología, pero está bien. Cumple.

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Un pequeño show de moda

Continuamos con la segunda de las tres historias. En esta ocasión seguimos Yin Lin, una modelo de unos veinticinco a treinta años que se encuentra en un momento de su carrera en el que debe reinventarse. Ella vive con su hermana menor, Lu Lu, que está estudiando para ser diseñadora de moda. A lo largo de la historia, la protagonista deberá buscar un balance entre su vida como modelo y la relación con su hermana, o eso parece.

Esta es la peor de las tres historias. Viéndola nunca entendí cuál era el foco de la historia. Ya que la mayoría del tiempo vemos a Yin Lin siendo superada por una modelo más joven y preguntándose si todavía queda un espacio en el mundo de la moda para ella. Y de fondo está la hermana, haciendo poco y nada. Hasta que cuando faltan ocho minutos para que termine el relato les parece adecuado armar una pelea entre las hermanas porque: “Yin no valora las habilidades de Lu Lu como diseñadora”, algo que sale totalmente de la nada y que además podría solucionarse con una charla ya que ambas son adultas.

Esta historia dura media hora. Media hora en la que realmente pasa poco y nada. Los personajes son poco interesantes, las decisiones de guion son muy cuestionables y, considerando que es una historia que gira alrededor del mundo de la moda, es muy triste la poca atención que les dan a los vestuarios y el poco vuelo visual que hay en el relato.

Mala, no sabe qué quiere contar y no le saca provecho a ninguno de los elementos que están en el guion.

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Amor en Shanghai

Última de las tres historias. Li Mo es un joven estudiante de arquitectura que se acaba de mudar cerca del barrio residencial en el que vivía cuando era un niño. Revisando las cosas de la mudanza, Pan, su amigo de la infancia, encuentra un casete en una de las cajas. Se lo había enviado Xiao, su amor de la niñez, hace más de diez años. Al encontrarse con esto, Li Mo decide ir a su antigua casa a buscar el grabador en el que reproducía las cintas. Al escucharla, empieza a recordar cómo tomaron distintos caminos y eventualmente dejaron de verse.

Esta es una historia bastante clásica. No tiene ningún elemento muy innovador, pero su ejecución es la mejor de las tres. Personajes sólidos, motivaciones palpables y un relato bien estructurado que maneja cierta sutileza, nunca recurriendo al golpe bajo a la hora de mostrarnos cómo los personajes llegaron a estar donde están.

Su duración está muy bien aprovechada. Exprime cada segundo que tiene para contar una historia con propósito, linda y cercana. Es todo lo que el corto anterior podría aspirar a ser.

Hicieron bien en terminar con la mejor historia, alivia bastante el mal trago de la segunda. Supongo que la recomiendo, sobre todo por el último corto. Una buena forma de mirar la antología sería saltarse completamente la segunda de estas tres historias.