LA BALADA DE BUSTER SCRUGGS: Cuentos Asombrosos
Hay elementos del cine western que de tan comunes y manoseados dejamos de prestarles la atención debida: horizontes lejanos, caravanas, indios hostiles, ladrones de ganado y bancos, fiebre del oro, salones y tabernas, juegos de naipes y la siempre característica destreza de los pistoleros en duelos o tiroteos. Pueden gustar o no, pero los hermanos Ethan y Joel Coen tienen elementos que los caracterizan de tal manera para poder señalar: “esa es una de los Coen”, y lo logran juntando todo aquello que conocemos del género western dándole forma, su forma con la marca registrada de ellos, contándonos en una antología del Oeste seis historias con la muerte como hilo conductor, con relatos más oscuros que otros, hasta angustiantes y existencialistas. Una oda a los personajes. Los Coen vuelven a asombrar y demostrar frescura en un género que nunca va a pasar de moda.
Como en toda antología, hay historias que pueden gustar más que otras, pasa con los libros de autores como Stephen King, Phillip K. Dick, Ray Bradbury o H.P. Lovecraft. Por eso voy a contar brevemente y sin spoilear de qué va cada uno de estos seis relatos:
- La balada de Buster Scruggs
Es el relato que le da título a la película y en el que más jugaron los hermanos Coen, quizás como cada unx de nosotrxs cuando éramos chicxs e inventábamos historias con nuestros juguetes.
Tim Blake Nelson interpreta a Buster Scruggs, el mejor y más rápido pistolero del momento. Acá el enfoque es más distendido y cómico, siguiendo a este personaje que confronta el “cómo es visto por los demás” con el “cómo se ve él mismo”. Su narcicismo y confianza son inevitablemente atractivas para generar empatía en el público, especialmente con su encare a cámara rompiendo la cuarta pared con monólogos al espectador.
A pesar de la comicidad, la bravura del Oeste es sugerida sutilmente. Cuando empieza el relato Buster Scruggs cabalga a través de un acantilado cantando alegremente, todo muy distendido en un lugar muy apacible, sin embargo, el movimiento de cámara hacia los costados nos alerta que algo puede surgir de la nada en cualquier momento.
- Cerca de algodones
James Franco es un ladrón de bancos con mucha mala suerte. Este relato nos lleva a situaciones súper conocidas del género como el robo fallido al banco, la condena a la horca a caballo en un árbol solitario en el medio de la nada y el ataque intempestivo de los salvajes indios que solo gritan y no dicen palabra. Un relato que habla de la suerte y podría decirse que es el último relato simpático para adentrarnos en los más oscuros.
- Vale de comida
El relato más duro de esta antología. Liam Neeson tiene un teatro ambulante cuya estrella es Harrison, un joven artista sin piernas y sin brazos quien recita para el público ocasional historias de Shakespeare, la Biblia o el poema Ozymandias. Un “fenómeno” popular para lxs pueblerinxs curiosos.
Con casi nada de diálogos, los gestos y silencios de Liam Neeson nos cargan de una pesadumbre y tristeza por el joven artista. Puesto a reflexionar, Neeson representa a la industria que ve a lxs artistas como piezas reemplazables si las ganancias dejan de fluir. Una historia cruda pero bellamente filmada.
- El cañón de todo oro
Tom Waits es un buscador de tesoros, oro para ser más puntuales. La búsqueda del tesoro es algo recurrente en cualquier tipo de historia, con la alegría y felicidad al encontrar el botín. Sin embargo, hablamos de los Coen, y encontrar el tesoro para ellos trae codicia, ambición y el lado más miserable del ser humano, porque poner oro entre dos seres humanos saca el egoísmo y lo crueles que pueden ser.
- La niña que se puso nerviosa
Marcada por un aire triste y desolador quizás sea la más ajena a los guiones crueles de los Coen. O eso pensé por un momento. Por sí misma podría ser una película, por la duración y el abanico de personajes que presenta.
Zoe Kazan es una joven que se une junto con su hermano a una caravana de carretas para llegar a Montana y casarse con un hombre de negocios para comenzar una vida nueva.
Enmarcada en lo que conocemos como el “sueño americano”, los personajes de este relato se vuelven queribles y no dan a la burla como nos tiene acostumbrado “el director de dos cabezas”. O mejor dicho, la burla viene por parte del destino que castiga a los seres más nobles. Los Coen son unos maestros escribiendo.
- Los restos mortales
El mejor cierre que podría tener esta antología. Una diligencia y cinco pasajeros que con excelentes diálogos ponen en la mesa todo lo que tocaron las distintas historias: ética, religión, moral, existencia, codicia y muerte. Acepto los insultos: me pareció mejor que el viaje en diligencia de Los 8 más odiados, de Tarantino. La fotografía de Bruno Delbonnel es exquisita, dando un marco tétrico a todo lo que sucede en ese viaje.
Conclusión
De las mejores películas del 2018. Hay homenaje a Leone o planos paisajistas como los de Ford, pero no hay héroes y sí mucho cinismo, humor, amargor, violencia y oscuridad made in Coen. Desde lo técnico la banda sonora carga de lirismo muchos momentos y la fotografía de Delbonnel se destaca bellamente con fijas del horizonte y el paisaje que bien podrían ser estampillas, cada primer fotograma de cada relato es una delicia visual.
Hablar del cine de los Coen sería extenso (además ya se hizo la 24 en un especial https://revista24cuadros.files.wordpress.com/2015/04/24-cuadros-17.pdf ), por eso cierro con lo que me pareció un detalle de la película: la estructura tipo libro que separaba cada relato. Una vez que empezás, podés leer/ver una historia por día para alargar un poquito más algo que sabés que se va a acabar, puede haber historias que te gusten más o menos. Pero el viaje vale la pena.
Mirá cómo me vengo a enterar de que los Coen sacaron peli nueva. Y con James Franco
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