La 24 elige: lo mejor de 2018
Se va este 2018 y como no podía ser de otra manera todos los que hacemos R24C nos juntamos a elegir nuestra película y serie favorita del 2018. Aquí nuestra selección:
- David Fernández
Serie: South Park
Desde hace algunos años, South Park cambió su estructura narrativa. En lugar tener episodios unitarios, sus capítulos conforman una gran trama donde todas las historias están relacionadas. Esta acertada decisión de sus creadores le inyectó una adrenalina vital a la serie, que en 2018 se promocionó como #CancelSouthPark, para adelantarse a lo que los paladines de la justicia social en las redes podrían vociferar sobre el programa. Lo cierto es que la temporada arrancó con la naturalización de las matanzas de niños en las escuelas, siguió con el temor por los curas pedófilos, pasó por la expulsión del Señor Mojón de la ciudad (donde aprovecharon para pegarle a Los Simpson por la eliminación de Apu) y tuvo un excelente episodio de Halloween con monopatines eléctricos al acecho. Los dos últimos capítulos fueron sobre el conflicto de los trabajadores de Amazon y ahí se vio la faceta más revolucionaria de South Park. No sé si hay alguna otra serie estadounidense que permita que un personaje exclame: “el obrero oprimido al final contratacará a los capitalistas que controlan los medios de producción. No tenemos nada que perder más que nuestras cadenas.” En sus 22 temporadas, South Park siempre se animó a hablar de lo que quiso y nunca tuvo nada que perder, por eso es tan necesaria. Series para cancelar hay un montón, pero con South Park no se jode.
Película: Isla de Perros de Wes Anderson
No sé cómo empezar a describir lo buena que es Isla de perros. Temo que todas las palabras que pueda desparramar en este párrafo sean insuficientes. Estoy convencido de que es la mejor película de Wes Anderson, que en su filmografía incluye obras maestras como El gran hotel Budapest o Los excéntricos Tenembaum. El argumento es simple: expulsan a todos los perros de una ciudad de Japón y los mandan a un basural en forma de isla. A partir de ahí, arranca una aventura de cinco perros y un niño que salen en búsqueda de la mascota canina del humano, perdida en algún rincón de la isla. Bajo esa premisa, Anderson construye un universo ficcional con personajes adorables (estuve semanas imaginando cómo hablarían los perros callejeros que me cruzaba), siempre dentro de sus estrictas reglas estéticas de encuadre y puesta en escena. Repleta de momentos memorables (la preparación del sushi, el baño del Jefe, el duelo final), Isla de perros es la película ideal para que los que menosprecian a Anderson (“es muy buen decorador de interiores”, dijo con descaro, un muchacho) cambien de opinión. Todavía están a tiempo de ser bienvenidos en la isla de Wes.
- Willy Real
Serie: Dragon Ball Super (más la película DBS: Broly)
Después de consultarlo con el Sr. Editor y barajar un puñado de series, me quedo con el animé y la Saga por la Supervivencia Universal, un Torneo de todos contra todos donde Zeno-Sama (el Rey-Dios de todo) donde se eliminará los Universos que se queden sin combatientes.
¿Por qué elijo un animé si se pide serie? Porque Akira Toriyama supo corregir el rumbo tras el fiasco de la Saga Black Goku, porque la calidad en los dibujos, ritmo y encuadres mejoró a lo visto desde el inicio de Super en 2015, porque se volvió a las fuentes de Dragon Ball donde la fantasía, la aventura y el humor tienen un lugar importante, porque se volvió a los Torneos (Tenkaichi Budokai) donde siempre se nos presentaban nuevos enemigos y se ahondaba en sus historias, porque Gohan dejó de ser un pelele con gafas y volvió a ser importante, porque Krilin se rapó el pelo y demostró su valor, porque Akira apeló a la nostalgia y nos mostró al mejor Roshi, porque la apuesta de resucitar a Freezzer funcionó, porque el abanico de universos y personajes fuertes ilusiona, porque Wiss y Bills como personajes estables están perfectos, porque la dinámica relación Vegeta-Goku es mejor que nunca. Y porque Dragon Ball Super logró que muchxs esperemos cada sábado un capítulo nuevo de manera adictiva.
Para cerrar, pude ver la película Dragon Ball Super: Broly (se estrena el 10 de enero en Argentina) y pude confirmar que el buen rumbo que tomó la serie con esta última saga queda reflejado en los 100 minutos de duración del filme. Me animaría a decir la mejor película hasta ahora, donde a Broly se le da un reboot muy digno, donde se lo humaniza un poco y se le dan razones más verosímiles a las de “odio a Goku porque lloraba mucho de bebé”. Queda la incógnita de sí será parte de la próxima Saga o si seguirá siendo exclusivo de las películas.
Película: La Forma del Agua de Guillermo del Toro.
Elisa es una mujer muda que trabaja limpiando en un edificio propiedad del Gobierno en el que un hombre anfibio está recluido en un acuario en un laboratorio secreto. Enamorándose y guiada por el amor, Elisa trama un plan para liberar al mutante.
Si en la serie expuse los por qué, en la película me inclino por los cómo. Cómo Guillermo del Toro plantea una historia romántica de fantasía, no soy adepto al género romance pero con la mano del mexicano tras las cámaras me sumo hasta para ver un almuerzo de Mirtha. Cómo maneja el realismo mágico y fantástico, cómo usa la fotografía y la paleta de colores logrando un equilibrio entre técnica y narrativa, cómo utiliza el subtexto. Dejando de lado las controversias si hubo o no plagio (el fallo fue a su favor), y que la película se estreno a principios de 2018 dejándola olvidada, del Toro tiene una voz cinematográficamente hablando y La Forma del Agua es un amplificador para ella.
- Emanuel Mastropaolo
Serie: Cobra Kai
No hay dudas de que Cobra Kai fue una de las series del año, algo que a priori no parecía serlo, pero que después de haber visto sus diez capítulos no te deja con dudas. Es que los creadores de la serie supieron cómo balancear un producto que remite a la nostalgia pero con una historia que logra ambientarse en el presente, para no quedarse estancados en aquella época. Sumado al buen desarrollo de sus personajes principales y la vuelta Ralph Macchio y William Zabka en la piel de los personajes clásicos de las películas, Jon Hurwitz y compañía lograron hacer de Cobra Kai una muy buena serie que puede ser disfrutada por los fanáticos y no tan fanáticos de la franquicia.
Película: Deadpool 2
No hay dudas de que la adaptación del cómic a la pantalla grande que se lleva todos los aplausos es Infinity War. Pero hay otra adaptación que tampoco podemos dejar pasar y es la secuela de Deadpool. Es que esta nueva entrega mantuvo la esencia de lo que fue la primera, especialmente en lo que respecta a la comedia. Esto junto con la introducción de nuevos personajes como Cable o Juggernaut que le dan más riqueza a la cinta, hicieron de Deadpool 2 una gran película y una muy buena comedia que las personas no se pueden perder.
- Luca Maldini
Me fascina hacer listas, los que me conocen lo saben. Al acercarse el fin del año ya empiezo a pensar cuáles son las mejores películas para compilarlas en una lista. Personalmente, no suelo terminar de cerrar esta lista hasta marzo del año siguiente debido a la naturaleza de los estrenos y la llegada de las películas a la Argentina, pero en esta ocasión y para la querida 24 aquí están mis elecciones para serie y película del 2018.
Serie: American Vandal
Este año fue especialmente bueno para mí en cuanto a series. The Haunting of Hill House y lo último de Better Call Saul son evidencia suficiente. Pero una serie, no necesariamente mejor que Haunting o Saul, resultó ser una muy grata sorpresa.
La primera temporada de American Vandal vio la luz en el 2017, pero recién este año llegó a mi conocimiento su existencia. La premisa es intrigante: con intenciones satíricas pero también tomándose muy en serio, la serie propone tomar la forma de algo como Making a Murderer (2015) y meterlo en un contexto escolar. Es decir, una serie de investigación sobre un crimen pero protagonizada enteramente por estudiantes de secundario y con crímenes como, por ejemplo, grafitis de penes en los autos de los profesores o una escuela aterrorizada por crímenes relacionados con materia fecal.
La magia de la serie consiste en mezclar los inherentes elementos ridículos de sus situaciones con meticulosas investigaciones y personajes entrañables, que da como resultado una sátira para tomarse en serio. La audacia de los creadores para transformar la intensidad del formato de serie de investigación en una comedia pero sin dejar de lado los componentes que generan el suspenso, es admirable. La segunda temporada pierde un poco la novedad pero termina siendo igual de interesante que la primera, una vez que nos metemos en el caso.
American Vandal es de esas series que una vez que la empezaste, la terminás… probablemente en un día o dos. En mi afán de hacerles conocer la serie a otras personas terminé viendo la primera temporada, casi en su totalidad, dos veces en el lapso de un par de semanas. Es así de atrapante.
Película: La Flor
En tiempos en que el cine de Hollywood deja mucho que desear, el cine del resto del mundo estuvo a la altura para concedernos un año impresionante, de los mejores de la década. Burning, Shoplifters, Cold War o Roma, cualquiera de ellas merecedora de llevarse el premio a la mejor del 2018. Pero también el cine argentino tuvo una magnífica temporada, con éxitos comerciales como El ángel o rarezas impecables como Rojo o Muere, monstruo, muere. Pero a mi entender, el mayor logro del cine argentino este año fue La Flor, de Mariano Llinás.
Puede ser un cliché decir esto pero realmente La Flor, más que una película, es una experiencia. Y no solo lo digo por sus extensas trece horas y media, aunque es un factor importante, sino por lo lúdico de su forma, una expresión explosiva de la combinación entre el cine de género y el de autor, que culmina en una obra llena de humor, amor por el cine y pasión por contar historias. La Flor se desenvuelve de tal manera que al pensarla los recuerdos son más cercanos a los de una novela u obra literaria que a una película, quizás por su uso extenso de la voz en off o lo impredecible de sus historias (o su longitud). Es una película que me inspira, como estudiante de cine, para salir a filmar y contar las historias que quiera contar, y más que eso no puedo pedir.
- Lucía Vazquez
Serie: Bojack Horseman temporada 5
No es fácil llegar a una quinta temporada con dignidad: no solo manteniendo el nivel sino subiéndolo. La serie animada creada por Raphael Bob-Waksberg para Netflix sigue apostando, ganando y sube la apuesta. Los fans del caballo antropomorfo cínico, egoísta, depresivo y adicto, fuimos muy felices en 2018 con la quinta temporada que lo tiene de protagonista, que la tenía difícil. La cuarta temporada de Bojack Horseman es de lo mejor que vi en series en toda mi vida, así que, sinceramente, pensé que la quinta no iba a poder mantenerse. Pero sí: este universo imposible en el que animales y seres humanos se mezclan y confunden, Bojack Horseman da en la tecla cuando nos recuerda constantemente, con la contundencia del guion y el juego visual, que también somos animales y que nuestra humanidad es muy difícil de definir y controlar. La serie es un espejo deformado pero certero.
“Dices que quieres mejorar y no sabes cómo” es una de las mejores frases de esta nueva temporada, y atraviesa la vida de todos los personajes -no solo de Bojack (Will Arnet)- que también van ganando profundidad y complejidad. Así, tenemos a Diane (Alison Brie) tratando de vérselas con su vida de divorciada, a Mr. Peannutbutter (Paul Tompkins) enamorándose otra vez, al genial Todd (Aaron Paul) ingresando al mundo del trabajo y los robots, y a Princess Carolyn (Amy Sedaris) -¿el mejor personaje después de Bojack?- intentando cumplir su sueño de ser madre y mujer exitosa en el trabajo, a pesar de su pasado. La quinta temporada nos lleva a los lugares conocidos, cómodos y disfrutables para quienes amamos la serie, pero también nos lleva a algunos terrenos inexplorados, como una oscuridad en Bojack no tan profundizada. El capítulo 6 es una muestra de la perfección que puede alcanzar la serie y lo impecable que Arnet le queda al personaje. El amor por el caballo, intacto; la risa y la angustia existencial, garantizadas; la abrumadora correspondencia con nuestra absurda realidad, firme.
Película: Hereditary
El debut cinematográfico de Ari Aster nos dejó a los amantes del género gratamente sorprendidos. El terror suele venir sin muchas novedades, y si bien Hereditary no inventa nada nuevo, combina de manera magistral muchos elementos del género que funcionan de manera demoledora. Un cuidado especial al contar, un desarrollo en la profundidad de los personajes, una estética de la casa de muñecas, hacen de Hereditary un drama familiar y una película de terror. Terror familiar con elementos sobrenaturales que tienen que ver con la dinámica de esa familia en particular, y eso es tal vez lo más escalofriante que tiene el film.
A partir de la muerte de la abuela de la familia comienzan a manifestarse indicios de cuestiones muy oscuras que han quedado ocultas o no a la vista. Y Hereditary las muestra, las muestra con la crueldad que tienen, con el impacto que provoca eso que no deberíamos ver. La película tiene una de las escenas más terribles no del cine de terror sino del cine en general, y debo ¿agradecerle? haberme quedado varios minutos tapándome la boca en el cine porque tenía miedo de gritar. Si bien el final cae un poco, la película mantiene el tono, el clima, el efecto, la intención de contar una de esas historias que aseguran pesadillas y traumas. Son dos horas de tensión permanente llevados adelante por la fuerza increíble de Toni Collete, secundada por un muy correcto Gabriel Byrne y Alex Wolff. La sorpresa es para la actriz niña Milly Shapiro, responsable de gran parte de la estética inquietante del film. Quienes la vieron ya no podrán oír “cloc” sin pasarla un poco mal. Se agradece siempre una película que levanta la vara del género.
- Agustina Osorio
Serie: Mr. Robot
Alguien me comentó hace poco que había escuchado que algunas personas no se entusiasmaban a ver esta serie por el nombre que lleva, pensando que la misma trata sobre un robot o que tenía algo de ciencia ficción.
Si bien no es así del todo, hay algo de eso en el universo de la serie. Lamentablemente, tal como sucede con las historias de ciencia ficción, el futuro está más cerca de lo que pensamos. Y, en el caso de Mr. Robot, esa realidad no es para nada ajena a la que nos rodea, a pesar que, para la mayoría de nosotrxs, no estemos ni enteradxs.
Hackers que conspiran contra la más maléfica de las corporaciones y, por qué no, contra el sistema capitalista como tal. Eso es digno de ver. A eso se le suma un guión milimétricamente pensado junto a una composición rupturista (como pueden ver en el análisis que se hizo en esta misma revista) y algunas actuaciones magistrales como son las de Rammi Malek y Christian Slater.
Mr. Robot nos enfrenta a la alienación de la cual somos posibles víctimas en el mundo de hoy. Ese alejamiento de otrxs y de nosotrxs mismxs que la mayoría soporta(mos) gracias de una vida de pantalla… ficticia, cómoda, entumecida y adormecida de todo sufrimiento.
Sam Esmail nos despierta a través del padecimiento de Elliot que también nos es propio. Será por eso que asusta y entusiasma tanto a la vez.
Película: Faces, places / Caras, lugares
Esta película se ganó un lugar muy especial no solo en el año, sino en mi corazón para siempre. En primer lugar, por permitirle un lugar en el mundo del arte (todavía innovando) a Agnès Varda junto a un joven artista del momento, como es JR, que le hará de contrapunto en esta amigable batalla de imágenes. En segundo lugar porque la película expone en un tono melancólico y fresco a la vez, la manera en la que las historias de personas comunes pueden ser resignificadas a través del arte y una simple, si bien no inocente, contextualización de su imagen. En tercer lugar, por valorizar el poder de las imágenes en lo que al recuerdo y a la permanencia se refiere.
Faces, places nos invita a jugar con el tiempo, al hacernos creer que podemos detenerlo a través de una imagen o que, con ella misma, podemos hacer que todo parezca aún más fugaz. Un día somos jóvenes y, sin darnos cuenta, nuestras manos arrugadas miran la foto de esa persona joven que no hace tanto fuimos.
Este es un viaje hermoso que nadie debería perderse.
- Maca Maidana
Serie: Killing Eve
En la ruleta de grandes títulos que tuvimos durante este 2018, mi elegida es la serie que supo poner a Villanelle (Jodie Comer) y a Eve Polastri (Sandra Oh) en mi radar de personajes preferidos. Un thriller policial con tintes humorísticos que supo explotar el género y le dio a Jodie Comer la oportunidad de ser la mejor asesina a sueldo en pantalla chica, asegurando Villanelle para (por lo menos) una temporada más.
Película: A Star is Born
Bradley Cooper hizo un excelente trabajo en su debut como director de esta remake del clásico de 1937, junto a Lady Gaga. Con una banda sonora espectacular y LA canción del año (sí, Shallow) que aborda temas como las adicciones y la depresión, en mi opinión es la mejor del año y una clara merecedora del Oscar.
- Sebastián Elesgaray
Serie: Sharp Objects
Un drama/policial/thriller con un clima único y un guion excelente. Se complementa con un casting preciso en el que destacan una Amy Adams fantástica y singular, y Patricia Clarkson como uno de los personajes más misteriosos y extraños que alguna vez vi en una serie de este estilo. Son ocho correctísimos episodios que nunca bajan la tensión, con escenas descarnadas que dosifican perfectamente la revelación de la verdad. Y al final, una escena post-créditos de simpleza y fuerza exultantes.
Película: Mandy
Nicolas Cage haciendo de loco desquiciado damelo eh, damelo siempre. Además, si lo dirige el amigo Cosmatos, va a estar todo bien. Como en esta ópera heavy metal con sangre, gore, gritos, asesinatos y hasta una pelea con sierras eléctricas. Mandy es la película del año porque su historia es contada con mucho poder. Podrás considerarla buena, mala, aburrida o divertida, pero no pasa desapercibida a nadie que la vea.
- Adriano Duarte
Serie: Kidding
Por una parte, Kidding (serie de 10 episodios estrenada en Showtime en septiembre de este año) implica el reencuentro de Michel Gondry y de Jim Carrey luego de Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004). Por otra, señala la resurrección de Jim Carrey como actor. Y aclaro que el término resurrección no es arbitrario: el Carrey de Kidding recuerda poco y nada al de sus años de celebridad. Kidding relata las desventuras de Jeff Pickles, un famoso comediante de la TV infantil cuya vida diaria es completamente opuesta al mundo bienintencionado de las marionetas. Lo interesante es que, a pesar de los infortunios, Jeff se comporta en lo cotidiano como el personaje de sus programas: un individuo ingenuo y bonachón, mezcla de Willy Wonka y del príncipe idiota de Dostoievski. Esta disrupción desencadena que, poco a poco, la lógica del mundo de muñecos comience a interpolarse con la locura del mundo corriente. El desbarajuste adquiere consistencia gracias a la magia visual de Michel Gondry hecha de montajes a la manera de Méliès, stop-motion con recortes de papel y marionetas de peluche. Y así, lo trágico se torna satírico, lo cómico se vuelve siniestro.
Menciones de honor: Atlanta – Temp. 2 (¡Teddy Perkins!), La maldición de Hill House (excepto el capítulo final) y Maniac.
Película: Hold the Dark
Si Blue Ruin (2013) y Green Room (2015) fueron indicios en clave indie del talento incendiario de Jeremy Saulnier, Hold the Dark ha venido a consolidar de manera definitiva su posición privilegiada en el panorama de los cineastas más interesantes de esta última década (S. Craig Zahler, Panos Cosmatos, Ari Aster, Ana Lily Amirpour y un largo etc.). Hold the Dark es un estudio de lo oscuro, entendiendo esto como un tono de la imagen y como un matiz del alma humana. Saulnier construye con pulso meticuloso un thriller en donde el suspenso alterna los senderos del noir y del gore, en donde la violencia es explícita pero lo verdaderamente terrible queda en la sombra y, de este modo, el hombre se convierte en el lobo del hombre.
Menciones de honor: Hereditary (Ari Aster), Mandy (Panos Cosmatos), Upgrade (Leigh Whannell) y Isle of Dogs (Wes Anderson).
- Fabio Vallarelli
Serie: Luis Miguel
Una serie por la que nadie hubiese apostado absolutamente nada. Un personaje casi en el olvido. Un género, el melodrama, poco utilizado para el formato de unitario. La mejor serie hispanoparlante del año. Con un gran desarrollo de personajes, tanto principales como secundarios y con un conflicto llevado adelante de forma impecable, apoyado en una gran estructura narrativa, la serie de Luis Miguel rompió todo y lo puso al Sol de México nuevamente en el mapa. Habrá que esperar la segunda temporada y ver si el rayo cae dos veces en el mismo lugar, pero este año es Mickey y Diego Boneta.
Película: Roma
Netflix sigue apostando a desafiar los límites. Esta vez lo llamó a Cuarón y le pagó su película más personal a la fecha y quizá el filme que justifique de una vez por todas la existencia del Dolby Atmos. Roma emociona de una forma muy artesanal, con encuadres y un manejo de la puesta en escena tan sencillos como magníficos; con una historia hermosa, repleta de matices y conflictos tan humanos que asustan y con un manejo del sonido casi tan bello como su fotografía. Denle todo a Alfonso, el mejor de los mexicanos.