Crónica del festival internacional “Hacelo corto” 2018
Del 20 al 22 de Abril se llevó a cabo la quinta edición del festival internacional “Hacelo corto”, el cual es oriundo de la ciudad de Saladillo y, en su crecimiento, este año sumó sedes en 25 de Mayo y en Roque Perez, pautando una fecha del festival para cada lugar. Este es uno de los muy escasos y necesitados eventos que se dedican casi exclusivamente a la proyección y difusión de cortometrajes independientes, oferta que se ve complementada por seminarios y algún que otro largometraje, incluida la presencia de directores y de actores como Juan Palomino, Alejandro Fiore, Chucho Fernández, Hugo Quiril o Carlos Kaspar (quien además oficia como padrino del festival).
Seminarios
Comenzando por las actividades que tuvo el “Hacelo corto” 2018 por fuera de sus proyecciones, Alejandro Fiore dio un taller de entrenamiento actoral, en el cual hizo varias pasadas de un ejercicio con los voluntarios del público como protagonistas, mejorando y corrigiendo los puntos particulares que cada participante traía al escenario con su interpretación. Además habló sobre la importancia de crear el mundo del personaje, de conectarse con la situación en lugar de actuar pensando en el público. La idea general es la de partir de uno mismo para ser verdadero en su performance, y no partir de una idea de personaje previamente concebida y que se planea alcanzar. También hizo hincapié en el entrenamiento de una actuación consciente, donde el actor conozca sus fortalezas y debilidades personales para poder crecer y mejorar, también le dio lugar a hecho de prestar atención a las acciones que acompañan a las palabras, cómo se puede resignificar una frase y darle una intención diferente sumando solamente un gesto o inflexión en la voz. Por último, elaboró una objeción a un concepto que muy comúnmente se tiene respecto a la actuación en teatro, al alentar a los actores a no gritar con intención de que la voz llegue hasta la última fila de la sala, ya que esto suele desembocar en una sobreactuación, por esto, Fiore aconsejó empezar los ensayos con una intensidad regular o que natural para el intérprete y a partir de ahí ir creciendo solo y a medida que el director lo pida, de esa forma se garantiza trabajar sin forzar la intensidad en la actuación y sin condicionarse por el espacio.
Estas últimas ideas también fueron abordadas en el seminario de actuación brindado por Carlos Kaspar, titulado “Tácticas y estrategias del actor en el cine y el teatro”. Donde comentó y dio ejemplos de cómo en teatro se puede tener una actuación fuerte (si la situación lo amerita) pero que no por eso sea menos verdadera, mientras que en las películas, las gesticulaciones o movimientos exagerados solo estuvieron presentes en los comienzos del cine. Estas prácticas fueron dejándose de lado en la pantalla grande al incorporar cada vez más los planos cerrados que requerían de expresiones sobrias y sutiles debido a la inclemencia de la cámara que todo lo ve, por esto recalcó lo importante que es conocer el tamaño de plano que se van a rodar para de acuerdo a este poder administrar la emoción de la interpretación, para saber y medir cuál plano requiere dejar todo emocionalmente y en cuál conviene ahorrarse esa energía para luego.
Continuando con algunas diferencias entre actuar para teatro y para cine, Kaspar considera que en el primero la autoría de la obra corresponde en un 60% al actor y un 40% al director, mientras que en el cine estos porcentajes se invierten, esto es principalmente debido a la alternancia de planos y demás herramientas audiovisuales de las que un director de cine dispone respecto a la performance del actor, con las cuales puede darle mayor o menor preponderancia en la obra y por tanto quitarle al intérprete un poco del peso (que de todas maneras sigue siendo grande) de la calidad del producto final.
Kaspar también habló sobre la formación actoral y el armado de personajes. Ante una pregunta del público dejó en claro que actor no se nace, se hace, a través del esfuerzo y la mejoría, mencionando la formación cultural como herramienta del artista y la posibilidad de crear personajes a partir de la esencia o ideas relacionadas a animales, colores, música u otros elementos. Además de las preguntas básicas que todo actor necesita responder sobre su personaje: “¿Quién soy?, ¿de donde vengo? y ¿a dónde voy?”, el actor suma una pregunta extra en el caso del cine: “¿Dónde estoy?”, este aditamento se debe a la discontinuidad con la que se filma, ya que al rodar se salta constantemente entre distintos momentos del relato, resulta importante para el intérprete conocer dónde se encuentra parado su personaje, no sólo en relación a la historia, sino principalmente en términos dramáticos y emotivos.
Recordó que en una actuación no se deben dejar de lado los signos de puntuación que aparezcan en el guion (como por ejemplo la coma, que erróneamente muchos traducen como una pausa, mientras que debería transformarse en una inflexión de la voz), y habló sobre la improvisación como una herramienta de resolución de problemas, ya sea cuando un actor o actriz olvida una línea o simplemente tarda en entrar a escena, o también a usarla como un recurso para exprimir y sacarle más jugo a una situación, agregando que para esto, es fundamental mirar y conectar con el compañero, saber cuándo proponer y cuándo dejar liderar al otro, nutriéndose de la interpretación del otro, generando un ida y vuelta.
Por último, el actor remarcó la importancia del compromiso al que uno accede al tomar un rol, incluso si se trabaja ad honorem, haciendo hincapié en el muy sano y necesario respeto que se debe tener con todo el equipo técnico, dejando de lado los egos para darle espacio al buen trato y la humildad, recordando que el cine es un trabajo en equipo que necesita la fuerza coordinada y dispuesta de todos sus engranajes.
Pero las charlas no sólo estuvieron orientadas a la actuación dramática, sino que también hubo un “Seminario de stunt y acción” a cargo de Hugo “Kato el ninja blanco” Quiril, explicando prácticas habituales de su oficio, técnicas y principios generales (incluyendo demostraciones en vivo con los presentes), que resultaron interesantes incluso para quienes no están en el mundo de los stunts, denominación que refiere a los actores que se dedican hacer acrobacias, artes marciales o coreografías de acción en cine, televisión o teatro.
Quiril explicó cómo se puede optar por distintos estilos de acción a ejecutar movimientos, dependiendo si se busca algo más violento, cómico, desprolijo, etc., principalmente desde la perspectiva del actor, pero también tirando algunos tips y consideraciones concernientes a los realizadores. Al igual que en otros seminarios, se habló de la diferencia entre una performance en vivo y en cine, teniendo en este último que tener cuidado de no irse de cuadro al hacer movimientos bruscos. A la vez que se cuida una actuación que, si bien no necesita ser real, sí debe ser verosímil, para esto, es necesario conocer cómo suele funcionar la física en las ficciones, la cual difiere bastante con lo que sucedería en la vida real, cuidando así el mantenerse dentro del límite de lo espectacular, pero sin llegar a la exageración. A su vez, mencionó la consideración de copiar o asemejar los movimientos hechos por el otro actor que interprete al mismo personaje en la película, pero sin dejar de lado la incorporación del acting emocional, para mantener una continuidad e intención dramática de las acciones.
Películas
Si bien la especialidad del festival son los cortometrajes, también hay lugar para algunas producciones de mayor duración, como es el caso de “Blanco o negro”, película independiente de Matias Rispau y que contó con la participación de Chucho Fernández, o “La noche más fría”, opera prima de Cristian Tapia como director, que tiene a Juan Palomino en el papel de Carlos, protagonizando las duras vivencias de un linyera de Buenos Aires que debe arreglárselas para sobrevivir a la noche con menores temperaturas del año.
La trama es una mezcla de 3 historias reales en las que entran en juego las experiencias y testimonios de casos verídicos con los que tuvo contacto el director de la película. Está compuesta por varias secuencias claramente diferenciadas y que aportan a la construcción del protagonista y su relación con el espectador, lo cual, sumado al factor tiempo que apura al personaje por encontrar refugio, genera un atrapante ritmo en la narración. Es así que el personaje de Juan Palomino va sufriendo una paulatina degradación a un estado de salud y situación cada vez peor, lo cual se debe en gran a la ausente o limitada ayuda que el protagonista recibe de la gente que se cruza, esta falta de solidaridad en un medio hostil sirve para hacer una autocrítica respecto al trato que le damos como sociedad (y también a nivel individual) a la gente que vive en la calle. El retrato de esta clase baja, al ser poco habitual en las producciones nacionales, hace que “La noche más fría” termine siendo una película casi necesaria, algo que realmente se puede decir de muy pocas producciones.
Por otro lado, el festival organizó en cada jornada un taller abierto a quienes desearan participar para conversar generalidades básicas relacionadas a la producción audiovisual, para luego salir a filmar y editar un cortometraje que se proyectaría ese mismo día a la noche.
Estos talleres organizados por “5 Locos producciones” y “Fundación filmarte Saladillo”, brindaron cortos centrados en la comedia (con una ternura y simpatía indiscutibles) y en dramas, con resultados en muchos casos sorprendentes.
Algunos ejemplos fueron “El 24”, una comedia sobre un grupo disparato de vecinos que se ganan unas vacaciones a Miramar, o “No te fíes” un breve relato que ilustra la práctica del grooming. Sin embargo, los siguientes cortometrajes fueron los que quedaron seleccionados para participar por premio “Hacelo corto 2018”, el cual se realiza exclusivamente entre las producciones salidas de los talleres del festival:
- “Todos tienen un precio”, corto hecho por gente de la localidad de Azul sobre una banda de matones políticos.
- “Qué barbaridad…!!!” comedia de Alvarez de Toledo, en la que un grupo de vecinos empieza a sufrir los hurtos de un ladrón que azota la localidad.
- “Son las cosas del querer” una comedia romántica, de Polvaredas.
- “Sin retorno”, un drama oriundo de Valdez sobre una fiesta y la posterior desaparición de una joven, el cual se terminó llevando el premio “Hacelo corto 2018”.
Respecto a los cortos presentados por fuera de los talleres, es decir aquellos que se enviaron mediante la usual convocatoria online de todo festival, estos fueron algunos de los destacados en la competencia nacional:
- “La entrevista”, una tragicomedia derivada de una experiencia personal de su director, Fermín de la Serna. Se llevó el premio de la competencia nacional a mejor cortometraje y también el de mejor actor por la interpretación de Luis Ziembrosqui.
- “Mauro y Olivia”, de Eduardo Elli, presenta una imagen cuidada y la historia de una mujer que busca atraer la atención de su vecino médico. Salió elegido como mejor producción en la competencia nacional.
- “¿Padres?”, de Gabriel Bertini, basado en el caso real de un abuso ocurrido en la provincia de San Luis que tuvo como víctima a Florencia Di Marco. Por este corto, se premió a Daniel Vita como mejor actor.
Una vez concluidas las 3 jornadas del festival, el saldo final deja el conocimiento y experiencia compartidos por profesionales del medio, cortometrajes concretados con los que sus realizadores han aprendido un poco más a hacer cine y varias otras producciones independientes que han logrado aumentar su difusión. En base a lo proyectado en el festival, se pueden notar dos caminos muy marcados que toman los realizadores a la hora de elegir contar su historia, uno de ellos es la comedia, generalmente situacional, y por otro, el drama, volcado específicamente a tratar temáticas en contra de la violencia en sus varias formas. A esta última categoría, se le puede sumar el proyectado cortometraje “Aún” que se opone a la violencia de género, y más específicamente a la ejercida por los depredadores excusados como fotógrafos eróticos. Con esta edición, el festival continúa expandiéndose y demostrando que el talento, el hambre por el cine y por expresarse pueden florecer y estar presentes en cualquier lugar.
Por último, aquí la lista completa de los cortometrajes ganadores del festival:
Competencia Internacional:
- Mejor Cortometraje: «El Atraco» de Alfonso Díaz (España)
- Mejor Dirección: «Entre líneas» de José Luis Velasquez Menendez (España)
- Mejor Producción: «Titán» de Álvaro González (España)
- Mejor Guión: «Una partita ai confini del mondo» de David Valolao (Italia)
Competencia Argentina:
- Mejor Cortometraje: «La entrevista» de Fermín de la Serna
- Mejor Dirección: «Puertas adentro» de Eugenio Caracoche
- Mejor Producción: «Mauro y Olivia» de Eduardo Elli
- Mejor Guión: «Puertas adentro» de Eugenio Caracoche
Menciones especiales:
- Mejor fotografía: «Bienvenida Nur» de Gabriel Bertini
- Mejor dirección de arte: «Puertas adentro» de Eugenio Caracoche
- Mejor actor: Luis Ziembrosqui, por «La entrevista», y Daniel Vita por «¿Padres?»
- Mejor actriz: Coral Gabaglio, por «Trato»