Game of Thrones S07E05: Eastwatch (Guardiaoriente)

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Como siempre, spoilers del capítulo de ayer.
(estoy tomando notas del episodio mientras sigo la guerra nacional del voto a voto. Sepan disculpar si yo no entendí algo).

El episodio comienza develando rápidamente el misterio de la existencia física de Jaime, en una de las peores decisiones de edición desde “El fiasco de Dorne”. Emergen del agua Bronn y Jaime –en serio, buddy movie acá- a una costa totalmente desolada. Vivos. Intercambio gracioso como si no hubieran visto morir a todas sus tropas.
¿Cómo es que ningún soldado Targaryen se arrojó al rio para tomar de rehenes a los dos generales enemigos?
¿Es que acaso pensaron que era mas fácil para el espectador creerse esto a creer que Daenerys jamas los dejaría ir a negociar con Cersei?
Nadie en su sano juicio permitiría semejante evento. Ni tampoco nosotros como espectadores podemos comprar que Bronn y Jaime nadaron fuera de la vista del ejercito Targaryen y nadie los fue a buscar. Un plot hole disparatado que aparte carece de sentido por situaciones que estamos por ver mas adelante.

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La siguiente escena, tras un paneo del caos post batalla que recuerda a la Atlanta de «Lo que el viento se llevó», nos muestra a los restos del ejercito Lannister decidiendo si “doblar la rodilla” ante Daenerys (bah, frente a Drogon), o morir con honor. Un numeroso grupo ni lo duda. Otros, quizás por la actitud de los orgullosos Tarly, se mantiene de pie. Daenerys da un discurso que suena socialista: “Cersei es la reina de la brecha económica. Yo la rompedora de cadenas”. No dijo exactamente eso, pero es el sentimiento. No muy veladamente, los Dothraki tienen armas que parecen hoces (jueguen conmigo en esta). Los Tarly no se arrodillan. Ya sirven a una Reina y medio que están hinchados las pelotas. Tyrion intercede ofreciendo el Muro. Los Tarly, nuevamente, lo rechazan. Dracarys. Asado de Tarly. El vacío anda bien, pero eviten las costillas.

Los productores nos señalan claramente algo que ya hemos marcado: nos leen a nosotros en los foros. Este capítulo esta plagado de “fast travel”. Es un RPG en su hora cien y los personajes haciendo misiones secundarias para subir de nivel. Es así que Jaime aparece en la siguiente escena hablando con Cersei en Desembarco del Rey. La Reina tiene claro que la muerte es posible y, en una frase hermosa, capaz una de las mejores de esta temporada charlada pero no “dicha”, le espeta que ella sabe que si morir es un hecho, entonces ella tiene claro como se va a ir, y que un soldado debería tenerlo claro también. La Compañía Dorada es entonces un hecho.

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En otra secuencia llena de guiños, Jon ve el regreso de Daenerys a lomos de Drogon al cual la flecha arpón de Qyburn no parece haberle afectado mucho que digamos. Drogón, en una escena que nos remite a Harry Potter y el hipógrifo, ofrece su rostro a Jon. Se deja acariciar. Ya todos sabemos que Jon es Targaryen. Menos él. ¿Y todo el mundo en Westeros? Seguramente no. Entre miradas románticas y caricias a Drogon cae otro resucitado: Jorah Mormont. Esperamos verlo mas adulto. Una mirada celosa a Jon nos confirma que no, que olvídense.

En Winterfell la nieve cae copiosa. Un invierno de mierda a diferencia del nuestro que vamos en remerita. Bran, transmutado en ave observa al ejercito de caminantes avanzar sin prisa pero sin pausa. Los Caminantes, como el Invierno, están viniendo. A mandar cuervos a todo Westeros. A ver si alguien lee.
Del norte al sur extremo, les uno dos escenas de Sam en la ciudadela:
En la primera, Sam, oye como los maestres mayores se ríen ante la idea de un ejercito de Caminantes Blancos. Intercede por Bran (y por Jon) pero no le dan pelota.
En la segunda escena, Sam está en sus aposentos estudiando ofuscado por la situación general mientras Gilly le revela el pedazo de información mas importante en 70 capítulos: Rhaegar se divorció y se casó en secreto. Sam, enfrascado en sus pensamientos, no solo no le da ni cinco de bola, sino que encima explota y decide que a la mierda la Ciudadela. A la mierda todo. Cuando se entere que es el heredero Tarly, probablemente abandone el negro. En la noche, abandona con su familia a la Ciudadela.

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De regreso en Dragonstone, Varys y Tyrion hablan huevadas. Los minutos pasan. El plan que pergeñan no lo entiende nadie, tienen que capturar a un Caminante Blanco y tirarlo en Desembarco del Rey para ¿algo? quien sabe. Jorah se ofrece, y Royal Jon decide que se cansó de estar boludeando –teléfono Daenerys- y que él también se va. Daenerys accede. La otra parte del plan involucra a Tyrion teniendo una reunión secreta con Jaime para negociar un armisticio.

PARÉNTESIS.
Si Jaime y Bronn hubieran sido capturados por los ejercitos Targaryen al principio del capítulo nos evitábamos dos o tres escenas ridículas como mínimo y tenía mas sentido que Jaime hiciera lo que al final hace que es transmitirle a Cersei el mensaje de Daenerys. La reunión entre hermanos se da entre huesos de dragón. Sutil. No pasa naranja acá. Algún remilgo. Alguna queja.
FIN DEL PARÉNTESIS.

Jaime busca a Cersei para revelarle la charla con Tyrion. Mientras discuten por la deslealtad del manco (y de Bronn), Cersei le revela a su hermano que van a tener un cuarto hijo. No es muy creíble pero bueno, Jaime tiene currículum matando reyes locos. Una vuelta de tuerca telenovelera por parte del guión para que Cersei se sienta segura que su muerte va a ser peleando con Targaryen y no con Lannister. Davos encuentra a Gendry que lo necesitan para ¿hacer armas? no sé. Es todo confuso, pero se lo lleva igual y Gendry accede en un tris porque en este momento los guionistas directamente dejaron de intentar. En el interín, Gendry mata a dos guardias Lannister con un martillo. Es todo un Baratheon el bastardo. Sin ninguna duda.

Peter Dinklage as Tyrion Lannister and Conleth Hill as Varys

Nuevamente en Winterfell, Sansa discute con norteños. En la intimidad Arya le exige que sea más dura con los que hacen reclamos, extrañamente, Sansa se muestra conciliadora. O entendió a Jon, o juega a emularlo. Aquí Arya se ha convertido en la Sansa de apenas unos capítulos. Arya –y Sansa- saben que hay alguien manipulando el tablero. Y la hermana menor se decide a investigarlo. Pero Meñique no sobrevivió hasta aquí siendo un salamín y sabe que le están por caer. Es asi que engaña a Arya con la nota que Sansa escribió allá lejos por la temporada 1 en la cual entrega a su padre mientras ofrece total lealtad al Rey Joffrey. No sabemos como esto va a jugar en la cabeza de Arya. Sí sabemos en cambio que la pequeña descalza es brillante. Y también podemos augurar que Meñique no llega al final de temporada. Se va a ir con ruido, eso seguro.

En Dragonstone, antes de subir a los botes para otro fast travel (acumulan millas para viajar gratis), ocurren dos situaciones: Jorah se reencuentra con Tyrion, otra buddy movie esperando ser. Y Davos hace las presentaciones entre bastardos de la realeza: Gendry y Jon. Se caen bien instantáneamente. Gendry, Jorah, Jon y Davos salen para el Norte a la Puerta de Vigilancia del Este (sobre el mar).
Pum.
Ya llegaron.
“Somos pocos para lo que querés hacer”, le dicen en un concilio en el cual participan los nombrados, más Tormund.
“Menos mal que estamos nosotros” avisan desde una celda «La Hermandad sin Banderas ft. El Perro», la banda más ajustada de Poniente.

Este equipo de exploradores nóveles va en busca de un ejemplar de Caminante.
El invierno se pone duro.
El capítulo, con más relleno que empanada de fonda.