Recap: The Walking Dead – The Cell (S07E03)
Luego de un capitulo de transición para acomodar y preparar un poco la historia (como era más que previsible tras un season premiere de TWD), conocimos a Ezekiel y El Reino. Ahora, a través del aprisionamiento de Daryl, nos toca conocer más a fondo a Negan y a los Salvadores, pero principalmente a Dwight. De nuevo la serie arranca un capitulo con un montaje inusualmente alegre para el mundo en el que se desarrolla la historia, hasta casi parecería salido de una sitcom, refleja la comodidad y tranquilidad (al menos superficial) que viven los Salvadores en su fortaleza abastecida de insumos. Por otro lado tenemos a Daryl que está encerrado, siendo alimentado con comida de perro y sometido a una tortura psicológica con la insoportable Easy Street sonando casi sin parar, inaguantable, sino vean cuánto duran con este video:
Ahora imagínense cómo sería sin la posibilidad de ponerle pausa, con esto es más que entendible que Daryl intentara escapar, aunque claro que siendo una sola persona y estando en la fortaleza de alguien como Negan ese plan venia mal de movida. Daryl es atrapado en pleno escape y el líder de los Salvadores le ofrece unirse a su gente, a lo que nuestro antihéroe se niega y vuelve a su celda a continuar sufriendo. En su estadía, Daryl se encuentra con una de las mujeres que acompañaban a Dwight la primera vez que se lo cruzó y le robaron sus cosas, la ve ahora arrepentida y, al igual que él, como víctima de las fuerzas de Negan. Al igual que hizo con Rick en este gran season premiere, ahora lo hace con Daryl, aparentemente someter y domesticar es el accionar habitual de Negan para lidiar con la gente problemática, a tal punto de que todos sus secuaces, frente a la pregunta de quiénes son, responden con firmeza “Soy Negan” (recurso algo cliché si me preguntan).
Acercándonos al final del capítulo Negan nos cuenta cómo fue todo el entramado de la situación que llevó al primer encuentro entre Daryl y Dwight, donde este ultimo queda parado como una víctima desobediente de la sociedad de Negan, en la cual se trabaja por puntos para conseguir lo que se quiere (la verdad no tan distinto a la realidad en este aspecto). Frente a la imposibilidad de conseguir de buena forma los medicamentos para su cuñada, Dwight decidió escapar con ella y su esposa tras robar los medicamentos solo para finalmente volver “arrepentido”, obviamente Negan no le iba a dejar pasar la ofensa, por lo que le dio una lección y se quedó con su esposa.
Contrario a lo que pueda parecer en un principio este episodio es un episodio de Dwight, él es el protagonista, el énfasis es su relación con Negan y los demás Salvadores, conocemos su pasado y vemos las repercusiones que este tiene en su presente, se percata de la intención de rebelión latente que se da en al menos algunos de los integrantes de la sociedad de Negan, idea que Dwight ve a través de su ex compañero al que debe matar, idea que ve recalcada con culpa al final de este episodio cuando aparece su versión zombi.
No voy a spoilear el futuro de la serie, pero quienes hayan leído comic ya saben para donde va la cosa, y quienes no lo hayan leído, con solo haber prestado algo de atención a este episodio seguramente ya puedan hacer alguna conjetura masomenos acertada de cómo va a avanzar a grandes rasgos la trama. Sin duda este fue un buen episodio, pero que tal vez sugiere un poco demasiado de la historia que hay por delante (que veremos si se cumple o no), con un desarrollo de personajes y reveladores de información muy bien marcados, sin necesidad de recurrir a la acción o tensión constantes y lejos de ese relleno feo que de vez en cuando le gusta meter a The Walking Dead. La semana que viene tenemos el episodio extra largo con Negan golpeando las puertas de Alexandria, nada puede malir sal.