Reseña: The last man on the Moon
Prologo 
Toda historia, todo viaje, comienza con algo. Este sueño quizás haya arrancado en la mente de JFK. Todos recordamos aquel icónico discurso de 1962, en el que JFK, entre otras cosas, prometía poner un hombre sobre la luna antes del final de la década, no porque alguien lo necesitara, sino porque podían hacerlo: “We choose to go to the moon. We choose to go to the moon in this decade and do the other things, not because they are easy, but because they are hard, because that goal will serve to organize and measure the best of our energies and skills, because that challenge is one that we are willing to accept, one we are unwilling to postpone, and one which we intend to win, and the others, too”.-J. F. Kennedy 1962.
O quizás en la de algún científico perdido por los pasillos de la NASA, o quizás solo haya sido una consecuencia del efecto dominó desatado por la guerra fría (ya es parte conocida de la historia, la lucha por la supremacía espacial entre los soviéticos, que parecían llevar la ventaja hasta el momento, con los EEUU.
O quizás haya sido una mezcla de todo lo anterior. Nunca lo sabremos a ciencia cierta, y de cierto modo, no es un detalle de gran importancia. Lo que si sabemos con total certeza, es que no fue un viaje fácil.
Un poco de contexto histórico 
En un cortísimo período de no más de 10 años, finalizado en diciembre de 1972, y con Estados Unidos como el actor principal en escena, la historia del mundo entero iba a cambiar para siempre. Evidentemente, poner un hombre sobre la Luna era algo completamente utópico a comienzos de los ’60, y que alguien confirmara que iba a hacerlo, incluso poniendo una fecha límite de 10 años, parecía una locura. Hasta el momento, la URSS traía la delantera en la carrera aeroespacial, gracias al eterno Yuri Gagarin, quien había sido el primer ser humano en viajar al exterior del planeta y volver, hasta entonces. El próximo turno le correspondía a Estados Unidos. Y su turno tendría una duración de 10 años. En los próximos años sucederían un conjunto de eventos determinantes para la historia de la humanidad, de los cuales el central sería el del primer hombre en pisar suelo Lunar en la historia.
Todos recordamos y todas las generaciones que vengan después de la nuestra recordarán y tendrán incorporado en sus libros de historia o sus cuentos el apellido Amstrong y la huella que dejó su “pequeño paso” en la historia de la humanidad. No hace ni siquiera falta hablar de él. Pero de lo que si necesitamos hablar, y de lo que este documental se basa, es todo lo que sucedió antes y después de ello. Antes de 1969 y Neil Amstrong, tuvo que suceder 1969 y Eugene Cernan.
Las misiones de Cernan de 1969 fueron de vital importancia para que Neil ponga su pie en la Luna. Apolo 10 hizo exactamente el mismo viaje que haría meses después Amstrong a bordo del Apolo 11, solo que no toco suelo lunar. El éxito de esta misión permitió el éxito de Apolo 11. Pero de los dos, obviamente solo el último fue el que se hizo “viral”.
Luego del éxito de Apolo en el ’69, habría varias misiones más, siendo la última Apolo 17, en 1972. En esta última misión, nuevamente sería Cernan el elegido. Y esta vez sí, tendría la posibilidad no solo de pisar suelo Lunar, sino que además tuvo tiempo de dar un paseo de unos 35kms sobre el mismísimo suelo lunar con un vehículo (Rover), tomar unas muestras y regresar sano y salvo completando y cerrando en esta última, la selecta lista de 12 personas que pusieron alguna vez un pie sobre la Luna.
Luego de finalizada la misión Apolo 17 en 1972, y de manera casi estrepitosa, todos estos proyectos se detuvieron, NASA dejó de tener en su mente la Luna (al menos hasta la fecha) y comenzó a apostar en otros proyectos más ambiciosos.
Sin embargo, estas misiones Apolo, serían la catapulta de una cantidad casi infinita de nuevas investigaciones o nuevos proyectos, y los conocimientos que se recopilaron gracias a las mismas, marcarían un antes y un después en la historia científica moderna. Sumado a los aspectos académicos y científicos, también tendrían un impacto gigante en la sociedad y la cultura, y servirían como un lazo invisible para “unir” un mundo dividido en casi todos los aspectos.
Eugene Cernan 
Entender a Cernan nos permite entender el verdadero significado de ser un astronauta. Y a la vez, comprender el foco del documental. Como lo dice el título, Cernan es conocido principalmente por ser el último hombre en haber pisado suelo lunar. Pero la historia de Cernan comenzó bastante antes, años antes de eso.
Ser un astronauta, significa entregar tu vida completamente a ello. O entregar tu vida a la NASA. Y aunque esta frase suene un poco extremista, ésta es la única realidad. Ser capaces de vivir el sueño de ser un astronauta, tiene como precio dejar de lado todo lo demás de lado: familia, pareja, etc. Centrados en Cernan y con la posibilidad de extrapolar en cualquiera de los demás astronautas que se nos ocurran, The last man on the Moon nos mostrará el “detrás de escena” de las misiones Apolo. Plagado de dificultades desde el comienzo, las misiones Apolo no son solamente Amstrong y 1969. Las misiones Apolo tendrían el precio tan elevado que incluso tomarían vidas humanas completarlas (Apolo 1 se incendió antes de largar, comprendiendo la única misión fallida, misión donde murieron sus 3 pilotos, nada más ni nada manos).
En el caso particular de Cernan, todas sus misiones fueron exitosas, tan exitosas que lo llevarían a romper sus lazos familiares en el proceso. Pasando años familiares casi como un fantasma, y con solo la NASA como prioridad, relegaría a segundo plano todo lo demás. Incluso luego del divorcio, y con su avanzada edad, casado con su segunda pareja, sigue en la cornisa relegando lo personal a segundo plano. Con los testimonios del propio Cernan, de su ex esposa y de algunos compañeros de la NASA y amigos, el documental se llenará de experiencias, pensamientos, detalles técnicos incluso y nos mostrarán la parte humana de todo esto. La parte humana de Cernan. Los testimonios, junto a algunas filmaciones reales y algunos datos esparcidos por el documental, nos ayudan a entender algo que siempre suponemos: aceptar pertenecer a un proyecto tan gigante, tan significativo, requiere que todo lo demás se deje de lado. No tener familia, no tener horarios, no tener vida. Solo NASA.
Al día de hoy, retirado, anciano y sin obligaciones reales para con NASA, veremos a un Cernan todavía inmerso en ese mundo, imposible de parar, viajando por el mundo con eso, yendo de conferencia en conferencia, incansable, eterno. No le alcanzó con dejar su huella en la luna, sino que quiere dejarla también marcada en la tierra.
A pesar de ser en gran parte un Documental Biográfico, está tan lleno de información de NASA y de las misiones, que la presencia de Cernan parece más una catapulta para contarnos una historia mucho más grande.
Pequeño apartado visual 
Como era de esperarse, en un documental de semejante envergadura, el trabajo de fotografía y edición va a ser espectacular. Repleto de imágenes actuales de diferentes instalaciones de NASA, diferentes museos donde se encuentran algunas naves y restos de las diferentes misiones, junto a filmaciones de los lanzamientos de diferentes misiones, y los videos grabados sobre la luna, se nos pondrá en frente un combo de imágenes imponentes, cargado de emociones. Hasta veremos fotos y videos capturados por el mismísimo Cernan en las misiones. Se sumará a todo lo anterior, un puñado de imágenes raras o desconocidas hasta el momento, cedidas por la NASA misma para el documental, y un trabajo bastante grande en efectos visuales. Todo con la función de sumergirnos completamente en la historia que nos cuentan.
Como siempre sucede en este tipo de documentales, es recomendable verla en la mejor calidad posible, para poder vivir la experiencia completa. De hecho contrario, se pierde una parte de vital importancia en la experiencia.
Conclusiones 
Definitivamente es un documental muy recomendable. Muy recomendable para aquellos que les gusta o les interesa la astronomía, o lo relacionado al espacio. Existen muchos documentales al respecto, pero por lo general son más enfocados en lo técnico o en el personaje analizado en cuestión. En este caso, The last man on the Moon nos muestra un panorama más general, lo humano, los costos (humanos principalmente) de una misión tan grande. Los éxitos y fracasos por los que pasa un astronauta. A 40 años de los sucesos que se cuentan, nunca dejan de salir datos, imágenes o testimonios nuevos al respecto.
Se hace un poco lento al principio, un poco aburrido quizás, pero una vez que te hace click en la cabeza, la experiencia al verlo es hermosa. Y como si esto fuera poco, de manera adicional cumple una función más, que va más allá de la función del propio documental, que es la de sembrarte la duda o el interés en leer y ver más sobre el tema. Anímense y denle una oportunidad, no se van a arrepentir.