30° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: «Camino a la Paz»

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30° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

COMPETENCIA ARGENTINA

“Camino a la Paz” Dir. Francisco Varone

La ópera prima de Francisco Varone  resultó para mí una de las mejores películas que pude disfrutar en esta edición del festival. Esta Road Movie nos presenta a Sebastián, un joven que está en la disyuntiva de sentar cabeza con su mujer en un momento muy particular, cuando al parecer sus únicas pasiones son un Peugeot 505 y la música de Vox Dei.

La historia comienza con Sebastián (un genial Rodrigo de la Serna) mudándose a un nuevo hogar con su mujer, Jazmín (Elisa Carricajo). Una vez instalados, comienzan a recibir llamados extraños solicitando remises de forma insistente. Luego de reiterar constantemente que en ese lugar ya no existe una remisería, Sebastían decide comenzar a tomar los viajes como una salida laboral posible, en el intento de llevar una vida más responsable.  En uno de sus viajes, el flamante remisero, conoce a Jalil (Ernesto Suárez), un anciano musulmán que se convierte en un cliente habitual. Al cabo de unos cuantos traslados, Jalil le propone a Sebastián un insólito viaje, que consiste en desplazarse en auto desde Buenos Aires hasta la ciudad de La Paz. Una vez en la capital boliviana ,Jalil se encontrará con su hermano y seguirá camino a Lima, donde ambos tomarán un barco hacia Arabia Saudita para finalmente llegar a la Meca.  al cabo de una serie de negociaciones, Sebastián accede y aquí es donde comienza una peripecia entrañable entre los dos personajes, quienes irán transformando su vida con el correr del kilometraje.

Esta suerte de Road Movie está narrada con mucha destreza por Francisco Varone, quien realiza un trabajo excelente en la construcción de los personajes y su relación. A su vez, técnicamente la película es impecable, destacándose con mucha claridad todos los paisajes que la ruta que recorren los personajes tiene para ofrecer.

Es cierto que la película en algún punto plantea un relato tradicional y con una estructura clásica, en relación a lo que debe ser una película de viaje, pero la construcción de los personajes está tan lograda que esto no termina resultando un problema ni mucho menos, en algún punto creo que es una virtud.

“Camino a la Paz”  es sin dudas una de las mejores películas que tiene la competencia Argentina, de visionado obligatorio cuando se estrene en salas.