El rinconcito de las series presenta
Hoy, amiga, amigo, te dejo tres recomendaciones por si no tenés nada para ver mientras esperás el aluvión de estrenos.
“Call The Midwife” es una serie basada en las memorias de la partera y enfermera Jenny Worth, llevada a la tele por nuestra querida BBC. Los varones le van a huir pero si bien la serie tiene muchos partos, lo cual puede espantar a más de uno, tampoco es un documental y ver cómo sale la cabeza de un bebé de la vagina de la madre no es lo que importa por lo tanto no lo muestran (además que no sé qué nivel de censura tiene la BBC para estas cuestiones). En fin amigos, lo más probable es que piensen que esta es una serie de mujercitas y en ese caso pueden seguir su camino.
Jenny es una joven partera de 22 años que llega a la Casa Del Nonato en el East End de Londres en el año 1957, huyendo de una vida amorosa un poco complicada, cuestión de la que nos enteramos después. En La Casa Del Nonato habitan parteras y/o enfermeras, muchas de las cuales son monjas. La mayor parte del cast se mantiene pero no necesariamente está en todos los capítulos y el staff, de a poco o de distintas maneras, se va renovando. Jenny (nurse Lee) es interpretada por la estimada Jessica Raine en sus años jóvenes, y por Vanessa Redgrave, mayormente en modo de voz en off, en su adultez. Al comienzo sus “sidekicks” son las increíbles Helen George (nurse Franklin) y Bryony Hannah (nurse Miller) y las monjas vienen de la mano de Jenny Agutter (sister Julianne), Laura Main (sister Bernadette), Judy Parfitt (sister Monica Joan) y Pam Ferris (sister Evangelina), otros personajes importantes que se van incorporando son los de Miranda Hart (nurse Noakes) y Emerald Fennell (nurse Mount). Estas mujeres no solo se encargan de traer bebés al mundo, sino que atienden a la madre antes y después del parto (junto con el bebé) y además cuidan todo tipo de enfermos, en sus casas o en sus horas de clínica, y al contar con un solo médico están bastante involucradas en el día a día de cada familia. Mucha pobreza, muchas familias numerosas y muchas enfermedades, varias que no estamos acostumbrados a ver como polio, difteria y disentería, son el día a día de estas enfermeras que luchan contra viento y marea para cuidar a sus pacientes y además tienen vida personal y pasado, que se cuenta de manera bastante sutil y deja bastante la interpretación del espectador. Los personajes masculinos agregan valor pero no acaparan, son el Doctor Turner, el handyman Fred y los “candidatos” de Jenny y Trixie.
Personalmente me resultó muy triste (me la pasé llorando las dos primeras temporadas y para la cuarta ya estaba entrenada porque es una de las peores, en el mejor sentido) aunque no es el mensaje que busca transmitir, a mi gusto y entender es una gran serie. La historia de Jenny se cuenta las primeras tres temporadas pero tuvo mucho éxito y evidentemente hay más para decir por eso estrenará su quinta temporada el año que viene.
“Merlin” es una serie de aventuras muy entretenida, ATP e ideal para ver con pre adolescentes. Eso sí, es barata, como la primera temporada de Doctor Who (bueno, quizás no tanto).
Está enfocada en contar la historia del famoso mago en su adolescencia. Obvio es otra versión de la historia de Arturo y no es algo que hayas visto antes porque libertad creativa, pero no es la vida de Arturo sino la de Merlin y todo lo que hace para proteger al heredero Pendragon en un Camelot que prohibió la magia y que vive en peligro de cualquier cosa, siempre. El joven mago es un igualmente joven Colin Morgan y Arturo es Bradley James y la química entre ellos lo es todo en la serie. Evidentemente se convirtieron en buenos amigos, son como los Winchester del Reino Unido. Todo comienza cuando Merlin se traslada a Camelot a pedido de su madre para convertirse en aprendiz del médico Real, Gaius (Richard Wilson). Lo primero que hace es salvarle la vida a éste. Lo segundo es discutir con un altanero y soberbio Arturo y lo tercero es convertirse en su sirviente. Asi que el pequeño y torpe Merlin, ahora con dos trabajos y sin poder practicar magia, lo que más hace es cometer errores. Y hablar con un dragón (con la voz de John Hurt) que le cuenta sobre una profecía, la cual lo hace convertirse en el protector de Arturo para que ésta se cumpla. El dragón, último de su clase, está encadenado por Uther Pendragon (Anthony Head), el Rey, que a raíz de la muerte de su esposa desarrolló un odio irracional a todo lo que tenga que ver con la magia. Otros personajes relevantes son, obviamente, Morgana (Katie McGrath), protegida del rey (todavía no se había pasado al lado oscuro) y Guinevere (Angel Coulby), sirvienta de ella. Como no podía ser de otra manera, hay aparición de Lancelot y demás caballeros de la mesa redonda y hay Excalibur, pero no es realmente relevante sino pintoresco.
Hay muchos capítulos de dos partes y muchos invitados, porque es la forma de la BBC para este tipo de historias, y eso le suma. La serie terminó hace unos años asi que es ideal para el que no quiere sumar algo nuevo a la bajada anual y pasar el rato, solo o en familia, con algo liviano.
“Friday Night Lights” puede ser tomada como una serie para hombres, todo lo contrario a Call The Midwife, pero como mencioanaba antes, en este caso tampoco es tan así. Basada también en un libro (de H.G. Bissinger), sigue a un equipo de fútbol americano, los Dillon Panthers, y a su coach, Eric Taylor.
El asunto arranca cuando Eric Taylor (Kyle Chandler) es contratado para entrenar a los Panthers de la escuela secundaria del pequeño pueblo de Dillon, en Texas. Como supongo que ocurre en cada pequeño pueblo, si tienen algo bueno, se aferran a eso y lo demás no importa. Al menos así es acá, donde la gente apoya a los jugadores siempre y banca o no al entrenador según gane o pierda los partidos, y el equipo le brinda al pueblo esperanza y felicidad, el sentir pertenecer a algo. El coach tiene una esposa y una hija adolescente. La esposa es interpretada por una genial Connie Britton, y es a mi gusto el único personaje femenino bien desarrollado, no chato y muy bien interpretado. Ella se convierte rápidamente en la consejera escolar y, respecto a los jugadores, en la otra cara de la moneda. El matrimonio de ellos es casi perfecto y se da muy naturalmente. Cada uno se apoya en el otro y se necesitan para lidiar con los sponsors y demás consecuencias de vivir en un pueblo pequeño, ya que tienen la presión de ser, literalmente, la felicidad de la gente. Otro asunto son los muchachos del equipo y las muchachas, porristas o rally girls, que están básicamente para servirlos. No sé si esto es realmente así en la vida real pero cada chica se relaciona con los jugadores en modo serivicial (sobre todo las rally girls que existen para eso) y en el caso de las relaciones más serias, casi que viven alrededor de ellos y para y por ellos. No tienen nada propio. Y obvio son todas “bombacha veloz”, a pesar de que la mayoría arranca la serie con 15 años. Prácticamente no hay vírgenes y la que más territorio recorrió es mal vista pero no deja de estar todo muy naturalizado (hablo de una serie que empezó en el 2005). Tiene que haber un intento de violación para cambiar un poco la actitud de la “rápida” del pueblo. La contracara de eso pero con el mismo fin se da con el personaje de la porrista novia de la estrella del equipo, es tan poco profunda y rápida como las otras, pero con un poco más de justificación, si se quiere. Las chicas más relevantes son Julie (Aimee Teegarden, la hija del coach), Tyra (Adrianne Palicki, la “rápida”) y Lyla (Minka Kelly, la hija de uno de los ricachones del pueblo, porrista en jefe). Los pibes del equipo son todos problemáticos en mayor o menor medida, y el que no lo es se termina arruinando la vida por razones externas. Algunos de ellos son la estrella y alumno ejemplar, el QB Jason Street (Scott Porter), otra estrellita por ser, Brian “The Smash” Williams (Gaius Charles), y a un gran jugador pero desconsiderado y borracho, Tim Riggins (Taylor Kitsch), mejor amigo de Jason y rival al prinicipio y fuera de la cancha, de Brian. La serie realmente empieza cuando Jason cae después de un tackle dentro del campo de juego en medio de un partido y queda paralizado, termina pudiendo mover las manos y brazos pero nunca volverá caminar. Este es el evento de la serie. Lo que cambia todo. Se introduce al personaje de Matt Saracen (Zack Gilford), el nuevo e inexperimentado QB, la apuesta del coach para la temporada y empezamos a conocer el background de cada chico, uno más lamentable que el otro, las decisiones que toman para convertirse en lo que son, las diferencias de personalidades y como afrontar las presiones y lo que les brinda ser parte del equipo y como el coach se transforma para muchos de ellos en un padre, dentro y fuera de la cancha.
Esta serie también finalizó y solo la primera temporada es “larga” (más de 20 capítulos). La segunda tiene 15 y la tercera, cuarta y quinta solo 13. Creo que eso le suma, un montón. Claro que tratándose de NBC eso sólo significó que no le fue bien, pero es un drama tranquilo y se puede ver en familia también.
Espero que las miren así charlamos de como Trixie (CTM), Arturo (M) y Tim (FNL) son sus personajes favoritos (¿?)