Reseña: La extorsión

La nueva película de Martino Zaidelis, La extorsión, mezcla drama, suspenso y crimen con el carisma de Guillermo Francella, generando una experiencia de lo más disfrutable. Esta pareja de cineastas ya había trabajado junta en 2011 en la serie El hombre de tu vida, donde Zaidelis dirigió algunos episodios y forjaron una amistad. Desde 2016 Zaidelis y Francella trabajaron en este nuevo proyecto, que se estrena en cines el jueves 6 de abril.

El elenco está formado por Mónica Villa, Andrea Frigerio, Carlos Portaluppi, Pablo Rago y Guillermo Francella, y todos nos dan buenas actuaciones. Sin embargo, como suele suceder, Francella sobresale, demostrando nuevamente su capacidad de hacernos reír y de ponernos en tensión a la vez. También cabe resaltar la actuación de Portaluppi (“Morcilla” en la serie El marginal), dándonos varios momentos de comedia y de tensión con el protagonista.

La película está dividida en tres momentos, es decir, cuenta con saltos temporales. En la primera hora se presenta la trama y es el mejor momento de la película. La historia se centra en Alejandro Petrossian (Francella), un piloto de avión internacional reconocido, cerca de jubilarse y con una vida aparentemente feliz y tranquila con su pareja Carolina (Frigerio). Sin embargo, tiene un secreto que de exponerse pondría en peligro su carrera y su relación. Este secreto es descubierto por los Servicios de Inteligencia del país y usado por Saavedra (Rago) para extorsionar al protagonista. La extorsión en cuestión, que le da el nombre a la película, consiste en obligar a Alejandro a que saque valijas con un contenido misterioso a Madrid en todos sus viajes. Mientras el miedo de Alejandro lo empuja a continuar sus actividades ilícitas con los servicios –más aún al darse cuenta de la amplia red que manejan los Servicios de Inteligencia–, el personaje interpretado por Portaluppi, Mario Aldana, lo intenta convencer de colaborar con la policía aeroportuaria y la justicia. Mientras estas son las escenas más tensas de la película, tenemos a la par la trama de Alejandro y su mujer. Sus escenas sirven como los momentos dramáticos y románticos de la película.

Al llegar a la mitad de la película aparece el primer salto de seis meses y se da inicio al momento más tenso de la historia y a su resolución y –por más que sea algo forzado con varios plot twists y escenas de acción– sigue todavía con la línea general del largometraje. No obstante, el segundo salto temporal nos lleva a varios meses luego del “final” del conflicto para darnos otra escena de cierre, más romántica y algo cursi.

Con varios momentos de comedia, drama y acción, esta producción es muy completa en todos los aspectos sin abusar de las risas y el romance y crea un buen balance como para hacerla disfrutable para cualquier tipo de público.