Reseña: Muerte en el Nilo

Dirigida y protagonizada por Kenneth Branagh, el film que ya está disponible por la plataforma de Star trata sobre el crimen de una millonaria que se acaba de casar y decide tener su luna de miel en un lujoso crucero, con toda su familia y amigos por el río Nilo.
Basada en la novela homónima de Agatha Christie, Muerte en el Nilo no es más que una historia de gente con mucha guita, que no sabe qué hacer con toda la fortuna que tiene. Pero acá es lo de menos, lo que está en cuestión y en juego es el amor (?). Por eso, el protagonista y quien dirige la peli se lleva todos los laureles.
El detective Hercule Poirot (Kenneth Branagh) es un exsoldado honorable que sobrevivió a la Primera Guerra Mundial y se transformó en un exitoso detective privado. Por casualidad está investigando un caso en un popular canto bar de Londres y allí conocerá a sus próximos clientes, que le harán pasar un viaje para el olvido.

La historia en cuestión tiene que ver con una pareja que se jura amor eterno. Jacqueline Doyle (Emma Mackey) y Simon Doyle (Armie Hammer). Ellos están convencidos de que el amor es para toda la vida, para toda la vida hasta que aparece Linnet Ridgeway (Gal Gadot). Jacqueline, que además es su amiga, le pide un favor: que le dé laburo a su novio.
Para cerrar el contrato laboral, Jacqueline le dice a Simon que vaya a la pista a bailar con Linnet, y ahí nace una nueva relación. El enamorado que se enamora de la que tiene toda la plata y la enamorada que se jura seguirlo hasta el fin del mundo para arruinarle la vida.
Es en ese momento cuando hay una elipsis temporal y la historia se retoma en la boda de Simon y Linnet. Una boda que no se guarda nada y que no escatima en gastos, un ágape chico, para familiares y allegados que al fin y al cabo se ve aguado por la turbia presencia de Jacqueline, quien parece ser la sombra de lo que alguna vez fue.

Los recién casados hablan con el detective Hercule Poirot porque entienden que sus vidas están en peligro. Le piden que por favor los cuide pero Hercule un poco se niega, otro poco señala que no hay amenaza, entonces no puede hacer nada, más que estar en la fiesta de los recién casados.
A medida que avanza la trama, la película se va poniendo más turbia porque el casamiento se traslada a un crucero para evitar el acoso de Jacqueline, pero un asesino se infiltra en el barco y empiezan a caer los muñecos como mosquitos. Entonces Hercule deberá actuar rápido y adivinar quién es el infiltrado que intenta arruinar la boda.
La película está bien, es entretenida pero peca de algo, el misterio que logran darle al film es acertado pero muy rápidamente nos damos cuenta de quién está detrás de todos los asesinatos. Peca de previsibilidad, pero aún así, como dicen los que saben, si entretiene, cumple.