El Cine de Netflix: Top de lo que se viene

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El cine es un arte. Al mismo tiempo, y al igual que otras artes, como la música, es también un negocio. Negocio implica riesgos, y riesgos implica dinero (mucho). Es lógico entonces que los encargados de proveer dicho dinero tomen medidas para minimizar dichos riesgos.

Es justo en esa instancia donde la parte que corresponde al negocio choca con la parte artística y comienzan los problemas, entre ellos la modificación por parte de los inversores – productoras y distribuidoras- de la estructura general del film mediante cambios en el montaje o el rodaje de nuevo material; todo con el propósito de complacer al “espectador promedio”.

Si bien esto sucede con frecuencia y no siempre genera malos resultados, es más frecuente estar frente a un producto claramente manoseado y fuera, en muchos aspectos, del control del artista (siempre y cuando hablemos de medianas a grandes producciones). Como ejemplos podemos citar a DC y sus recientes intentos en la pantalla grande como Batman v Superman o Suicide Squad como también Warcraft o Fantastic Four, todas películas que fueron forzadas a reducir su metraje o cambiar su tono para ser más “efectivas” en la taquilla.

Teniendo en cuenta que lo más lamentable de todo esto es la pérdida de control y libertad artística sufrida por los realizadores, existe también otro factor importante de un orden paradójico. En el afán de aumentar los ingresos de taquilla modificando el producto original, lo que realmente logran los inversionistas, es un menor rendimiento en dicha taquilla. Es gracias a sus intervenciones que la calidad del producto disminuye y esto trae malas críticas, que luego se reflejan de forma negativa en los asientos vendidos. De más está decir que películas como Batman v Superman recaudan cientos de millones de dólares más allá de la recepción negativa que puedan tener, aunque probablemente tendrían incluso mayor éxito si el estudio no hubiese intervenido.

En todo este embrollo se introduce Netflix con lo que parece ser una filosofía diferente que se puede resumir en dos palabras: Libertad Creativa. Vale la pena mencionar que autores con trayectoria como Tarantino, Spielberg, los Coen y tantos otros también gozan de esta libertad creativa con sus proyectos, pero incluso a algunos de ellos se les dificulta conseguir el presupuesto que necesitan y mantener ese control.

Este acercamiento de Netflix con los materiales que produce dio lugar a series como Stranger Things, una vuelta al cine y la cultura de los ochenta centrada en niños, conspiraciones, guerra fría y criaturas misteriosas; algo que difícilmente hubiese sido producido hoy en día por la aparente demográfica de su público -gente que pudo experimentar ese tipo de cine-. Sin embargo demostró ser un éxito, con una segunda temporada en camino.

Por otro lado, con Beasts of no Nation -premiada en Venecia y reconocida por la interpretación de Idris Elba- se inauguraron los films de ficción originales de Netflix que cada vez son más. Libertad creativa no significa calidad ni mucho menos, pero sí que lo que llega a la pantalla es 100% (o casi) lo que los realizadores querían que fuera, y eso es muy valorable.

A continuación, vamos a repasar algunas películas que llegan este año a Netflix y que yo personalmente estoy anticipando. Todas pueden fallar excepto una… y creo que se van a dar cuenta cuál es.

Bright
de David Ayer

Antes de que me empiecen a gritar por anticipar una película de David Ayer -que al parecer si la película no tiene policías no la filma- déjenme traducirles la sinopsis de IMDB: “En un mundo donde criaturas místicas viven entre los humanos, un policía humano se ve obligado a colaborar con un ORCO para encontrar un arma por la que todos están dispuestos a matar para conseguir”. Como verán, es difícil no estar al menos un poco entusiasmado por esa premisa. ORCOS. Más que David Ayer, el nombre que me llama la atención es el de Max Landis quien está a cargo del guión. Landis escribió Chronicle (2012), American Ultra (2015), Victor Frankenstein (2015) entre otras. Si bien sus guiones nunca fueron grandes películas a mi entender, sus ideas siempre fueron agradables y es posible que todavía no hayan podido encontrar al director indicado. Además, Landis es una de las pocas personas relacionadas con la industria que sostiene su propio canal de youtube, donde habla de narrativa e industria. Espero que David Ayer sea el adecuado para plasmar las ideas bizarras del hijo del famoso John Landis. Lo dudo.

Lanzamiento: Diciembre 2017


Death Note

de Adam Wingard

Esta es difícil de defender. Todos sabemos que existen Dragon Ball Evolution y The Last Airbender, por lo que es inevitable pensar que una adaptación de anime -en el caso de Avatar animación occidental- producida por el país del norte va a ser, simple y llanamente, una cagada. Pero hagamos una pausa en el director, Adam Wingard.

Destacan en su filmografía You’re Next (2011) y The Guest (2014), ambos films con elementos de thriller y terror que no tienen miedo de salirse del molde, bastante originales y con finales bombásticos. ¿Qué quiero decir con esto? Que le tengo fe a este muchacho que parece tener los elementos necesarios bien afilados para encarar algo de las características de Death Note.

Para los que no estén familiarizados, Death Note tiene como protagonista a Yagami Light, o en esta nueva versión Light Turner, un brillante estudiante que un día descubre una libreta que tiene el poder de quitarle la vida a las personas con solo escribir su nombre en ella. Esto lo impulsa a idear un plan para eliminar el crimen en el mundo. Las muertes llaman la atención de L, un astuto detective que tratará de encontrarlo.  Este fue mi primer anime y lo recomiendo, sobre todo para dar los primeros pasos en el territorio de las series de animación japonesas. Esperemos que la película logre una adaptación aunque sea interesante… y sino siempre existirá el material original.

Lanzamiento: 27/08/2017


War Machine

de David Michôd

De toda la lista esta es la que me causa más curiosidad. David Michôd tiene en su haber dos largometrajes de ficción. Yo vi uno, The Rover (2014), ambientada en una Australia post apocalíptica derivada de un colapso económico mundial y que sigue los pasos de un hombre (Guy Pierce) para recuperar su auto robado, el cual es muy importante para él por motivos desconocidos. Se desarrolla a un ritmo decididamente lento, con una fotografía y sonido impecables, actuaciones desgarradoras de Pierce y Robert Pattinson y un clima denso y asfixiante. En fin, luego de verla un par de veces resultó ser una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Y he aquí porque estoy interesado en War Machine, film que a juzgar por los trailers no tiene absolutamente nada que ver con The Rover, pero que atrae con lo que parece ser una transformación de Brad Pitt en el papel de un carismático general del ejército de EEUU enviado a comandar fuerzas en Afganistán y la promesa de una sátira política bastante filosa. Veremos qué sale de este hermoso descubrimiento que fue para mí, David Michôd.

Lanzamiento: 26/05/2017


Mute

de Duncan Jones

Tengo un profundo aprecio por el hijo de David Bowie. Primero me sorprendió con Moon (2009), un ejemplo de cómo hacer muy buen cine de ciencia ficción con pocos recursos. Con un mayor presupuesto llegó Source Code (2011), un thriller que juega con el tiempo y el espacio de formas muy efectivas. Y por último la más titánica de las tareas: adaptar un videojuego. Y no cualquier videojuego, sino Warcraft, uno de mis juegos favoritos de estrategia que también tiene su versión MMO (massive multiplayer online). Lamentablemente sufrió mucho de lo que mencionaba al principio del artículo y, cambio va cambio viene, la película no terminó exactamente como él pretendía. Sin embargo permanece una de las mejores adaptaciones de un videojuego -lo cual es mucho decir debido a la cantidad de porquería que hay en este área- y una experiencia disfrutable para fans del material original. Ahora Duncan vuelve a las ligas menores con Mute, secuela espiritual de Moon, manejando un presupuesto mucho menor. El film tiene como protagonista a un barman mudo en la Berlín del futuro, especialmente inspirada en Los Ángeles de Blade Runner, quien deberá enfrentarse a la mafia de la ciudad para descubrir que le pasó a su compañero/a perdido/a. Mi fe en Duncan sigue intacta.

Lanzamiento: 2017 (sin fecha confirmada pero en post producción)


Okja

de Bong Joon-ho

Llegó la que no puede fallar. Cuando Bong Joon-ho está a la cabeza todo está bien. Pero bueno, voy a dejar mi fanboy de lado por un segundo para describir de qué se trata esta nueva aventura del maestro. Mija, una niña coreana, forja una amistad con un animal enorme genéticamente modificado y tratará de evitar que sea abducido por la multinacional que lo creó. El cast es excepcional, con Tilda Swinton volviendo a colaborar con el director luego de Snowpiercer y nuevas presencias como Jake Gyllenhaal, Paul Dano, Lilly Collins y Giancarlo Esposito (Gus Fring de Breaking Bad). Además Netflix parece confiar mucho en el proyecto ya que le soltaron el presupuesto más alto hasta ahora para cualquier otra producción de la cadena: 50 millones de dólares. También es el presupuesto más alto manejado por Bong hasta el momento, aunque no mucho más que su anterior film, Snowpiercer. En fin, parece que todo lo que estuvo presente en su filmografía volverá: una fuerte crítica política que apunta a las multinacionales, al capitalismo y al consumismo; personajes llamativos y caricaturescos -en el mejor sentido de los términos- y una historia de base entretenida con el lenguaje visual al que ya nos tiene acostumbrados. Traté de ser lo más parcial posible pero no pude, lo lamento. Repito: no puede fallar.

Lanzamiento: 28/06/2017