5 casos de Secuelas/Sagas atípicas
Generalmente el concepto de secuela o saga está pensado en términos comerciales.
Durante los últimos 20 años nos hemos acostumbrado a las historias interminables. Como si fuese un loop eterno, pareciera que ningún estreno comercial de aquellos que suelen denominarse “tanques” aparece con una historia cerrada. Prácticamente todo tiene su secuela, o al menos está pensado comercialmente para que esta sea posible.
La crisis de ideas y la falta de innovación que presenta últimamente el relato audiovisual clásico ha provocado que la propia industria se meta en una camisa de once varas. Los costos y la necesidad de llevar gente al cine hacen que los riesgos que pueden tomarse sean mínimos.
Desde una perspectiva comercial, los estudios van a lo seguro y redituable. No hay espacio para lo diferente.
Esto no siempre fue así, el concepto de secuela o saga no necesariamente fue utilizado en términos comerciales. Es más, la mayoría de las veces aparecía como una necesidad narrativa y era necesario convencer a los inversores que una continuación de una película exitosa era buena idea.
De hecho si nos remontamos a un caso típico en materia de secuelas y sagas como podría ser «Star Wars», aquellos más longevos no me dejarán mentir al mencionar que cuando se estrenó «Una Nueva Esperanza» no llevaba inserta en la secuencia de títulos el famoso cartelito que mencionaba que era el «Episodio IV» de la historia.
La idea de franquicia o saga recién aparece como un método de producción especialmente diagramado hacia fines de los 60′, el ejemplo más cabal de esto fue la versión original de «The Planet of the Apes» (1968) que tuvo en su primera oleada de películas cuatro continuaciones entre precuelas y secuelas.
Como mencionábamos, culturalmente asociamos la idea de secuela a determinados tipos de relatos, principalmente uno: La aventura.
Esto es así por lo accesible de la fórmula que, básicamente, es la misma siempre: El famoso camino del héroe y sus peripecias.
Por supuesto hay mejores o peores experiencias y eso está delimitado por varios factores, principalmente lo mejor o peor construidos que estén los personajes principales, en especial el protagonista y el antagonista.
Ahora bien, existen universos cinematográficos donde las secuelas se ocupan de otra cosa. Se trata de poner a personajes en diferentes historias, sin necesidad que las mismas tengan una peripecia en términos míticos o que incluso compartan el género de sus predecesoras. Hablamos de películas ubicadas en un mismo universo, secuelas o sagas de films inesperadas. Inesperadas no por el hecho de que la historia no permita una continuación (prácticamente cualquier relato lo habilita en principio) sino más bien por no tratarse de grandes estrenos comerciales.
A continuación, un listado con 5 ejemplos de secuelas o sagas atípicas
1 – La última película y Texasville
En 1971 Peter Bogdanovich estrenaba su tercera y más reconocida película “The Last Picture Show” (La última película). El film era completamente atípico para la época. Filmada en blanco y negro en pleno auge del color, Bogdanovich contaba la historia de dos amigos en un pueblo moribundo del sur de Estados Unidos. Un lugar en el que no pasaba nada, al menos nada relevante en términos de las grandes urbes, era el eje de una serie de peripecias mundanas y sobre las cuales el cine de la época no ponía su mirada.
La película fue un éxito, ganó dos Oscars y catapultó al realizador a la fama. Ahora bien, pensar que esta historia podía continuarse era bastante extraño. Así y todo, 19 años más tarde, en 1990 llegaría “Texasville”, una segunda parte tan atípica como “La última película”.
En “Texasville” Bogdanovich vuelve a retomar sus personajes de los 70’, interpretados por los mismos actores, pero con otra perspectiva. Si “La última película” era sobre dejar la adolescencia y crecer, “Texasville” es sobre ser adulto. Por supuesto que esta secuela fue un fracaso comercial, poca gente entendía que era una segunda parte, motivo por el cual la misma película tenía que explicarlo y encargarse de establecer la relación con su predecesora. La crítica, injustamente, la destrozó, recién con el paso de los años y una revisión se pudo apreciar esta segunda parte como la joya cinematográfica que es.
2 – La saga de Antoine Doniel
En 1959, un año después del estreno de “El bello Sergio”, se estrenaba otra de las piedras angulares de la Nouvelle Vague: “Los 400 golpes”.
En ese pequeño film un debutante Truffaut nos presentaba la historia de Antoine Doinel (Jean-Pierre Leaud) un pequeño joven parisino que sufría diferentes desapegos desde muy pequeño. En un claro uso del cine como medio autobiográfico, Truffaut utilizaba al pequeño Leaud como su álter ego. Contaba a través de los ojos del niño su propia historia, pero ese concepto no terminaría ahí. Durante los siguientes 20 años Truffaut seguiría utilizando las historias de Atoine para hablar de su vida, fundamentalmente sobre un tema central: La relación con las mujeres.
De este modo a los “400 golpes” le siguen: “El amor a los veinte años” (1962), “Besos robados” (1968), “Domicilio conyugal” (1970) y “El amor en fuga” (1979). En todos estos films nuestro protagonista, siempre interpretado por Leaud, irá creciendo; se enamorará; se casará; será infiel y se separará. Toda la primera mitad de su vida está volcada en estos films. Truffaut hace entonces un manejo del espacio-tiempo pocas veces visto en el cine, uniendo películas que tienen tramas y tonos diferentes a través de los personajes que atraviesan esas historias.
3- Kevin Smith, “Clerks” y el The View Askewniverse
En 1994 un joven Kevin Smith estrenaba su ópera prima “Clerks”, una película ultra independiente con un costo de producción inferior a los treinta mil dólares y que había sido íntegramente financiada con ahorros y préstamos.
Filmada casi exclusivamente en una locación, Clerks, es la historia de sencilla de un chico y sus amigos en un pequeño supermercado tipo de Estados Unidos.
El éxito de la película catapultó a la fama a Kevin Smith y a partir de allí generaría una serie de películas que tienen lugar dentro del mismo universo de Clerks (The View Askewniverse): Mallrats, Chasing Amy y Dogma. En aquellos films los protagonistas de Clerks y muchos de los personajes secundarios (Jay y Silent Bob, interpretado por el propio Smith), serían personajes recurrentes.
Recién en 2001 llegaría la primera especie de secuela directa de Clerks: “Jay and Silent Bob Strikes Again”, una comedia delirante que ya poco tenía que ver con los hechos y la estética de la primera película. Más en la línea de lo que conocemos como Spin-off que en una continuación de aquella película del 94′
Finalmente en 2006, 12 años después del estreno de la primera parte, llegaría Clerks 2 donde se retomaría la historia de los personajes principales, Dante Hicks y Randall Graves, quienes ya no trabajan en el viejo supermercado sino en un local de comida rápida.
A la fecha todo parece indicar que hay una posible tercera parte de Clerks en carpeta, con lo cual el universo diseñado por el amigo Smith lejos está de agotarse.
4 – Bad Lieutenant entre Herzog y Ferrara
En 1992 Abel Ferrara dirigía una película sobre un policía corrupto de nueva york denominado “The liutenant” (Harvey Keitel). El film era un poco atípico para la época, ya que no era habitual encontrarse con personajes con los cuales uno tuviese que empatizar y fueran así de malos, malos de verdad, casi sin matices. A la película, llamada «The Bad Liutenant», le fue bastante bien y la cosa quedó ahí. No había muchos más que contar parecía.
Por alguna razón, probablemente gracias a algún productor bastante apiolado, se vendieron los derechos de los personajes y de la película.
Werner Herzog cuenta en el libro “Manual de Supervivencia” que conoció en una oportunidad a Nicolas Cage. Conversaron, se llevaron bien, y al parecer desde ese día el bueno de Nick se quedó manija con la posibilidad de trabajar con el director de Aguirre.
La cosa es que al actor de Leaving Las Vegas lo llama un productor, ese que se había quedado con los derechos de la película de Abel Ferrara, y le dice de hacer una nueva película con el personaje. Cage dice que todo bien, que lo hace, pero que la tiene que dirigir Werner Herzog.
Herzog, uno de los principales exponentes del cine total, acepta y ambos hacen una película con el mismo concepto: Un policía corrupto, detestable, donde todos aquellos que lo rodean son incluso más horripilantes que el mismo protagonista.
Lo curioso de “The bad Liutenant: Port of Call – New Orleans” es que no se trata estrictamente de una secuela, tampoco de una remake. Es algo así como un híbrido.
Si bien no queda claro en ningún momento si el personaje estrictamente hablando es o no el mismo, y al margen de que la historia ocurre en dos ciudades diferentes, existen conexiones innegables entre ambos films.
(Como dato curioso, en ese mismo pasaje de “Manual de Supervivencia”, Herzog menciona ni haber visto siquiera la película de Ferrara).
5- The Blues Brothers
En 1980, casi como inaugurando la última época dorada de Hollywood, se estrenaba “The Blues Brothers” película que narraba la historia del grupo musical homónimo que había sido creado por Dan Aykroyd y John Belushi como un sketch musical dentro del programa Saturday Night Live.
La película, como todos a esta altura sabemos fue un éxito y los Blues Brothers eran a esa fecha no sólo un número cómico, sino también una enorme banda musical en ascenso.
Dos años más tarde del estreno de la película John Belushi moría de sobredosis, episodio que haría que la banda se separe hasta finales de los 80′.
En 1998, incentivados por el cambio de siglo, se estrenaba una segunda parte llamada «The Blues Brothers 2000«. La película contaba nuevamente con la participación de John Landis, el director de la primera parte, y con Dan Aykroyd reiterando su rol como guionista y protagonista del film. En esta oportunidad el rol de Belushi sería reemplazado por John Goodman. Lamentablemente la película fue un fracaso rotundo, tanto de crítica, como de recaudación.
Atacada, muchas veces sin demasiada razón, «The Blues Brothers 2000» presenta una gran cantidad de artistas de la música negra en pantalla y mantiene a su vez un montón de elementos de los más entrañables del grupo que encontrábamos en la primera película y en aquellos primeros años de SNL.