Reseña de «Torrente 5: Operación Eurovegas»
Antes que nada convengamos que ninguna saga es fácil que continúe redituable después de varias secuelas, y la de Torrente no es la excepción, aunque ha salido más aireada que otras quintas entregas.
Aquí, un José Luis Torrente delgado cumple su condena carcelaria en 2018, para encontrarse con una España destrozada, donde su héroe musical y su club de futbol ya no existen, donde la peseta volvió a ser la moneda en curso y donde el IVA llega a un %42. Sobrepasado por la situación, Torrente decide cambiar de rumbo y dedicarse (oficialmente, claro) al crimen, así planea saquear el casino “Eurovegas” de la mano de quien fue su ingeniero, John Marshall (Alec Baldwin) coordinando el operativo y junto a un grupo de secuaces tan tontos como para seguir el liderazgo de alguien como Torrente.
Si quedaba alguna duda, aquí se termina de sepultar la esperanza de que José Luis Torrente pueda darnos algo más que los chistes a los que estamos acostumbrados, sin embargo hay de todo, chistes vulgares, chistes repetidos dentro de la saga, chistes autorreferenciales, slapstick, chistes nuevos que funcionan, otros que no lo hacen, otros que lo hacen a medias y el ya obligatorio «¿nos hacemos… unas pajillas?», que desde estas últimas 2 entregas parece que debe reinventarse para subsistir.
También nos encontraremos con los personajes y actuaciones típicas de la saga, con características exacerbadas, de hecho gran parte de los personajes son rescatados de entregas anteriores. Se extraña a Tony Leblanc, a quien está dedicado el film.
Sin embargo la historia resulta llevadera, sencilla pero ágil, en términos generales es un (ligero) levante de la saga respecto a la pésima entrega anterior. Curiosamente al comienzo de esta quinta parte notamos un cambio importante en el personaje, ausente en las otras entregas, como si luego de 4 películas, un tiempo en la cárcel y encontrarse con una España devastada, finalmente decidiera sufrir una transformación, convirtiéndose en “un fuera de la ley» según él mismo comenta antes de que rueden los títulos de apertura.
En Torrente 5 se continua con la demostración de afecto de Santiago Segura hacia la Argentina, luego de incluir a Marcos Mundstock y el Kun Agüero en Torrente 3 y 4 respectivamente, ahora suma a Ricardo Darin e incluso pinta al país en la final del mundial 2018 contra Cataluña.
También hay varios momentos que hacen referencia a las precuelas de Operación Eurovegas que, exceptuando algunos chistes autorreferenciales, no es necesario verlas para disfrutar la película pero enriquecen un poco la experiencia y le genera esa sensación de apego y familiaridad a los fanáticos de la saga.
Por su parte el sonido tiene puntos altos y bajos, un punto bueno son los golpes fuertes que sufren los personajes, donde el sonido hace al golpe, esos que de escucharlos hacen que le duela al espectador. Pero uno de los puntos flojos es la ininteligibilidad momentánea de las voces, principalmente en la escena previa a los títulos, donde es absolutamente imposible entender con claridad la mitad de lo que se dice, donde se entiende mas por el contexto de lo que se ve que por lo que se oye, un caos entre la pronunciación y el empaste de diálogos. Curiosamente (y por suerte) inmediatamente luego de los títulos animados de la película, este problema mejora considerablemente. Sinceramente me pareció tan extraño esto, que resulta difícil decir si fue un error de ecualización del cine que se corrigió en los títulos, un problema de la película o simplemente de acostumbramiento de oído.
* Correcion postuma a la publicacion original de esta review: Un tiempo despues volvi a chequear este problema inicial del sonido y efectivamente creo que el problema fue de la sala de cine, ya que volvi a ver toda la secuencia previa a los titulos y no volvi a tener esta sensacion, de hecho entendi todos los dialogos sin mayores problemas.
Otro detalle es la traducción de los subtítulos en los momentos en que Torrente y John Marshall hablan en ingles, donde se pierden los chistes de mala pronunciación y juegos de palabras que hace José Luis Torrente al hablar un “espanglish” brutal, la única manera de no perdérselos es si cazan ingles de oído.
En definitiva, se puede calificar a “Torrente 5: Operación Eurovegas” como una película relativamente bien llevada para lo que es (la quinta parte de una saga de películas), con altos y bajos, donde logra incluir acción, con homenajes y toques de comedia, alguno más y otros menos efectivos. Se puede disfrutar tranquilamente siempre y cuando no se espere ver nada muy nuevo en la saga.
Si luego del desastre que fue “Torrente 4: Lethal Crisis” Segura decidió continuar con las películas del personaje, estoy seguro de que podemos esperar tranquilamente una “Torrente 6” para dentro de un futuro no muy lejano, donde un resultado menor a “Torrente 5” probablemente dejaría sabor a muy poco.