Hustle (Garra): una de básquet con Adam Sandler y muchos cameos

Stanley Beren (Adam Sandler) es un caza talentos que trabaja para los Philadelphia 76ers. Stanley está cansado de su rutina y sueña con ser entrenador adjunto en ese prestigioso equipo de la NBA. Cuando por fin lo logra, la desgracia lo golpea, y el nuevo dueño de la franquicia lo devuelve a la rutina de recorrer el mundo en busca de una estrella que triunfe en la élite del básquetbol internacional. Es así que, de casualidad, conoce en un partido callejero en Mallorca, España, a Bo Cruz (Juancho Hernangómez), a quien llevará a los Estados Unidos para que, juntos, demuestren a la NBA que están para lograr grandes cosas.

El tema de esta película podría resumirse como “creer en segundas oportunidades”, y hay que decir que está contado de manera efectiva, a pesar de lo previsible que se puede volver la trama en sus puntos de giros. En este sentido, Hustle no nos ofrece nada nuevo o que no hayamos visto en cualquier otra historia de un underdog del deporte: el atleta en quien nadie confía –ni siquiera él mismo-, con pocas oportunidades de triunfar, que debe superar a los demás y a sí mismo, y que cuenta con el apoyo de su mentor como roble para sostenerse y su familia como punto de emoción e inspiración para lograr su objetivo.

La sensación que tuve mientras miraba la película es que cada elemento del relato está ubicado en un lugar específico como para cumplir con una estructura premoldeada. Todo es funcional, pero con falta de alma, o, mejor dicho, “garra”, como reza el título. Tenemos una secuencia de entrenamiento por las calles de Filadelfia como guiño a Rocky, pero nada más. El film se queda en el homenaje y le falta corazón.

Después, para los amantes de la NBA, hay un sinfín de cameos de jugadores y entrenadores reconocidos, como Trae Young, Willy Hernangómez, Dirk Nowitzki, Charles Barkley, Shaquille O’Neall, Kenny Smith, Moe Wagner, Boban Marjanovich, Matisse Thybulle, Tobias Harris, Kyle Lowry, Tyrese Maxey, Seth Curry, Aaron Gordon, Luka Doncic, entre otros, y claro que si estamos en Filadelfia, no podía faltar al actual entrenador que los repuntó, Doc Rivers, y dos de las máximas leyendas de la ciudad: Allen Iverson y Julius “Doctor J” Erving.

Como mencionaba antes, los guionistas Taylor Materne y Will Fetters, con el apoyo de Netflix, apostaron al clásico e infalible “personajes perdedores”, marginados, en los que nadie cree pero que a fuerza de corazón, temple y garra se crean una última oportunidad para superarse y encaminar sus vidas. Lo que me gustó del director Jeremiah Zagar es la forma en que eligió contar la película, que hace que se sienta rápida y amena, desde el montaje, y con la elección justa para los momentos que acercan al producto al dramedy.

Quizá mi mayor crítica con Hustle es a la hora de mostrar los partidos. Los callejeros o mano a mano son excelentes, muy fluidos. Sin embargo, los partidos en equipo bien podrían ser mano a mano porque solo se centran en la figura de Bo y el rival de enfrente (el también basquetbolista profesional Anthony Edwards), jugada a jugada, restándole mucho peso e importancia al trabajo en equipo, característica fundamental del deporte en cuestión.

Adam Sandler es un jugador de toda la cancha y el mayor sostén de la película. Desde sus explosiones a los gritos, pasando por sus momentos graciosos, hasta su aporte en la cuota dramática del film. Todo el tiempo se pone el equipo al hombro. Ya sabemos lo que le puede dar el protagonista de Billy Madison al drama, no es ninguna novedad. Y bien apoyado, rodeado con figuras como Queen Latifah interpretando a su esposa, o Ben Foster como su antagonista, dándole vida al nuevo dueño de los 76ers, todo funciona con mucha fluidez. Ni hablar de la pequeña participación al inicio de Robert Duvall, como el antiguo dueño de los Sixers y mentor de Stanley.

Juancho Hernangómez, no es actor, pero no desentona, está mejor que LeBron James en la última de Space Jam. Trato de entender por qué lo castearon y no lo entiendo. No es uno de los jugadores más populares, ni siquiera en España, ya que su hermano Willy y Serge Ibaka son los de mejor presente (de hecho, el último año y medio de Juancho fue de los peores y los rumores de su salida de la NBA son cada vez más grandes). Quizás se lo eligió para representar esa idea de venir de un país que no es EEUU, una suerte de representación de “pobreza”, “marginalidad” y “barrio jodido”. Vaya uno a saber.

En conclusión, Garra (Hustle) es una película entretenida, con muchos cameos para los fanáticos de la NBA y con un Adam Sandler que se carga el equipo al hombro y hace de jugador franquicia para coronarse otra vez como el MVP de la noche. Después… Bueno, no esperen ver nada nuevo.