Rassegna Vittorio De Sica: Un creador con diversas miradas
Se ha presentado en la Sala Lugones un ciclo llamado Rassegna Vittorio De Sica, integrado por siete películas representativas de la labor del maestro como director. El evento fue organizado por el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Cinemateca Argentina. Se trata de copias restauradas a partir de los negativos originales y enviadas especialmente desde Roma para este ciclo.
Al mencionarse a Vittorio De Sica siempre se destaca su calidad de director de cine representativo del neorrealismo italiano. Sin embargo De Sica no solo dirigió 35 películas sino que además actuó en más de 160. Además sólo tres de sus realizaciones pueden enumerarse como integrantes del neorrealismo, movimiento estético que nace en los ´40, en la Italia de la postguerra y que tiene como principales exponentes a De Sica, a Roberto Rossellini y a Luchino Visconti. Se trató sobre todo de una nueva forma de narrar, que tomó la cotidianeidad como elemento central del relato. La espontaneidad constituyó un elemento distintivo, la mayoría de los actores no eran profesionales. Las escenas se rodaban con la participación de la gente de lugar. En general, los personajes centrales deambulan de aquí para allá. El neorrealismo italiano abandonó la forma clásica de la narrativa cinematográfica impuesta por Hollywood basada en la relación de causa y consecuencia. Este movimiento marca una ruptura entre el cine clásico y el cine moderno.
Los films dirigidos por De Sica podrían clasificarse dentro de dos o tres grupos: aquellos que podemos nombrar como “de arte” o no comerciales y aquellos realizados con un criterio comercial, sobre todo debido a la participación de guionistas, actores o actrices de renombre y que contaban con un presupuesto de producción importante.
Entre los “no comerciales”, por supuesto se encuentran los que pueden catalogarse técnicamente como integrantes del neorrealismo italiano. Se incluyen dentro esta estética Lustrabotas (Sciuscià, 1946), Ladrones de bicicletas (Ladri di biciclette), 1948) y El techo (Il tetto), 1956), aparecido en forma tardía. Desde ya, el título que marcó una bisagra en su carrera fue Ladrones de bicicletas, quizás la obra más emblemática del neorrealismo. La temática social de la pobreza y la postguerra estuvo presente en muchos de sus trabajos, así pueden mencionarse Milagro en Milán (Miracolo a Milano), 1951) y Umberto D, 1952.
Las películas de De Sica que pueden señalarse como comerciales tienen a su vez un alto valor artístico. Así, puede mencionarse Dos mujeres (La ciociara), 1960, Matrimonio a la italiana (Matrimonio all’italiana), 1964), Boccacio´70, 1962, El jardín de los Finzi- Contini (Il giardino dei Finzi-Contini, 1970). Dirigió a grandes actores, entre los cuales vale mencionar a Sophia Loren, Marcello Mastroiani, Dominique Sanda, Richard Burton, Jean Paul Belmondo, Alberto Sordi, Monica Vitti…
Vittorio De Sica Obtuvo 4 Premios Oscar a la mejor película de habla no inglesa, en 1946 por Limpiabotas, en 1948 por Ladrón de bicicletas, en 1963 por Ayer, hoy y mañana (Ieri, oggi, domani) y en 1970 por El jardín de los Finzi-Contini.
El ciclo Rassegna Vittorio De Sica es parte de Italia in Scena la temporada internacional del CTBA dedicada este año a Italia y que cuenta con espectáculos teatrales, de danza, de música y en este caso, de cine.
Las películas que se exhibieron fueron restauradas íntegramente, algunas en formato digital y otras en fílmico, en ambos casos, con extraordinaria calidad de reproducción de la imagen y el sonido, sobre todo las de blanco y negro.
Las películas programadas son ejemplos de las distintas temáticas y estéticas abordadas por su creador. Se proyectaron los tres exponentes del neorrealismo Ladrones de bicicletas, Lustrabotas y El techo. Dos films de alto contenido social: Milagro en Milán y Umberto D y dos obras de claro formato comercial: Matrimonio a la italiana) y El viaje, su último film, realizado en 1974.
El público colmó la Sala Lugones durante los siete días en los que transcurrió el ciclo. La se aprecia renovada y excelentemente atendida por su personal, pero no puede dejar de destacarse la incomodidad que produce la ubicación de las butacas por la ausencia de desnivel. La sala Lugones ha sido puesta en valor hace muy poco tiempo. ¿Costaba mucho hacer un piso en declive para que todos puedan acceder sin problemas a la visión de la pantalla?
El ciclo ha sido un lujo para los amantes del buen cine. ¡Qué se repita!