Ultraman: tokusatsu animado
El tokusatsu (series de efectos especiales) es uno de los géneros más populares e icónicos que Japón tiene para ofrecer. Siendo así no resulta muy extraño creer que una de estas series reciba una versión animada. Estas vendrían a ser como los Power Rangers, que en realidad son una adaptación de una franquicia llamada Super Sentai que existe en Japón desde los 70. Ultraman fue de las primeras, precediéndola por poco más de diez años.
Si bien este personaje ya había tenido una adaptación animada, esta fue hace casi cuarenta años. Hoy nos encontramos con una nueva versión. Esta vez con animación 3D, la cual se hace cada vez más común en esta industria. Cuenta con una duración de tan solo trece capítulos, lo cual está en los estándares de un anime, pero no lo es tanto para un tokusatsu, que suelen tener alrededor de cincuenta capítulos.
En cuanto a la historia, seguimos a Shinjiro, un adolescente con fuerza sobrehumana que vive entre sus pares como uno más. Hasta que un día es interceptado por un alien, que aparentemente es de la misma procedencia que Ultraman. Este lleva décadas retirado, pero ante la inminente amenaza regresa de su exilio. Una vez que llega al rescate, Shinjiro no tarda en darse cuenta de que ese héroe no es otro que su padre. Al poco tiempo de pelear nuestro protagonista escapa en el helicóptero de una organización secreta que ayuda a Ultraman. El problema es que este está perdiendo por paliza. Al verlo desde las alturas su hijo decide ir a ayudarlo y se calza un nuevo traje. Al llegar aprendemos con él su galería de poderes y chiches, y vemos cómo el villano se retira ante una posible derrota. Y junto con esta agencia, bastante parecida a los “Men in Black”, va a ayudar a mantener la paz entre alienígenas y humanos.
Eso pasa, a grandes rasgos, en los primeros dos capítulos. De ahí en adelante la serie pareciera apoyarse en la clásica estructura del monster of the week. Digo parece, porque realmente no está estructurado como tal. Esto es porque si bien siempre hay, como mínimo, una pelea por capítulo, esta no suele concluir con la derrota del villano y problema resuelto. En general los relatos se desarrollan a lo largo de dos o tres episodios, lo cual permite explorar mejor a los personajes en estos distintos escenarios que se les presentan. Este es un buen cambio con relación a sus series live action, las cuales mantienen esta estructura tan vista en el género.
Habiendo hablado un poco del guion y su estructura, me gustaría pasar a la dirección, la cual creo que es el punto más fuerte de este anime. Acá es donde se notan las raíces del producto. El punto más fuerte de este anime: las peleas. Son excelentes, las coreografías son fluidas y creativas, los movimientos y la elección de planos son de lo más acertadas. La mezcla entre artes marciales y poderes está muy bien llevada, los golpes tienen peso y los movimientos dinamismo. Se nota que la mayoría del presupuesto se fue acá.
El tokusatsu no es un género que tenga demasiado que ofrecer en líneas generales. Pero suele cumplir, sus mayores atractivos son su variedad de trajes, transformaciones y monstruos, y sus peleas. Los trajes merecen una atención. Los distintos Ultraman son geniales. Con armaduras altamente detalladas, y todas siguiendo el clásico motivo de rojo y plateado. Los diseños son lo bastante distintos para reconocerlos rápidamente, pero también parecidos como para lograr esta sensación de unidad. Por su lado, los aliens están muy bien en su mayoría, pero sí se empieza a notar el limitado presupuesto. Y es entendible. Lo que no está tan bien son los fondos, a veces nos encontramos con algunos que tienen resoluciones bajísimas. Esto crea, de vez en cuando, una disonancia rarísima entre los personajes y el lugar donde están parados.
En definitiva, Ultraman es una serie puramente recreativa. Está para disfrutar de las peleas, distenderse un rato y olvidarse de los problemas. No creo que vaya a ser una serie muy recordada, pero eso no es del todo malo. Tiene un público específico al que va a interesarle más, pero es perfectamente mirable. Pop para divertirse.