Cinco series Sci-Fi para ver en Netflix

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Vamos a ser honestos con usted, estimado lector, la razón de este listado es más de nobleza obliga que otra cosa. El año pasado vimos Dark, meses después de su estreno y jamás la analizamos para su disfrute. No tenía sentido analizarla ahora, fuera de contexto. En parte, el hecho de haber sido un sleeper hit fue lo que terminó catapultando a Dark al nivel de reconocimiento que justamente tuvo. En este listado nos concentraremos en emisiones que no hayan tenido reseñas en la web.

Series de ciencia ficción en Netflix:

  • Dark: la serie alemana a primera vista parece regodearse en las similitudes con Stranger Things. Un pibito desaparecido, pibitos jugando a ser héroes, un policía protagonista. Una ensalada de comparaciones entendibles. Sin embargo, al segundo o tercer capítulo, todo ese acercamiento vuela por el aire. Donde la serie americana juega con las dimensiones paralelas, Dark juega con el tiempo y las paradojas temporales. Desde que nos enteramos del viaje en el tiempo, Dark se convierte en paco y decir más es alentar al spoiler. Ayuda muchísimo la dirección, un montaje excelente, una fotografía ominosa y bien europea y un cast de actores enorme, aceitado y brillante.

 

  • Star Trek: Discovery: esta nueva iteración televisiva del gigante que es Star Trek venía amparada por la participación de Bryan Fuller (Hannibal, American Gods) como showrunner, y eso presagiaba mínimamente un estándar de calidad. Y se nota, a pesar de que meses después CBS le haya pedido que se baje del rol y quede solo como productor ejecutivo. Saquemos algo del sistema rápido: Star Trek: Discovery tiene más del reboot de Battlestar Galactica que de las series anteriores de Star Trek. O, si se quiere, es una hija pródiga de ambas space operas. Michael Burnham (Sonequa Martin Green, la vieron en The Walking Dead) es una ex capitana de seguridad de una nave criada por vulcanos (atentos acá), que tras un evento desgarrador en otra nave llega a la Discovery, comandada por Gabriel Lorca, una suerte de Gendo Ikari / William Adama personificado por Jason Isaacs, que es más sinuoso que la subida al Cerro de la Gloria. La nave Discovery, en su guerra contra los klingon, guarda más de un secreto. Un cast que cuenta con luminarias escondidas como Doug Jones y Anthony Rapp, guiones con plot twists bien hechos y un CGI decente, ponen a Star Trek: Discovery en un nivel muy alto.

 

  • Lost in Space: después de la fallida remake fílmica, el reboot en forma de serie de este clásico televisivo tenía más que perder que ganar. Sin embargo, sale bien parada, en parte por una entendible actualización de los conceptos que habían sido parte de la creación de la original. Los Robinson –lindo apellido si queremos quedar varados en un lugar desconocido–, una familia construida para tener éxito en un RPG, son parte de un grupo de coloniales viajando en la “Resolute”, que busca nuevos territorios habitables en Alpha Centauri. Por supuesto, ocurren los accidentes, y los Robinson en su nave particular “Jupiter 2”, tras pasar por un agujero de gusano, terminan en un planeta habitable donde sucederán cosas. Hasta aquí, todo normal y bastante vulgar. Es el tratamiento de los temas, las interpretaciones (Parker Posey como la Dra. Smith de género cambiado, sale muy bien parada aunque capaz algo evidente), y un presupuesto digno para el CGI lo que ponen a Lost in Space en cualquier listado de series de ciencia ficción actuales, dignas de bingear.

 

  • The Rain: esta es una decisión más personal, ya que en general la crítica especializada no le dio muy buenos puntajes. Sostenida más en los éxitos actuales de la ficción young-adult, The Rain nos señala un futuro post apocalíptico en el que una llovizna que transmite un virus ha ocasionado una matanza en el territorio escandinavo. Simone y Rasmus, dos hermanos huérfanos que guardan más de un secreto con respecto al virus, emergen de un bunker seis años después y se encuentran con una civilización devastada. Se suman a un grupo de supervivientes que viajan en busca de vida, enfrentando los lógicos peligros. Por supuesto, como son adolescentes y jóvenes adultos, tendrán que encarar no solo los peligros de un mundo en cenizas, sino los que les proporcionan sus hormonas. A mí personalmente me entretuvo. Aparte son pocos capítulos y no muy largos. Véanla antes de eludirla por las críticas.

 

 

  • Rick & Morty: es serie es la excepción, ya que tuvo una reseña hace mucho tiempo pero pasó algo desapercibida. La ficción animada del tandem Roiland-Harmon terminó su tercera temporada el año pasado y estuvo en el limbo hasta hace unas semanas cuando se conoció que Adult Swim (la cadena que emite la serie) les pidió 70 capítulos más. La discusión sobre si podrá mantener la calidad que tuvo hasta ahora queda para otro momento. Hoy hay que reconocer que Rick & Morty, la única serie animada de este listado, posee una calidad superlativa. La mezcla de sadcom con ciencia ficción de muy alto nivel pega en una cantidad de público muy variada que se acerca a la serie por razones totalmente distintas. El nihilismo (falso) de Rick, las tramas y los argumentos que manejan niveles de continuidad bizarros, la excelente animación, la hilaridad. Todas son razones para mirarse las temporadas una detrás de la otra. La primera temporada (no muy distinta a la situación de BoJack Horseman) solo muestra pizcas del horizonte más homogéneo y conectivo al que se termina dirigiendo. Solo esperemos que evolucionen.