No One Will Save You: puro homenaje

Todo está escrito

Brian Duffield ingresó en el mundo del cine por la puerta de los guionistas. Entre los libretos que llevan su firma destacan The Babysitter (McG, 2017), Underwater (William Eubank, 2020) y Love and Monsters (Michael Matthews, 2020). La primera es una suerte de combinación de Fright Night (Tom Holland, 1985) con Jennifer’s Body (Karyn Kusama, 2009). La segunda vendría a ser como un The Abyss (James Cameron, 1989) matizada con tonos lovecraftianos. La tercera recurre a las peripecias del héroe clásico en un universo postapocalíptico, habitado por monstruos gigantes que han diezmado a la humanidad.

Creo que estos ejemplos alcanzan para poner en evidencia una de las principales herramientas estilísticas del cineasta: componer historias mediante citas, homenajes, resonancias temáticas y estructurales. En este sentido, No One Will Save You (disponible en Star+ como Nadie podrá salvarte) propone una vez más este juego de recurrencias a elementos de relatos previos. Así, No One Will Save You remite principalmente a las historias de invasión extraterrestre que constituían un tema común en el cine clase B de los años 50, en la plenitud de la Guerra Fría. La atmósfera de la película está cargada de ese aire de extrañeza tan usual en los episodios de The Twilight Zone —de hecho, Stephen King cita un relato específico de esta serie: The Invaders—. En ese ambiente doméstico enrarecido, prospera una narración que combina The War of the Worlds (Byron Haskin, 1953) con Invasion of the Body Snatchers (Don Siegel, 1956).

Mi nombre es Nadie

No One Will Save You tiene como protagonista a Brynn (Kaitlyn Dever), una muchacha que, a poco de perder a su madre, vive sola en las afueras de su pueblo natal. Su rutina consiste en ocuparse de las tareas de la casa, practicar baile con un tocadiscos, escribir cartas a su amiga Maude y construir la maqueta de una pequeña ciudad rural. Desarrolla todas estas actividades domésticas en silencio. Lo interesante del caso es que, cuando Brynn visita el pueblo, tampoco menciona palabra alguna. Más aún, las personas con las que ella se cruza apartan la mirada y no responden al saludo. Una noche, Brynn despierta al oír ruidos extraños en la casa. Al levantarse, ve un alienígena en la sala de abajo. Pronto el extraterrestre reacciona de manera hostil y Brynn se defiende. Desde ese momento, Brynn debe hallar la manera de enfrentar una invasión que ocurre a escondidas. Y la pregunta que surge es la siguiente: ¿Querrán escucharla las personas que viven en el pueblo?

Uno de los pilares en el que No One Will Save You se sostiene es el ingenio para contar una historia sin diálogos (humanos). Representa un llamativo ejercicio del lema Show, don’t tell. Hay además ciertos guiños al musical y al cine mudo que le conceden a la narración un encanto distintivo. El otro pilar lo constituye el fascinante trabajo actoral de Kaitlyn Dever. Expresa con enorme soltura los claroscuros de un personaje complejo, que al principio se manifiesta como una muchacha inocente, frágil, inofensiva, pero que de a poco va revelando las aristas sombrías de una (anti)heroína. Por este motivo, no resulta extraño que la actriz haya sido elegida para interpretar a Abby, némesis de Joel en la segunda parte de The Last of Us.

Final Girl

En la segunda mitad de septiembre de 2023, No One Will Save You tuvo una breve circulación en los cines de EE. UU. y, casi al mismo tiempo, se estrenó en la plataforma de Star+. La película ganó bastante notoriedad al recibir los elogios de Guillermo del Toro y Stephen King. Sin embargo, a los pocos días la película generó algunos debates a causa de su final.

Desde numerosos medios le preguntaron a Brian Duffield por el desenlace de la película. En una entrevista, el director comentó lo siguiente: “Al final, [Brynn] consiguió lo que ella creía que no merecía. Aunque parezca raro, me agrada imaginar que esta chica, que ha sufrido mucho, alcanzó un final feliz”. No obstante, en otra entrevista, el cineasta señaló esto: “Quise plantear un juego limpio pero, al mismo tiempo, quise generar un poco de diversión en Reddit”. Guillermo del Toro, por su parte, halló en el cierre de la historia algunas connotaciones cristianas acerca del sufrimiento y la redención.Por mi parte, me sitúo en las antípodas del gran director mexicano. A mi modo de ver, Brian Duffield le concede a la historia un cierre ambiguo, en el que subyace menos optimismo que ironía.

Después de todo, el juego del arte consiste en elaborar una interpretación propia y a la vez múltiple, diversa, abierta a ser compartida. De ahí que el ejercicio artístico resulte siempre en un acto de rebeldía contra el sentido común y el statu quo. Por eso, es que los fascistas apelan a la censura. Por eso, es que los apóstoles de la libertad aspiran a someter al arte a las leyes del mercado.