The Marksman: un homenaje a Clint nunca viene mal

Traducida como El protector, el 13 de mayo se estrena en cines de Argentina[1] esta nueva película protagonizada por Liam Neeson, ya totalmente asentado desde hace largo tiempo como hombre de acción y palabras rasposas.

La historia nos cuenta que Jim (Neeson) es un exmarine devenido en ranchero en la frontera de Arizona con México. Cada tanto se encuentra a migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos y da aviso a la patrulla fronteriza. Pero un día se topa a una madre (Teresa Ruiz) y su hijo Miguel (Jacob Perez) que son perseguidos por narcotraficantes de un cartel. Las cosas se complican, y Jim se verá en la tarea de convertirse en el defensor del niño mexicano.

Una búsqueda rápida nos cuenta que esta es la segunda película como director de Robert Lorenz pero, más importante, nos revela que es un asiduo colaborador de Clint Eastwood, con el que ha colaborado en muchas de sus películas como director de segunda unidad y productor. Esto no es dato menor, ya que la influencia de Eastwood en The Marksman es evidente. Jim es viudo, solitario y medio cascarrabias, características que son fácilmente equiparables con Walt Kowalski en Gran Torino (2008) o Frankie Dunn en Million Dollar Baby (2004). Asimismo, la frontera de Arizona adquiere propiedades de western y el paisaje árido es la morada de un hombre marcado por la vejez y la precariedad económica, pero que tendrá en sus manos la oportunidad de volver a sentirse alguien.

Valores republicanos y armas largas, un cóctel que pondrá a Liam Neeson en el ojo de la tormenta. Es interesante ver cómo, en un principio, su personaje no protege a Miguel por una decisión humana, sino que lo hace porque considera que es lo correcto. Jim es el resguardo de una serie de convicciones que en los Estados Unidos actual parecen ir en bajada, y será su ideología la que lo impulse. Las dos escenas más representativas de esto son en la armería y, al final, cuando le da la medalla de honor al niño. Dos declaraciones de principios obvias y efectivas.

En general el relato está compuesto de un ritmo pausado que recuerda inevitablemente a las películas del mismo estilo de Eastwood, aunque hay diversos clichés y empleo de lugares comunes que no convencen. Hay malos que son estereotipos de malos y una estación de policía liderada por el personaje de Katheryn Winnick (Lagertha en Vikings) que la verdad no hace mucho.

The Marksman es una película entretenida con una referencia que promete, pero que se diluye a medida que avanza y llega a un final en el que se delinea al antagonista a las apuradas. El fuerte es Liam Neeson, quien cumple con creces y se pone al hombro un personaje que le calza perfecto. El contexto general no lo termina favoreciendo del todo, pero el resultado es cumplidor.


[1] No creo, pero al momento de escribir esta nota eso es lo que dicen.