Riders of Justice: otra ronda de Mads Mikkelsen y sus amigos

“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Este proverbio chino, junto con las investigaciones del matemático y meteorólogo Edward Lorenz, son el origen de una de las teorías físicas más cinematográficas: el efecto mariposa. Según este concepto, vinculado a la teoría del caos, el aleteo de un insecto en Hong Kong puede desatar una tempestad en Nueva York. La teoría del caos y el efecto mariposa vienen a explicar algo tan complejo como que el universo es simplemente impredecible. La idea germen del efecto mariposa es que la secuencia interminable de hechos, en apariencia desencadenados entre sí, acaban por tener consecuencias completamente aleatorias.

En Riders of Justice todo comienza con el simple robo de una bicicleta, la cual le impide a Mathilde (Andrea Heick Gadeberg) ir por su cuenta al colegio. Esto hace que su madre tenga que llevarla. A la vez reciben la mala noticia de que su padre (Mads Mikkelsen) no volverá a casa por tres meses. Para animarse un poco deciden no ir al colegio y tener un día libre, pero el auto no arranca y deben tomar el tren. Allí Otto (Nikolaj Lie Kaas) le cede su asiento a la madre. El vagón del tren explota, y once personas, incluida la madre de Mathilde, mueren. Previo a la tragedia se nos presenta a Otto, un analista especializado en crear algoritmos que permiten pronosticar y precisar el comportamiento social de las personas, quien no debería haber estado a esa hora en el tren, pero es despedido luego de una desastrosa presentación. Hasta acá podrían predecir que el tema de la película es solo la teoría del caos, pero no es solo sobre eso.

El film es un thriller de venganza con toques de comedia negra. Dirigido por Anders Thomas Jensen, director y guionista danés. Se estrenó en febrero de 2021 pero por el momento no tiene previsto estreno en salas o en plataformas virtuales en Argentina. Pero pueden encontrarla buscando un poco ahí.

Riders of Justice tiene un abanico de personajes muy bien desarrollados y dotados cada uno con historia y arco narrativo propios. Con Mads Mikkelsen a la cabeza como un soldado viudo que no puede lidiar con la pérdida y encuentra la solución en la violencia. Otto, un ingeniero con culpa de sobreviviente y con la certeza de que la explosión del tren no fue ningún accidente. Lennart (Lars Brygmann), un introvertido y traumatizado ingeniero informático. Emmenthaler (Nicolas Bro), otro experto en informática que está obsesionado con las armas. Este trío de nerds es el que inteligentemente aporta el toque cómico en la cinta a través de diálogos ingeniosos y efectivos, además de las situaciones inverosímiles en las que terminan viéndose involucrados.

Riders of Justice expone lo imposible de intentar controlar o entender el absurdo y azarosofuncionamiento del mundo, así como también muestra que pequeños detalles cotidianos pueden impactar en nuestras vidas de forma permanente. Pero, fundamentalmente, nos habla sobre las tragedias más difíciles de procesar que no tienen una explicación y un evidente sujeto a quien culpar. Este grupo de marginales intenta buscar un razonamiento analítico a algo que, van a ir descubriendo, no lo tiene. En el camino, además, van encontrando una nueva manera de lidiar con la pérdida y el duelo, e irán formando lazos afectivos que los ayudarán a atravesarlos. Porque como dice uno de ellos: “la gente con problemas aprende a unirse”.