La botera: un cruce hacia la adolescencia
Isla Maciel es un barrio popular ubicado a la vera de Buenos Aires, poblado por casas de chapa y madera. El Riachuelo lo separa del barrio de La Boca, en el espacio y en el tiempo. Durante mucho tiempo, la isla fue famosa por sus prostíbulos y la explotación de mujeres.
Alguna vez ambas márgenes del río estuvieron unidas por un transbordador, estructura metálica por la cual circulaba una plataforma, pero no funciona desde hace muchos años. Ahora existe un puente monumental que une la ciudad de Buenos Aires con las ciudades del sur y que deja el barrio de la isla por debajo, casi oculto. Pero siempre, junto al transbordador o al puente, estuvieron los boteros para cruzar a los vecinos de una orilla a otra.
Hoy es un barrio de gente humilde que busca un cobijo en el mundo, de algún modo parecido a su vecino, río de por medio, La Boca, pero con muchos menos recursos, cuidados y miradas externas.
En ese contexto y en esa geografía Sabrina Blanco sitúa el relato de La botera, su ópera prima como directora, aunque de larga carrera como guionista.
La película fue rodada íntegramente en el barrio, con actores no profesionales salvo solo dos de ellos. La actriz que encarna el rol protagónico de Tati, Nicole Rivadero, es una chica del barrio que surgió en el casting.
Tati es una preadolescente que vive con su padre en una casilla. Él trabaja de remisero con un auto desvencijado cuando la indolencia se lo permite. La chica se va criando como puede, su escolaridad es inestable, la relación con sus pares es conflictiva, roba pequeñas cosas, sobre todo por rabia. Su padre tuvo un bote, pero lo vendió sin avisarle, lo que dispara el conflicto. Su deseo es aprender a usarlo y convertirse en botera, oficio exclusivo de hombres.
La botera es un film que no construye una historia lineal sino el encadenamiento de momentos deshilvanados de la vida cotidiana de Tati, a veces con motivaciones tan confusas como confuso es su pensamiento. Es un relato fragmentado tal como lo es su deseo.
El Riachuelo es una cloaca contaminada que recoge todos los desechos de las industrias afincadas en su cuenca, una podredumbre que sin embargo le brinda refugio y cobijo a la protagonista, es su lugar en ese mundo insular.
Sabrina Blanco ha manejado con exquisita prudencia la intimidad de Tati, el personaje, como así también la de su actriz, que no olvidemos es una chica del barrio, sin ninguna experiencia en la actuación. La película tiene un extraordinario manejo de una “luz de invierno” que le pone un marco muy interesante.
El film participó en la Competencia argentina del 34° Festival Internacional de Mar del Plata, ganó el WIP en el Festival de Málaga y el WIP del Festival Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, además de la participación en numerosos eventos internacionales.
Muy buen trabajo.