Una serie de eventos desafortunados: en este cuento puras tristezas y calamidades

imagen destacada2

Esta reseña contiene spoilers de la segunda y tercera temporada.

El 1° de enero se estrenó en Netflix la tercera y última temporada de la serie que narra los infortunios de los huérfanos Baudelaire. Basada en las novelas infantiles del mismo nombre por Daniel Handler bajo el seudónimo de Lemony Snicket, esta última temporada toma los últimos libros de la saga y trae la resolución de todos los misterios planteados durante la serie.

Desarrollada por Mark Hudis y Barry Sonnenfeld, cuenta también con Daniel Handler como guionista y a Neil Patrick Harris como productor y estrella absoluta dentro de la serie dándole vida al malvado Conde Olaf.

Esta temporada retoma desde la última situación en que habíamos visto a los hermanos Baudelaire separados y puestos en peligro, de nuevo, por el conde Olaf. Mientras Violet (Malina Weissman) y Klaus (Louis Hynes) corrían riesgo de caer en la pendiente, Olaf escapa con Sunny (Presley Smith). Ambos logran escapar e intentan recuperar a su hermanita, pero con eventos desafortunados (¿cómo no haberlos?) en su camino.

A Series Of Unfortunate Events

Carmelita Polainas (Kitana Turnbull), la niña de aspecto adorable, pero tremendamente odiosa, en dupla con Esmé Squalor (Lucy Punch), quien se destaca con su personaje bizarro y estrafalario, con unos trajes increíbles y con su actuación impecable, son las nuevas secuaces del Conde Olaf. Ambas hacen su aparición en temporadas anteriores pero en esta entrega se produce una nueva dinámica entre los tres personajes, que resulta más que atractiva debido a que los tres son personajes extravagantes y devienen en escenas hilarantes y divertidas.

En esta entrega encontramos que hay villanos más malvados que Olaf, e incluso aterrorizan al mismísimo Conde, son los perpetradores de todo lo malo que vemos desde un principio en la serie. Ellos son el “hombre con barba pero sin cabello” y “la mujer con cabello pero sin barba”. Olaf se ve enfrentado a tomar decisiones importantes, demostrando que nadie es tan malo, y que hasta los villanos tienen corazón; el Conde pasa por varios cambios en estos últimos episodios dejando entrever sus orígenes dentro de VFD y por qué se pasó al lado Oscuro. Todos los particulares secuaces de Olaf lo abandonan, a excepción de Hook-Handed Man (Usman Ally), el único que se queda a su lado, pero a su vez también es el único que desarrolla un vínculo con Sunny y nos muestra un poco de su lado bondadoso. Descubrimos cómo fue que perdió sus manos, y el reencuentro con su hermana concluye el cierre de la historia de este personaje.

lemony-snicket-2

Continuando con los protagonistas, los hermanos Baudelaire se encuentran en un submarino bastante particular, es tripulado por un viejo amigo y la que ya adelantamos es la hermana de Fernald Widdershins (Hook-handed Man), quienes se encuentran en la misión de recuperar el Azucarero. Esta temporada sin duda presenta grandes retos narrativos, es mucho más compleja, más que nada porque cierra una historia y tiene el deber de revelar secretos y misterios de varios personajes y situaciones sin perder de vista a los protagonistas. Por suerte Una serie de eventos desafortunados cumple en un cien por ciento, gracias al estilo de narración dictado por el alter ego del escritor Lemony Snicket, personificado por Patrick Warburton, quien hace un excelente trabajo en su papel. Se desarrolla una serie inteligente, oscura y a la vez divertida, sin dejar cabos sueltos de los cuales quejarnos.

Kit Snicket (Allison Williams) se encarga de rescatar a los Baudelaire y llevarlos a el “Último lugar seguro” donde conocemos a los trillizos Frank, Ernest y Dewey Denouement (Max Greenfield), y es donde también se da el primer cruce entre los Baudelaire y Lemony. Beatrice (Morena Baccarin), madre de los Baudelaire y el amor a quien tanto Lemony Snicket escribe sus cartas, es la que finalmente descubrimos se encargó de robar el Azucarero, arruinando el juego de té de Esmé y provocando la ruptura de VFD. Pero eso no es todo, como toda novela oscura, en este flashback descubrimos el origen de la maldad de Olaf; y es que Beatrice para escapar con el Azucarero lanzó un dardo envenenado a Esmé, pero este termina en el cuello del padre de Conde Olaf, sin embargo Lemony no puede dejar que Beatrice cargue con la culpa y decide hacerse cargo del crimen, convirtiéndose en un prófugo de por vida.

cbb4c5e2-d244-11e6-86a3-82dfe61732b8_1280x720

“El último lugar seguro” se ve que no era tan seguro, porque después de un absurdo juicio a Olaf, que termina incriminando a los hermanos, el Conde prende fuego el escondite cumpliendo uno de sus objetivos, destruir todo lo relacionado con VFD y secuestrar a los Baudelaire para quedarse con su fortuna.

El último capítulo de esta temporada final es de los más conmovedores, con sus diálogos ingeniosos mezclados con la comedia oscura. Se resuelven misterios relacionados a los padres de Violet, Klaus y Sunny, por su lado el Conde Olaf demuestra su aprecio por la que fue un viejo amor Kit Snicket. También descubrimos lo que es uno de los más grandes enigmas, lo que había en el azucarero es el antídoto para el Medusoid Mycelium. Este capítulo es el final y cierre de toda una historia, quizá puede verse un poco apresurado en su afán de concluir todos los misterios y dar cierre a sus protagonistas, pero sin duda cumplir con todos es una deuda resuelta, con sus rimas y crípticos diálogos dan fin a una historia desafortunada con un final muy afortunado.